La policía disuelve las protestas propalestinas en las universidades de EEUU

Estados Unidos vive la mayor oleada de activismo estudiantildesde las manifestaciones y marchas contra el racismo de 2020, tras el violento asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía, en plena pandemia. El sistema universitario público y privado está convulsionando de nuevo en gran parte del país tras la represión violenta de los manifestantes en contra de la guerra de Gaza. En la Universidad de California Los Ángeles, la policía ha desmantelado este jueves el campamento propalestino y ha arrestado a 130 personas, siguiendo la estela de otras actuaciones de las fuerzas del orden en universidades del resto del país. En total, el número de detenciones asciende ya a 2.000.

Ante el escenario de protestas, el presidente Joe Biden ha replicado que las protestas estudiantiles no le van a hacer replantearse sus políticas en Oriente Próximo. En una rueda de prensa de urgencia en la Casa Blanca, el presidente se ha limitado a decir que los estudiantes tienen derecho a protestar pacíficamente pero que el vandalismo, la ocupación de edificios e impedir el transcurso normal del curso académico no constituye una protesta pacífica.

En la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), los estudiantes acampaban sin sobresaltos en la plaza principal desde hacía días cuando fueron sorprendidos por manifestaciones paralelas por parte de organizaciones pro-Israel, algunos de los cuales agredieron a los que pedían el fin de la guerra.

"Los contramanifestantes pro-Israel se han encargado de acosar y atacar a los miembros de la comunidad de UCLA, como vimos el domingo y de nuevo anoche", explica a El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, Anny Viloria Winnett, estudiante de doctorado de Salud Pública y una de las coorganizadoras del llamado campamento de Solidaridad con Palestina.

En respuesta, la universidad envió a la policía metropolitana con lo que el conflicto escaló aún más en su virulencia. La policía ordenó a los manifestantes que abandonaran el campamento de UCLA alrededor de las 18.00 hora local, pero cientos de ellos permanecieron sentados en el lugar. A primera hora del jueves, la policía formó filas y penetró en el campamento forzando el desalojo. Decenas de manifestantes abandonaron la zona con las manos en alto y unos 60 manifestantes fueron detenidos por la policía y subidos a autobuses.

El estallido de protestas, que comenzó en la ciudad de Nueva York, ya sacude a todo el país. Allí, la pasada noche hubo 300 detenidos entre las universidades de Columbia y el City College de Nueva York, según informó el alcalde Eric Adams. La policía arrestó a activistas que ocuparon un edificio en la universidad y desalojaron las tiendas de campaña del campus. En el Dartmouth College de New Hampshire, hubo 90 detenciones más, entre ellos un miembro del profesorado de 65 años que describió su detención como "brutal". En la privada Universidad del Sur de California (USC), donde se ha cancelado la graduación de más de 18.000 estudiantes, la policía detuvo a 100 personas más.

Vídeos de testigos presenciales de UCLA mostraban cómo se construyeron barricadas improvisadas para proteger a los manifestantes propalestinos antes de que la policía acudiera al campus. Sin embargo, las cargas de antidisturbios equipados con cascos, escudos y porras, ha dejado múltiples heridos, algunos de ellos graves.

El rector investigará los ataques

"Nos preocupa que la dirección de UCLA, USC y Columbia haya utilizado o permitido el uso de fuerza violenta contra estudiantes y sindicalistas que ejercían su derecho a protestar contra la matanza de Gaza", declaró Rafael Jaime, copresidente del sindicato mayoritario, el United Automobile Workers (UAW), en un comunicado enviado a los 48.000 trabajadores que representa de todo el sistema de las universidades de California. 

El sindicato ha hecho un llamamiento a la huelga a todos sus trabajadores, que se someterá a voto la semana próxima, en protesta por la "violación de derechos civiles y laborales de los trabajadores académicos". La UAW ya votó por un margen de 10 a 1 en enero para exigir un alto el fuego inmediato y permanente, el fin de la ocupación y "el fin de la ayuda militar que está prolongando este genocidio".

Los estudiantes, además, se preocupan por quién financia sus investigaciones y por las acciones en las que su universidad invierte. "Exigimos a la universidad que retire sus inversiones en los fabricantes de armas y los especuladores de la guerra", escribía Winnett para este diario aún desde el campamento propalestino de UCLA. 

Con los campamentos de protesta ya desmantelados, se extiende la preocupación por la represión contra la libertad de expresión, cuyo movimiento se inició justamente en los campus de la universidad pública de California, cuna del movimiento hippy.

El rector de UCLA, Gene Block, salió al paso de las críticas y dijo que la "atroz" agresión a los manifestantes propalestinos, que se produjo horas después de que su campamento fuera declarado ilegal por la universidad que él dirige, fue cometida "por un grupo de instigadores". El rector afirmó en un comunicado que llevarán a cabo una investigación "que podría dar lugar a detenciones, expulsiones y despidos".