Ciudadanos ha visto en el escándalo de los audios de Roque Ortiz una nueva oportunidad de debilitar a su principal competidor electoral, el Partido Popular. Como ya ocurriera hace un año con Pedro Antonio Sánchez, el partido naranja se encuentra con el caso de un concejal que, pese a que no está imputado en ninguna causa judicial, sí que ha sido sorprendido realizando unas declaraciones poco éticas y que, incluso, podrían constituir delito. Además, el caso Roque ha abierto grietas entre el PP regional y el local, por lo que Cs puede pescar en río revuelto. Ahora bien, debe manejar bien los tiempos.

Los dirigentes de Ciudadanos también se hicieron un lío ayer a la hora de valorar la posibilidad de presentar una moción de censura uniéndose a PSOE, a la marca local de Podemos, Ahora Murcia, y la candidatura de IU, Cambiemos Murcia. Esta es una opción que, lógicamente, no gusta en la formación naranja, aunque se contemplaría como última opción en el caso de que Ballesta se enrocara y no forzara la dimisión de su cuestionado concejal. «El PP debe apartar a este señor como cargo público. Esperamos que no pase como con Pedro Antonio Sánchez y esperen un mes y medio para hacerlo. En el caso de que no lo hagan, barajaremos otras posibilidades, aunque nosotros no queremos a Podemos gobernando el Ayuntamiento de Murcia», dijo Fran Hervías, secretario de Organización estatal.

Las palabras contrastan con unas declaraciones del portavoz regional de Murcia, Miguel Sánchez, quien por la tarde negó «rotundamente» que se planteen apoyar una moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia.

Por su parte, todos los grupos de la oposición han iniciado conversaciones con el PSOE para abordar la posible moción de censura, para la cual Ahora Murcia se ha marcado el plazo de un mes para «lograr un gobierno de cambio», según dijo ayer la portavoz, Alicia Morales, que mantuvo una reunión con el líder regional de Podemos, Óscar Urralburu. El último en reunirse con la portavoz socialista, Susana Hernández, fue en la tarde de ayer el líder de la formación naranja, Mario Gómez, quien insiste en pedir la dimisión del concejal de Fomento antes de tener que tomar otro tipo de medidas. «Confío en que el alcalde haya reflexionado este fin de semana, ya que no podemos permitir este tipo de prácticas», dijo ayer a LA OPINIÓN Mario Gómez, quien aseguró tener la impresión de que «el PP local se está riendo de su dirección regional».