«A mi hija no me la va a devolver nadie. Pero sí quiero hacer todo lo posible para ayudar a otros. Es lo único que pedimos».

Así hablaba ayer, entre lágrimas, Peligros Menárguez, madre de Lucía, la niña que la semana pasada se quitaba la vida en su casa de Aljucer tras sufrir bullying.

«Agradezco mucho el cariño de la gente», expresaba la mujer, que ayer se reunió -junto a su esposo, Joaquín García- con la consejera de Educación de la Región, Mª Isabel Sánchez-Mora.

En el encuentro, la consejera les trasladó el pésame por la pérdida de su hija y les anunció que su departamento ha puesto en marcha una investigación -paralela a la policial- para depurar responsabilidades y ver qué falló en el caso de Lucía, indicó la madre.

Mientras tanto, los padres de la menor se encuentran «mal, porque me falta mi hija», y a la espera de que las indagaciones del Grupo de Menores (GRUME) de la Policía den sus frutos.