Campamento de Carthagineses y Romanos: Donde más late el corazón festero

El campamento permite viajar al pasado a través de los recintos de época de los cincuenta grupos púnicos y romanos

Queimada de las Tropas de Baal-Hammon

Queimada de las Tropas de Baal-Hammon / Karma21

Carlos Illán

El campamento es un icono de Carthagineses y Romanos, habiendo sido clave en el rápido crecimiento que tuvo esta fiesta. Estructurados en dos calles, una carthaginesa y otra romana, en ellas se distribuyen las 25 tropas y las 25 legiones. Es un auténtico parque temático de la vida de hace veintiséis siglos.

El campamento se estrenó en el paseo del Muelle, con tiendas que fueron aportadas por el Ejército de Tierra, pasando en 1991 al Parque de Artillería y al año siguiente hubo que sacarlo de la ciudad por la dimensión que estaba tomando la fiesta, ubicándose en los terrenos del entonces Pryca, ahora centro comercial La Rambla, donde en 1998 estrenaron la gran fachada creada por Rafael Braqueais y Domingo Llor. Desde 2001 está junto al parque Antonio Vallejo Alberola y el estadio Cartagonova. Aunque el recinto no es estable (es una vieja aspiración festera) y cada año hay que montar y desmontar, es un lugar que ha tenido tranquilidad hasta 2021, cuando el propietario de los terrenos del entorno comenzó a urbanizarlos, lo que generó que el Ayuntamiento de Cartagena plantease el traslado. Los festeros, como reflejaron las encuestas, eran remisos, pero la votación definitiva que tuvo lugar en mayo de 2021 en El Luzzy deparó que aceptaban el traslado a los terrenos de Mandarache por 50 frente a 39 votos. Se calculaba que para este año ya estarían en el nuevo lugar, pero hace ya meses se paralizó y actualmente se encuentra en 'punto muerto'. 

Plano del campamento

Plano del campamento

Solamente pasear tiene numerosos atractivos al observar la espectacularidad y detalles históricos de las fachadas, pero destaca también la constante actividad de actos internos que organizan los diferentes grupos y a los que puede asistir cualquier visitante, al igual que en las degustaciones gastronómicas, pues viandas y pócimas recorren constantemente ambas calles. También hay ‘Campamento de día’, en el que numerosos recintos ofrecen tapa y bebida a bajo precio, especialmente los fines de semana. Durante un tiempo, el campamento tuvo fama de tarifas muy elevadas por parte de los festeros. Aunque esa fama todavía mantiene coletazos, lo cierto es que desde hace mucho tiempo los precios son, en su gran mayoría, normales. Otra fama que tuvo fue de lugar conflictivo, pero ese problema se erradicó alejando la zona de botelleo de la juventud de la gran aldea. 

Volviendo a la vida de campamento, destacar que las propuestas son muy numerosas, como investiduras de mandos de tropas y legiones, noche de bodas al rito romano y púnico, invocaciones a los dioses, elaboración de brebajes y queimadas, distinciones, numerosos conciertos de bandas de música en directo…, y todo gratuito para festeros y visitantes. También hay que destacar los asaltos de unos grupos a otros, tradición que tiene su origen desde el ‘Annus I’ en el paseo del muelle.