Consejo Europeo

La UE ofrece "garantías de seguridad" a Ucrania y mira con inquietud a la frontera con Rusia y Bielorrusia

La inquietud y la preocupación por lo ocurrido el pasado fin de semana y la situación en Ucrania han vuelto a dominar parte de la primera jornada del Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas

Vista general del Consejo Europeo, este jueves en Bruselas.

Vista general del Consejo Europeo, este jueves en Bruselas. / CONSEJO DE LA UE

Silvia Martínez

La "insurrección armada" fallida protagonizada por el grupo de mercenarios Wagner y su entrada en Bielorrusia, ha cogido desprevenidos a los líderes europeos que miran con inquietud y temor al posible reagrupamiento de tropas en ese país, fronterizo con Letonia, Lituania y Polonia. "Mantenemos un ojo muy cauteloso sobre todo lo que ocurre en Bielorrusia con (Yevgueni) Prigozhin y un número desconocido de combatientes muy entrenados y hábiles que presumiblemente se unirán a él. Supone una amenaza potencial. Probablemente no se trata de una amenaza militar frontal, sino de un intento de infiltración en Europa con fines desconocidos" pero "significa que tenemos que aumentar nuestra vigilancia fronteriza y asegurarnos de que podemos controlarlo", ha explicado este jueves el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins, uno de los principales apoyos de Ucrania en la UE, durante la primera jornada del Consejo Europeo.

La inquietud y la preocupación por lo ocurrido el pasado fin de semana y la situación en Ucrania han vuelto a dominar parte de la primera jornada del Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, el último que se celebra con Suecia como presidencia de turno de la UE, que cederá este sábado 1 de julio el testigo a España. "Sólo puedo decir que tenemos que observar muy atentamente lo que está sucediendo en Rusia, en Moscú y en Bielorrusia con Wagner", ha reconocido el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, en su estreno en una cumbre. Lo mismo que otros dirigentes europeos ve lo ocurrido con los paramilitares de Wagner como un problema interno ruso pero teme las ramificaciones y las consecuencias que pueda tener en la UE, particularmente si se traslada a un 'país títere' como Bielorrusia, a quien los líderes han vuelto a pedir que "deje de permitir al Ejército ruso que utilice su territorio, incluso para el despliegue de armas nucleares tácticas", señala el documento de conclusiones acordado.

Según fuentes diplomáticas, han sido varios los líderes europeos que han apuntado durante el encuentro a la narrativa nuclear del Kremlin y Minsk y a la presencia de Wagner en Bielorrusia como "un cóctel explosivo" aunque la conclusión es que hay que "mantener la cabeza fría". Entre los más preocupados, los países bálticos. "Si Wagner despliega sus asesinos en serie en Bielorrusia, todos los países vecinos se enfrentan a un peligro de inestabilidad aún mayor", ha alertado el presidente lituano, Gitanas Nauseda, que este miércoles se desplazó a Kiev junto con el presidente polaco Andrzej Duda.

Putin debilitado pero un peligro

"Está claro que Putin sale debilitado de esta crisis, pero un Putin más débil es un peligro mayor. Así que tenemos que ser muy conscientes de las consecuencias. Todo sigue sin estar claro. ¿Qué ha ocurrido? ¿Quién estaba detrás de este intento de levantamiento o rebelión militar? Algunos generales han sido detenidos, así que supongo que Putin tendrá un estado de ánimo de limpieza interna y más asertivo", se ha preguntado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que ha coincidido con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en que lo ocurrido demuestra que "hay grietas y divisiones dentro del sistema ruso" aunque es "pronto para sacar conclusiones definitivas", ha explicado el noruego poco antes del almuerzo que ha mantenido con los líderes europeos.

Europa no es parte de lo ocurrido en Rusia y afronta el incidente como un observador. "Sólo podemos observar, nuestro objetivo no es un cambio de gobierno, un cambio de régimen", ha avisado el canciller alemán, Olaf Scholz. La incertidumbre, sin embargo, sigue siendo grande. "Todavía no está claro cuántas de las fuerzas de Wagner acabarán en Bielorrusia o en otros lugares", ha añadido el secretario general aliado, para quien lo importante ahora, lo mismo que para los Veintisiete, es seguir cerrando filas y "seguir apoyando a Ucrania" todo el tiempo que sea necesario, con financiación o el envío de armas. 

Es la respuesta que han vuelto a defender durante una reunión en la que han vuelto a escuchar por videoconferencia y sin teléfonos móviles en la sala al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien este sábado visitará Pedro Sánchez, en su primer viaje oficial como presidente de turno de la UE. En sus conclusiones de este debate, los Veintisiete han abierto la puerta a ofrecer las "garantías de seguridad" a largo plazo a Kiev. "La Unión Europea y los Estados miembros están preparados para contribuir, junto con sus socios, a los futuros compromisos de seguridad a Ucrania que le ayudarán a defenderse a largo plazo, disuadir actos de agresión y resistir los intentos de desestabilización", señalan las conclusiones sin dar detalles de en qué consistirán pero comprometiéndose a "considerar con rapidez las modalidades" que respetarán en cualquier caso "las políticas de seguridad y defensa de algunos Estados miembros". Se trata de un mensaje destinado a tranquilizar a los países neutrales como son Malta, Austria e Irlanda. 

Los Veintisiete también se han comprometido a intensificar los contactos diplomáticos con terceros países para lograr el "apoyo internacional más amplio posible" al plan de paz propuesto por Zelenski y a trabajar por la celebración de una cumbre global para discutir la propuesta. Además, y para apoyar la reconstrucción del país encargan a la Comisión Europea que presente una propuesta sobre la posible utilización de los activos congelados al Banco Central de Rusia. Bruselas ya ha confirmdo que su intención es presentar un documento antes del parón estival.