Discurso de su líder

Más vivienda y apoyo a los trabajadores: la receta del Partido Laborista para ganar las elecciones en el Reino Unido

La prudencia y la contención han marcado un discurso que tan solo se ha salido del guion con la irrupción de un manifestante, que ha lanzado purpurina al líder laborista al grito de “la verdadera democracia está liderada por la ciudadanía”

Keir Starmer, líder del Partido Laborista de Reino Unido.

Keir Starmer, líder del Partido Laborista de Reino Unido. / Archivo

Lucas Font

El discurso del líder laborista, Keir Starmer, en la conferencia de su partido ha seguido este martes con el guión previsto: lograr atraer al máximo de votantes sin entrar en polémicas que puedan derrumbar la amplia ventaja que le separa del Partido Conservador en las encuestas. Un discurso centrado en el apoyo a las clases trabajadoras, golpeadas por el aumento del coste de la vida, y al mismo tiempo con el objetivo de lograr un crecimiento económico basado en la inversión en infraestructuras y en la colaboración entre las empresas privadas y el sector público

La prudencia y la contención han marcado un discurso que tan solo se ha salido del guion con la irrupción de un manifestante, que ha lanzado purpurina al líder laborista al grito de “la verdadera democracia está liderada por la ciudadanía”. Una acción que Starmer ha aprovechado para lanzar un dardo a la anterior dirección, liderada por Jeremy Corbyn, y al sector más izquierdista de la formación: “protestas o poder: por eso hemos cambiado al partido”, ha dicho Starmer, quien ha puesto en valor su compromiso con la OTAN y con el combate el antisemitismo, a diferencia de su predecesor. 

Más vivienda

Starmer se ha presentado como el único líder capaz de reconstruir el país tras 13 años de gobiernos conservadores, en los que la situación de los británicos “tan sólo ha empeorado”. En un discurso destinado a las clases trabajadoras, el líder laborista ha criticado la mala gestión de los ‘tories’ en materia de salud, con listas de espera cada vez más largas en la sanidad pública, y ha insistido en sus planes de construir 1,5 millones de viviendas en los próximos años para aliviar la escalada de los precios. “Comprar una casa está fuera del alcance de millones de personas y, si no actuamos, se convertirá en algo cada vez más lejano. Será un lujo para unos pocos, y no un privilegio para la mayoría”, ha señalado.

El líder laborista ha compaginado su defensa de los trabajadores con mensajes destinados a tranquilizar a los mercados y a las empresas. “Estamos a favor de recortar el despilfarro y la deuda y defendemos la necesidad de lograr estabilidad. La responsabilidad fiscal no es negociable”, ha dicho un Starmer confiado en liderar al país en los próximos diez años, el tiempo necesario para cambiar las políticas de los gobiernos conservadores. Los laboristas insisten, sin embargo, en la necesidad de potenciar el crecimiento económico con un reparto más justo de los beneficios. “En los años ochenta, los tories trajeron el ‘big bang’ financiero, pero todavía seguimos pagando las consecuencias. La riqueza y las oportunidades han estado concentradas en manos de unos pocos. Con el Partido Laborista, los ganadores serán los trabajadores”.

Críticas a los conservadores

Al equilibrio entre la defensa de la inversión privada y el apoyo a los trabajadores se han sumado las repetidas críticas al Partido Conservador y al primer ministro, Rishi Sunak. “La idea de que vuestras vidas, vuestros servicios y vuestros futuro no son más que piezas de un tablero está muy arraigada en su mentalidad. No tienen forma de entender por lo que habéis pasado”, ha dicho Starmer en un mensaje destinado a captar a los votantes conservadores decepcionados con la deriva hacia las “turbias aguas del populismo y de la conspiración” que ha tomado la formación.

Parte de esta estrategia pasa por la defensa de la inversión en tecnologías e iniciativas para fomentar la transición ecológica, como la construcción de fábricas de baterías o la instalación de nuevas plantas de energía eólica. Unas propuestas que chocan frontalmente con la marcha atrás de Sunak en la implementación de las políticas verdes. “Las facturas que pagan ahora los trabajadores son más caras porque [los conservadores] no han construído plantas de almacenamiento de gas y porque no han invertido en las energías limpias”, ha asegurado el líder laborista, quien ha vuelto a defender la creación de una empresa pública de energía en caso de ganar las elecciones.

La sensación de optimismo se ha apoderado de la conferencia de la formación, con un Starmer consciente de que está en su mano lograr la victoria y devolver al partido a Downing Street. Por ahora todo apunta en esa dirección, pero el líder laborista no quiere vender la piel del oso antes de cazarlo y reconoce que todavía queda camino por recorrer. “Esto no ha terminado, de hecho apenas acaba de empezar. Así que tenemos que ser disciplinados, concentrarnos, estar listos para contraatacar y tener confianza, porque ya hemos llegado muy lejos”.