Además de su faceta artística, el cantante y presentador de televisión Antonio Hidalgo ha heredado de su madre el secretismo a la hora de desvelar su edad. No hubo manera de sacarle ese dato cuando nos reunimos con él para que nos contase cuál fue el mejor verano de su vida.

¿Tan presumido eres?

El secreto de mi edad es herencia de mi madre. Mis hermanos y yo especulamos que andará por los 89 años; pero es que hasta adulteró la fecha en el libro de familia. El médico le dijo que si seguía quitándose años, la próxima vez que viniese la mandaría al pediatra (risas).

También heredaste de tu madre tu faceta artística, ¿no?

Pues sí, cuando era jovencita era ‘cancionetista’, hizo sus cositas en la compañía de Carmen Morel y Pepe Blanco, pero luego conoció a mi padre, un andaluz de cortijo profundo, y le dijo que su familia no veía bien que se subiera a los escenarios. Siempre me ha contado que dejarlo fue la peor decisión de su vida. Eran tiempos duros para las mujeres.

¿Cuál recuerdas como el mejor verano de tu vida?

La foto que he seleccionado es de un verano en la playa de Rota, en Cádiz. ¡Qué agustico se estaba con esa edad! Ese año me acuerdo perfectamente de que España ganó Eurovisión con el La, la, la de Massiel, que competía con el famoso Congratulations de Cliff Richard. Eran esos años que las familias nos juntábamos para ver las votaciones en la tele.

¿Cómo eran esos veranos?

Los recuerdo con mucho cariño. Mi grupo era peculiar porque no eran veraneantes sino hijos de gente de allí que eran mezcla de roteños con americanos de la Base, eran menos finos que los veraneantes. Lo que me gustaba es que yo era un elemento extraño y mis amigos, más brutos, me protegían de las bofetadas y me dejaban con las chicas. Una vez me monté en una bicicleta alucinante y lo último que recuerdo es el castañazo de un americano de 14 años que me apeó de la bici. También recuerdo los partidos de fútbol en la playa cuando bajaba la marea.

¿Qué más recuerdas de tu niñez y adolescencia?

Recuerdo que yo siempre aparentaba menos edad de la que tenía, iba al cine y no me dejaban entrar. Tuve verdaderos complejos con eso, yo quería tener barba y no me salía y ahora odio afeitarme. En la vida tendríamos que poder volver para atrás una vez que ya sabe uno de qué va este invento y ya tienes la experiencia.

¿Ibas al cine de verano?

Claro, pero ni me acuerdo de las películas que veía. Entonces sólo te fijabas en sentarte al lado de la que te gustaba. Sí me acuerdo de las pipas o de lanzarnos palomitas.

¿Y te marcó alguna canción del verano?

Recuerdo las de Fórmula V (y canta «vacaciones de veranooo para tíii»), el Rayo de Sol de Los Diablos, Mamy Blue de los Pop Tops, me pilló toda esa época. Aunque mi primer amor musical fue Karina. También eran mis mitos Camilo Sesto, Nino Bravo y Raphael.

¿Tu primer amor fue en verano?

Sí lo fue y además lo tengo muy clarito. Mis padres se hicieron una casita en la sierra de Madrid en una urbanización y un año llegó una chica como salida de un cuento. Se llamaba María y era santanderina, rubia, de ojos azules, el prototipo de chica que te enamora a los 15 años. Nos carteamos, fui a Santander a verla y a día de hoy me mola recordarlo. Creo que mi madre aún conserva nuestras cartas (suspira). A esas edades la distancia es definitiva.

¿Cómo fueron tus inicios?

Mi primer grupo fue ‘Graduados’ pero mi padre quería que fuese abogado o médico. Me matriculé en Derecho y lo dejé cuando jubilé a dos o tres catedráticos. Cuando entré los bocatas de la cantina valían la mitad de cuando salí. En esa época un productor me escuchó y me dijo que buscaba jingles (sintonías) para publicidad, era Álvaro Nieto que ha sido mi padre artístico. Grabé temas musicales hasta para Cortylandia y ganaba dinero, eso tranquilizó a mis padres. A la vez seguía intentando grabar un disco con mi grupo pero aquello fue un desastre así que llevé los espectáculos de un local de ocio nocturno y de allí llegaron las primeras intervenciones en televisión, con Jesús Hermida y después con ‘Sabor a Ti’ de Ana Rosa Quintana.

¿Cómo fue venir a Murcia?

En 2008 me llamaron de la televisión autonómica para sustituir a Carlos Lozano en ‘En esta Noche’. Recuerdo que llegué un 11 de enero y lo primero que me sorprendió fue el pedazo de día que hacía. Llamé a mi casa para contar que estaba en manga corta. En un principio venía a grabar los viernes y me volvía a Madrid, pero eso me duró tres semanas. Cuando me vine a dar cuenta estaba viviendo en un hotel en Murcia y me fui enganchando a la vida de aquí y busqué una casa. Han pasado diez años desde ese día y me encanta vivir en Murcia. Procuro ir a Madrid lo menos posible, me siento un extraño allí.

¿Qué es lo que más te gusta de Murcia?

Murcia es una mezcla curiosa. Tiene las ventajas de una ciudad grande y la tranquilidad de una ciudad pequeña. Yo ya soy un murciano egoísta, cuando hablan de hacer cosas para que la ciudad se desarrolle yo digo... venga, venga, pero lo justo. Me daría mucha pena que Murcia pierda el encanto que tiene. Y me encanta tener la playa tan cerca.

¿Este verano qué planes tienes?

No me gusta hacer planes. Mi mejor plan es el que te viene de inmediato. Me he escapado tres días con mi mujer a Formentera y ahora voy a volver allí con mi hijo. En agosto siempre me bloqueo una semana y este año nos vamos a ir a Grecia. Eso lo hago básicamente para evitar el divorcio. Además tenemos mucho trabajo con Los Happys hasta 2019. El viernes 20 actuamos en la sala Trips de La Manga. Respecto a proyectos televisivos, esa es la gran incógnita para la próxima temporada.