Familiares y allegados les esperaban en la puerta de la Ciudad de la Justicia, donde llegaron a poner una traca, que la Policía retiró, por lo que no llegó a explotar. El ambiente, de jolgorio y celebración, más propio de una fiesta que de lo que era: la declaración, en el Juzgado de Guardia, de las personas que esta misma semana eran detenidas en la redada contra el narcotráfico que tuvo lugar en Murcia.

Del total de 31 arrestados de entonces, la mitad acababa hoy en el Juzgado de Instrucción Nº 5 de Murcia. Y, de ahí, a la calle, en libertad. Para lanzarse a los brazos de sus seres queridos, que aguardaban en la puerta trasera de la Ciudad de la Justicia, junto a la barrera por donde entran y salen los furgones de la Policía Nacional.

Cuando fueron conducidos al Juzgado, desde los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, los sospechosos de la denominada 'Operación Centro' iban tranquilos e incluso sonrientes. "Guapos, hermosos", decía uno de los individuos a los medios de comunicación que les aguardaban, tras lo cual lanzaba un beso a las cámaras de televisión. Otro sujeto, algo más alterado, les hacía una peineta.

Se desmantelaron ocho 'narcopisos'. Tenían montado en la calle Santa Rita todo un 'bunker' en el que no solo vendían estupefacientes: también habían habilitado salas, llenas de desperdicios y desolación, en las que se hacinaban las personas que se acercaban al bloque a adquirir la droga. Para consumirla ahí mismo. Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía procedían al registro autorizado de ocho domicilios.

En la operación, la Policía decomisó un total de 50 papelinas de heroína, 10 de coca, 60 gramos de 'maría', 500 euros en metálico y una pistola detonadora.

Asimismo, se encontraron en las viviendas registradas unos 100 gramos de sustancias de corte, esto es, las que se mezclan con los estupefacientes para rebajar su pureza.

Las zonas de La Paz y La Fama, al igual que ocurre con el Espíritu Santo de Espinardo, son tristemente conocidas por la venta de droga en sus viviendas, lo que lleva a la Policía a realizar constantes redadas en busca de los responsables de que esta lacra continúe.

El procedimiento habitual en este tipo de operación es el siguiente: todos los arrestados son trasladados a dependencias policiales, donde se les toma declaración. Aquellas personas que únicamente se habían desplazado a La Fama con intención de consumir son dejadas en libertad.