Al Pleno municipal de Lorca acudían también las plataformas ‘Stop cebaderos junto a viviendas’ y ‘Salvemos El Consejero’. Integrantes de ambas organizaciones aseguraban que “no estamos en contra de los ganaderos, ni lo hemos estado nunca. Pero sí estamos en contra del sistema salvaje que se está permitiendo al sector de la ganadería. Lorca es muy grande y exigir que haya unas distancias mínimas hacia lo que son las viviendas creo que no es nada exagerado. Es nuestro derecho y obligación de ellos”. Así se manifestaba en declaraciones a LA OPINIÓN Agustín Aznar, integrante de la plataforma ‘Salvemos El Consejero’.

El lorquino insistía en que “antes de que llegaran ellos [en alusión a los ganaderos] estábamos los vecinos. Tenemos el derecho y la necesidad de poder llevar una vida digna”. Reconocía no entender lo que estaba ocurriendo cuando todos los partidos políticos apoyaban de forma unánime la decisión. Las incorporaciones al texto se deben a la nueva normativa regional y nacional, “pero no altera en absoluto los acuerdos que se tomaron”, admitía.

Aznar apuntaba que en estos momentos no hay distancias con los cebaderos. “Los ponen donde ellos quieren”. Y se refería a las granjas que hay en la diputación de El Consejero. “Están a una distancia del colegio público de 800 metros. Y de las casas también. Pero no solo está el tema de los cebaderos, que ocasionan muchas moscas, mosquitos… ruidos y olores. También están los purines. Nos los están echando prácticamente en el interior de nuestras viviendas y eso no se puede tolerar”.

Los vertidos preocupan a las plataformas. “No hay ningún tipo de control de los vertidos, ni de las cantidades que se pueden echar en la tierra. Aquí no hay ningún tipo de control. Este sector debería medir las dos situaciones. La de los ciudadanos y la suya. Por eso, nosotros reivindicamos y estamos en contra”, concluía uno de los integrantes de ‘Salvemos El Consejero’.

“Lo que pretenden es que no se puedan ampliar ni renovar los cebaderos”

La Federación de Cooperativas Agrarias, Fecoam, acudía con una amplia representación. Su presidente, Santiago Martínez, afirmaba en declaraciones a LA OPINIÓN que “no podemos estar ajenos al problema de los ganaderos, ya que hay muchas familias cuya economía depende de este sector”. Criticaba que “de una forma unilateral los responsables políticos de Lorca han tomado una decisión que ya estaba pactada para no perjudicar tanto al sector”.

Mostraba su indignación porque “no han consultado a los ganaderos, por lo que esta manifestación es para intentar que no se apruebe lo que se pretende aprobar que es que no haya ni ampliación, ni renovación de los cebaderos”. Pedía un aplazamiento para “hablar y consensuar” con el sector. “Es lo que se debería haber hecho, porque era lo que había pactado”, recalcaba Martínez.

El presidente de Fecoam afirmaba que “hoy nos hemos echado a la calle, pero el día 16 en Murcia también nos vamos a manifestar porque el sector agroalimentario tiene muchos problemas. Y el día 20 de marzo nos iremos a Madrid, donde hay una convocatoria a nivel nacional de todas las comunidades autónomas”. Volvía al tema de Lorca para alertar de que “lo que hoy nos ocupa aquí es un problema gravísimo. Una localidad que ha vivido siempre del sector porcino y que ahora estos responsables políticos quieren anularlo”. Y se preguntaba: “De qué va a vivir toda esta gente que está aquí esta mañana. Estas gentes tienen familia, tienen críos… tienen sus obligaciones. No se está actuando con responsabilidad”.

Entre los trabajadores de explotaciones porcinas que este lunes han acudido a la manifestación estaba Juan Carlos García que mostraba su indignación por la situación. “Llevaba muchos años en paro y he conseguido un trabajo en un cebadero. Me pagan bien y puedo sacar adelante a mi familia. Tengo dos hijos de 3 y 5 años. Si voy al paro, de qué voy a vivir. Lo que se pretende es una injusticia que podría llevarnos a muchos a la calle”.

El dueño de un cebadero, Alberto Rodríguez, también se quejaba. “Lo que no se puede consentir es que se construyan viviendas junto a nuestras explotaciones y que pretendan que los que nos vayamos seamos nosotros. Cada día doy de comer a mucha gente que trabaja en mi explotación ganadera. Si cierro mi cebadero irán a la calle”.