El fuego hace estragos en los montes de la Región, que este sábado tenía que lamentar el incendio más grave del año en su territorio. El Gobierno regional pedía la movilización de la Unidad Militar de Emergencia (UME), cuyos efectivos se desplazaban desde Bétera, en Valencia, hasta el Altiplano para sumarse al dispositivo, con medios aéreos y terrestres, que lucha por atajar las llamas, en una superficie aproximada de ocho kilómetros perimetrales.

En el primer balance que daba Emergencias, este sábado por la mañana, se explicaba que ya habían ardido cerca de 300 hectáreas en el paraje de La Patoja. Según el 112, el desastre probablemente fue culpa de los rayos caídos en las tormentas de las primeras horas de la madrugada. A la vez, el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales del Gobierno de Castilla-La Mancha ubicaba en Jumilla el fuego que se extendió al paraje de La Celia, y que al principio había situado en Hellín (Albacete).

A las cinco y media de la tarde, ya eran 400 las hectáreas afectadas: 180 en la Región de Murcia y 220 en La Mancha.

«Nos preocupa la evolución del incendio forestal del paraje La Patoja en Jumilla. Activamos los efectivos aéreos y terrestres que trabajan desde esta madrugada en su extinción. Medios aéreos del Estado se incorporan también», afirmaba el presidente de la Región, Fernando López Miras. Se considera ya el incendio más grave y devastador que ha sufrido la comunidad este año.

Eran las nueve de la mañana cuando se pasó a Situación 2, dado el avance del fuego: se trata de un nivel de emergencia que se pone en marcha cuando uno o varios incendios pueden afectar gravemente a las personas y a la naturaleza. Además de bomberos del CEIS de Jumilla y Yecla, se movilizaron, desde que se declaraba el incendio, agentes medioambioambientales y brigadas forestales de Caravaca, Jumilla, Yecla y Blanca. Más tarde se sumaban al operativo dos helicópteros SuperPuma, con sus brigadas helitransportadas, facilitados por la Comunidad de Castilla-La Mancha, dado que el fuego creció, se hizo fuerte y llegó a los montes de la vecina comunidad autónoma.

Por su parte, la Comunidad Valenciana, a través de la Diputación de Alicante, mandaba otro helicóptero de apoyo. La Unidad Militar de Emergencias (UME) también se unía a la intervención tras recibir la petición de ayuda del Ejecutivo autonómico. «Colaboración entre administraciones para intentar controlar el incendio de Jumilla lo antes posible», dijo el delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez.

Cabe recordar que la UME es un recurso extraordinario del Sistema Nacional de Protección Civil, que opera en incendios forestales de niveles 2 y 3, movilizable por el Ejecutivo central. En concreto, se movilizaron de esta unidad 134 personas y 44 medios de extinción. Asimismo, particulares de la zona arrimaron el hombro y emplearon su maquinaria agrícola para tratar de frenar el avance de las llamas, según indican desde el Ayuntamiento de Jumilla. Ganaderos mostraron su desesperación ante el avance de las llamas mientras luchaban por poner a salvo a sus animales.

Preocupaba el viento y que su fuerza pudiese desplazar las llamas a la cercana Sierra del Molar. Esta madrugada, un helicóptero de reconocimiento ha evaluado la situación del incendio de Jumilla y la necesidad o no de reactivar el operativo aéreo, sin que durante la pasada noche se produjesen situaciones que hayan empeorado el estado.

Han ardido un total de 400 hectáreas de terreno. El operativo que ha habido este domingo en Jumilla es de tres Brigadas de la Región de Murcia con 18 efectivos; dos de Castilla La Mancha con 12 efectivos y los helicópteros para tareas de reconocimiento y refresco.

Finalmente, el incendio ha sido dado por controlado después del trabajo nocturno de la UME, por lo que la unidad regresará a Bétera.

Alarma en Archena

Por la tarde, con La Patoja aún ardiendo, saltó otra alarma: otro incendio, con cinco focos, amenazaba a las casas y a una residencia de ancianos de Archena, informaba el Centro de Coordinación de Emergencias. Vecinos intentaban sofocar las llamas, en los márgenes del Segura, con mangueras y botellas de agua antes de la llegada de los bomberos.

Más de una treintena de llamadas al 112 alertaban del suceso: había varios focos, uno de los cuales cercaba a una vivienda dónde una persona tenía dificultades para salir. Otro se declaraba cerca del geriátrico, al lado de la guardería municipal. Afortunadamente, no hubo que desalojar.

También hubo un aviso en paraje de Somogil, en Moratalla, a consecuencia de un rayo, si bien la lluvia ayudó a que no fuese a más. Más de una decena de llamadas indicaban que un rayo había caído cerca del Camping de la Puerta en Moratalla, y se había iniciado un incendio.