Los lienzos de las cortinas C8, C11, C13 y C19 de la muralla del Castillo que se derrumbaron como consecuencia de las lluvias de 2016 serán reparados con la indemnización que dos años después, en 2018, recibió el Ayuntamiento. La edil de Patrimonio Histórico, María Ángeles Mazuecos, afirmaba este miércoles que se “acometerá su arreglo una vez que se ponga a disposición y en conocimiento a la Dirección general de Patrimonio Cultural” del Gobierno regional.

La responsable de Patrimonio Histórico visitaba la zona en compañía con técnicos del Consistorio “para realizar una revisión exhaustiva de la muralla y para comprobar, in situ, los daños causados por las lluvias persistentes, así como para elaborar los pertinentes informes y proyectos para acometer el arreglo de la muralla”, aseguraba Mazuecos.

Durante la misma “pudimos comprobar que los daños causados en la muralla durante las lluvias de diciembre de 2016 están sin arreglar, tal y como ya advertimos, y que los daños no se correspondían a ningún derrumbe que se produjera hace tres meses. Es más, tras consultar el expediente realizado por los técnicos del Ayuntamiento hace cinco años, comprobamos que se reclamó al seguro la reparación de los daños”, detallaba la edil.

Los técnicos, argumentaba Mazuecos, negociaron con la compañía y “consiguieron que se ingresara al Ayuntamiento, en junio de 2018, la cantidad de 109.785.38 euros en concepto de indemnización por los daños producidos por las lluvias en diciembre de 2016 y, dentro de esa cantidad, había una partida de 34.848,11 euros destinada a los daños en la muralla del Castillo”.

La indemnización “sí se cobró, pero sorprendentemente, el arreglo no fue ejecutado por el Gobierno municipal de 2018, un hecho sumamente grave como el de recibir el dinero para el arreglo de la muralla del Castillo y no invertirlo en su fin. Y ni siquiera comunicarlo a la Dirección general de Patrimonio Cultural”, denunciaba la edil socialista.

Las actuaciones planteadas pretenden la revisión completa de las torres Alfonsina y Espolón; el encargo de la memoria técnica del cimbrado de la bóveda de la Puerta de Alcalá, también conocida como ‘Puerta del Pescado’, para realizar un posterior proyecto de intervención en la estructura; así como el encargo del proyecto de intervención para la recuperación de los lienzos perdidos por las lluvias de 2016 en las cortinas C8, C11, C13 y C19 de la muralla, del siglo XIX.

La ‘Puerta del Pescado’, según aportaciones del presbítero Ginés Antonio Gálvez Borgoñoz en 1734, era una de las principales entradas al recinto amurallado. En el verano de 2014 se anunciaba que esta entrada de la fortaleza se convertiría en un mirador tras las obras que se acometían en ella. Las obras, financiadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España, abarcaron parte de la muralla, que sufrió deslizamiento con motivo de los terremotos de mayo de 2011, con riesgos incluso de vuelcos.

En total, se recuperaron 250 metros lineales de muralla ubicada en el sector nordeste del Castillo, empleándose para ello piedra y mortero de cal de características similares a los existentes, siguiendo el criterio de mínima intervención. Esa actuación también incluyó la recuperación de la Puerta del Refugio del siglo XVII situada junto a la ermita de San Clemente.