Jabones contra la despoblación

Un taller puesto en marcha por los productores de aromáticas de las Tierras Altas de Lorca busca consolidar esta comarca natural como polo productivo y fomentar el cooperativismo, fundamentalmente entre la población joven y femenina

Las participantes y tutora del taller junto a sus jabones en la primera sesión.

Las participantes y tutora del taller junto a sus jabones en la primera sesión. / Gloria Piñero

Para pieles atópicas, grasas, maduras, con dermatitis o psoriasis, “jabones a medida” utilizando las propiedades cosméticas y medicinales que contienen los aceites esenciales de las plantas aromáticas que se cultivan en las Tierras Altas de Lorca. Es lo que está aprendiendo a hacer un grupo de once mujeres en el centro de usos múltiples de la pedanía lorquina de La Paca durante esta segunda quincena de agosto a través de un taller puesto en marcha por la Asociación de Productores y Transformadores de Plantas Aromáticas de esta zona.

Se trata de desarrollar la creatividad obteniendo productos de calidad, económicos y naturales, sin componentes sintéticos perjudiciales para la salud. Pero, sobre todo, es la estrategia desplegada por este colectivo de agricultores para dar a conocer sus productos y sus aplicaciones prácticas. En el trasfondo de la iniciativa está impulsar la transformación de la materia prima que obtienen de la tierra, de modo que se generen nichos de empleo, sobre todo femenino, para luchar contra la despoblación.

Para el presidente de la asociación, Antonio José Pérez, el taller forma parte de un proyecto con el tratan de consolidar “un polo productivo de plantas aromáticas en esta comarca natural y fomentar el cooperativismo”, fundamentalmente entre la población joven y femenina, “para desarrollar una industria sostenible de transformación y venta directa al consumidor de los productos generados”.

Las Tierras Altas de Lorca, situadas a unos 30 kilómetros del casco urbano de Lorca, están especialmente afectadas por la despoblación. Allí suelen decir, con preocupación y tristeza, que cuando muere uno de sus vecinos, una casa se cierra para siempre. En los últimos 25 años, han perdido a un 20% de su población.

La principal ocupación de la zona es la agricultura ecológica y la ganadería extensiva. Inspirados en la experiencia de sus mayores, hace cinco años varias decenas de jóvenes de pueblos de las Tierras Altas (La Paca, Zarzadilla de Totana, Avilés, Coy, Doña Inés, Zarcilla de Ramos, Zúñiga, Torrealvilla y La Tova-La Parroquia, junto a los parajes de El Rincón y Las Terreras) desempolvaban antiguas calderas de destilación y convertían el ocre de los campos de ‘secano rabioso’ en un espectáculo de color y aromas con la recuperación del cultivo del tomillo rojo, con el que quieren ganar su futuro. Ligada a la Comunidad de Regantes Campo Alto, crearon la Asociación de Productores y Transformadores de Plantas Aromáticas de las Tierras Altas de Lorca, desde la que trabajan por la Denominación de Origen Protegida para este singular producto, que es la esperanza para poner en marcha un plan de economía circular en la zona.

Las primeras en pasar a la acción son las once participantes del curso, que están ya aprendiendo a elaborar jabones artesanales mediante el proceso de la saponificación en frío, con pigmentos naturales y aceites esenciales de tomillo rojo, romero, mejorana y lavandín. Está previsto que las últimas sesiones se dediquen también a la fabricación de jabón de Castilla –el conocido como jabón de la abuela–, elaborado con aceite de oliva reutilizado, agua y sosa.

Algunas de las participantes del taller haciendo las mediciones correspondientes para elaborar los jabones.

Algunas de las participantes del taller haciendo las mediciones correspondientes para elaborar los jabones. / Gloria Piñero

La tutora del taller, Cristina Sánchez, sabe mucho de lo que es reinventarse y buscarse su propio porvenir laboral. Tras años dedicada en cuerpo y alma al cuidado de su padre enfermo, al darse el fallecimiento de este decidió orientar su actividad a la fabricación y venta de artículos naturales, ecológicos y respetuosos con la salud y el medio ambiente.

Hace dos años abrió su propio negocio (‘Mi granito de arena’, Pérez Casas, 4, Lorca) donde se pueden adquirir gran variedad de legumbres, especias, cafés o tés a granel, jabones naturales al corte, productos de limpieza biodegradables mediante el sistema de envases retornables u otros productos de uso cotidiano orgánicos y sin presencia de plásticos. Su apuesta por implantar en la comarca el único establecimiento especializado en “residuos cero”, le llevó el pasado mes de febrero a obtener el segundo premio del XII Certamen de Iniciativas Empresariales "Ciudad de Lorca".

Ahora es la feliz tutora de este grupo de jaboneras del siglo XXI que entre risas y caras de sorpresa descubren cómo transformar aquellas hierbas que hace décadas sus abuelas recogían en el monte. 

El presidente de la asociación también está satisfecho por la gran acogida del taller de jabones artesanales. “En poco más de una semana se agotaron las plazas, así que ya estamos pensando en repetir la experiencia, esta vez, con uno sobre velas aromáticas que queremos que se celebre en otoño”, ha manifestado. Lo próximo, será empezar con su comercialización.