Caravaca de la Cruz vive entre la consternación y el dolor por el fallecimiento del pequeño Miguel Pérez de 9 años de edad, que perdía la vida el pasado viernes tras asfixiarse mientras jugaba con una cortina en la cocina de su casa en la céntrica calle Cervantes. Al mediodía de ayer, sus restos mortales llegaban hasta la sala número 1 del tanatorio de Caravaca de la Cruz, donde quedó instalada la capilla ardiente. El entierro esta previsto para hoy a las doce.

Su hermana mayor, de 17 años de edad, alumna del IES San Juan de la Cruz, estaba de viaje de estudios en San Remo y tras conocer el fatal desenlace regresaba ayer por la mañana hasta la población del Noroeste murciano. Una gran conmoción también se ha vivido en el colegio la Santa Cruz donde cursaba sus estudios el niño. El centro ha enviado las condolencias de toda la comunidad educativa a la familia, que por otro lado es muy conocida en el municipio. También fue grande el dolor que se vivió en el equipo municipal de tenis del que era componente el pequeño Miguel.

Un equipo de psicólogos del '112' está atendiendo en todo momento a los padres y familiares más cercanos que están rotos de dolor. En declaraciones a esta Redacción, el concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Antonio Muñoz, trasladaba el dolor de toda la corporación municipal. «Son momentos muy tristes para el municipio», explicó el edil, quien remarcó que el Consistorio ha decretado dos días de luto oficial. Las banderas del Ayuntamiento ondean a media asta desde ayer, con crespón negro. En su memoria se guardarán dos minutos de silencio en todos los actos oficiales de estos días.