Fútbol

Competición da por acabado el Lleida-Yeclano con 0-1 en el marcador

El encuentro de ida del play off a Primera RFEF no se reanudará después de ser suspendido en el minuto 93 por el lanzamiento de una botella

WhatsApp Image 2024 05 12 at 21.14.13 (1)

WhatsApp Image 2024 05 12 at 21.14.13 (1)

David Castillo

El día después del ya inolvidable partido del Yeclano Deportivo en Lleida ha sido toda una montaña rusa de sensaciones para el club azulgrana. El equipo de Adrián Hernández confirmó su victoria en el Camp d’Esports a las 1:21 de la madrugada subido en el bus, cuando la expedición transitaba ya a cien kilómetros de distancia de Lleida rumbo a casa por la carretera C-12.

Recapitulemos. El arbitro suspendió el partido en el minuto 93 cuando el Yeclano ganaba 0-1. En ese momento, se sucedieron diversos episodios lamentables, entre ellos un botellazo de pleno al delegado azulgrana José Miguel Ortuño ‘Popi’, que tuvo que ser asistido momentáneamente por los servicios médicos. 

Seguidamente, en medio de una locura colectiva excesiva en el estadio catalán, un integrante de los Mossos d’Escuadra asumió un papel totalmente improcedente, y en vez de velar por la seguridad del equipo visitante, alteró más la situación dando un desproporcionado empujón al entrenador Adrián Hernández cuando éste preguntaba por la situación.Tras un amago de ir a vestuarios frustrado por el lanzamiento de más objetos desde la grada, el colegiado señaló tres pitidos suspendiendo el partido. Llegaron entonces más lanzamientos de botellas sin dar en la diana, mientras que un mechero sí impactaría sobre el defensa Algisi.

El club de Yecla, tras ir ganando sobre el césped, tuvo que defender esa victoria después desde el vestuario y el autobús. Las botas y las espinilleras pasaron a los argumentos y ediciones de vídeo una vez que el colegiado maño Manuel Ramírez Marcos afirmó en su acta que la situación era tal que no se podía garantizar la seguridad en el estadio para concluir el tiempo de añadido.

La situación era insólita

El Yeclano pedía certezas de seguridad y coherencia ante los desplazamientos. El Lleida, en vez de ser consecuente con los hechos, se ansiaba en jugar los minutos que restaban de descuento a mitad de semana, e incluso su portavoz le daba lecciones a la prensa murciana sobre qué era o no lo que habían visto en el desafortunado empujón del Mosso a Adrián.

La resolución federativa fue tajante en resolver el encuentro como concluido, y poniendo en valor los argumentos del Yeclano, que además de víctima de unos hechos lamentables, no podía verse doblemente afectado con otro desplazamiento del cual no tenía responsabilidad. Y pese a todo ello, el Lleida ha anunciado que recurrirá en el plazo de 48 horas que dispone.

Desde el fatídico descuento, el ánimo de los azulgranas fue pasando del miedo inicial, la indignación, la concentración por las alegaciones ante una evidente desventaja competitiva, la consiguiente alegría por la resolución del Comité de Competición, la ilusión por disponer de ventaja en el objetivo de lograr la clasificación, y la responsabilidad de organizar un partido de vuelta donde el protagonismo solo se lo debe llevar el fútbol y no un puñado de cafres, y que el titular sea el de la clasificación y no el de la suspensión.