No hay Feria de Mediodía, pero las terrazas del casco antiguo de la ciudad presentan un lleno absoluto idéntico al de cualquier otro año exento de pandemia. Este sábado se ha rozado el cien por cien de ocupación y para este domingo la situación es idéntica. “Hemos colgado todos el cartel de ‘completo’. No ha quedado ni una mesa, ni una silla, sin ocupar. Los bares, restaurantes y cafeterías del casco antiguo han estado al cien por cien y en la periferia la tónica ha sido prácticamente idéntica, rozando el lleno absoluto”, reconocía en declaraciones a LA OPINIÓN el presidente de la Asociación de Hosteleros de Lorca, Hostelor, Jesús Abellaneda.

             Para este domingo se espera una situación igual. “No quedan mesas vacías. Todo está reservado”, admitía. Pero además, las reservas para jueves, viernes, sábado y domingo de la próxima semana “están a punto de completarse”. Abellaneda señala que “la gente tenía muchas ganas de echarse a la calle y la excusa ha sido la Feria y Fiestas de septiembre”.

             Los empresarios del sector han emplazado a los lorquinos a espaciar sus salidas y decantarse también por el lunes, martes y miércoles próximos. “Esos días también se puede disfrutar de las terrazas, de la gastronomía y de la música”, recordaba. La posibilidad de ampliar sus terrazas a calles cerradas al tráfico ha llevado a que muchos puedan ampliar el número de comensales. La calle Presbítero Emilio García, Lope Gisbert y Álamo se han convertido en calles salón donde heladerías, bares, restaurantes y cafeterías han situado mesas y sillas para atender a mayor número de clientes.

             Estos días muchos establecimientos han ampliado el número de trabajadores. Se han contratado cocineros, camareros y personal de limpieza para hacer frente al aumento significativo de clientes. En las cocinas se comienza a trabajar casi de madrugada para atender hasta dos y tres turnos de comidas. Los clientes han cambiado algunos de sus hábitos. Han dejado la tapa y la barra por mesa y mantel con comida de varios platos. Se alargan las sobremesas que muchas veces han comenzado en el aperitivo.

             Y los camiones de reparto ‘toman’ el casco antiguo a primera hora para reponer de bebidas a los establecimientos, mientras carnicerías, pescaderías, fruterías y panaderías hacen su particular ‘agosto’, una situación que no se vivía desde antes de la pandemia. “No cabe dudas que de este giro nos beneficiamos todos, no solo la hostelería. También el comercio esperamos que mejore sus ventas con la llegada de público estos días que vendrá de poblaciones y provincias limítrofes”, admitía el presidente de los hosteleros.

             El edil de Festejos, José Ángel Ponce, también se congratulaba de la situación, aunque pedía “calma” a todos para evitar “aglomeraciones”. En la primera jornada de celebración en el casco antiguo se cumplieron las normas. “Los lorquinos están respetando la obligatoriedad de consumir sentados en mesas, con ello, se están evitando las masificaciones habituales de otros años que en estos momentos no están permitidas”.