Felipe Moreno escapa a la quita de su propio Plan de Reestructuración

El Plan de Reestructuración presentado por el Real Murcia el pasado mes de enero en el Juzgado de lo Mercantil y que ya está a la espera de que María Dolores de las Heras confirme su homologación solo cuenta con dos votos favorables. Uno es el de Felipe Moreno, presidente de la entidad y gran beneficiario de un proceso que no solo le ahorrará pagar el 95% de los créditos privados sino que además le libera de las quitas; y el segundo es el Ayuntamiento de Murcia, que también se asegura cobrar hasta el último céntimo de lo que se le adeuda desde Nueva Condomina.

A la espera de saber qué acreedores impugnarán el Plan una vez que el mismo sea aceptado por los Juzgados, ya hay una sentencia de otro proceso similar que puede animar a los afectados a ‘disparar’ contra un procedimiento que, según algunos juristas, podría no respetar el principio de igualdad.

Y es que, aunque Felipe Moreno lleva meses defendiendo que «yo soy el primero que pierde», el texto presentado en el juzgado lo deja como el principal ganador. Si todo sale adelante como se espera, no solo se ahorrará hasta el 95% de la deuda privada, sino que además se ha asegurado no perder ni un céntimo de los cuatro millones que él aportó como préstamos al club y que le han permitido, como acreedor que es, votar a favor de su propio Plan anulando cualquier opinión contraria del resto de afectados.

Esos cuatro millones aparecen dentro del Plan, al que ha tenido acceso esta redacción, como deuda subordinada de financiación interina, deuda que queda fuera de la quita del 95% que sí afectará al resto de acreedores privados. Porque, pese a que Felipe Moreno siempre ha defendido que es él el primero que pierde su dinero, al final el presidente del Real Murcia no perderá absolutamente nada. Y todo porque esos cuatro millones «se convertirán en capital social», tal y como se lee en el documento presentado en el juzgado.

La jugada perfecta

Aunque esos 4 millones, que están dentro de los 8 que Felipe Moreno se comprometió a poner a su llegada, deberían haberse convertido hace ya varios meses en acciones, tal y como se aprobó en la Junta de Accionistas del 8 de marzo de 2023, los responsables granas decidieron diseñar una jugada que les diera la victoria absoluta.

De los mencionados 8 millones, en noviembre se convertían 4, que serán los que se diluyan una vez se deje el capital a cero, pero los otros cuatro millones se conservaron como deuda, no atendiendo lo aprobado en marzo. Así, por un lado, Felipe Moreno mantenía su condición de acreedor, fundamental para sacar adelante el Plan de Reestructuración con su voto -algo que permite esta nueva ley concursal-; y por otro, esquivando la quita que sí aplica al resto de acreedores, se aseguraba la mayoría absoluta una vez que deje a cero el capital y se haga una nueva ampliación. Ampliación en la que no tendrá que aportar más dinero, porque simplemente convertirá los que ya puso el año pasado.

¿Créditos de primera y de segunda?

Resulta curioso que mientras que Felipe Moreno podrá convertir su préstamo en acciones, Agustín Ramos no podrá hacer lo propio con el crédito de 2,1 millones que compró a Santa Mónica. «Dichos créditos tendrán una quita del 95% y el pago del 5% en el periodo de tres años», se explica dentro del Plan.

No pierde Felipe Moreno, cuyo voto favorable va a permitir que María Dolores de las Heras, titular del Juzgado de lo Mercantil, homologue el Plan y rescate una vez más, y ya son muchísimas, al Real Murcia, y tampoco pierde el Ayuntamiento de Murcia, el otro acreedor que ha dado el visto bueno al documento.

José Ballesta, alcalde de la capital, no ha dudado de abrazar la reestructuración murcianista, pese a saber que muchísimas pequeñas empresas de la ciudad se verán perjudicadas por ese proceso, dejando de cobrar el 95% de lo que les adeuda el Real Murcia desde hace ya muchos años. Pero, despreocupándose del varapalo que recibirán el resto de pequeños acreedores, desde La Glorieta han apoyado toda la operación asegurándose eso sí de cobrar el 100% de lo que se debe a las arcas municipales.

Así, al entrar dentro de la clase privilegiada, quedan al margen de cualquier tipo de quita, por lo que el Real Murcia les tendrá que abonar casi 160.000 euros -16.991 euros por el IBI, 199.567 a Emuasa y otros 39.600 que aparecen como crédito general- en varios plazos.

El 20,5% arrastra al 79,48

Mientras que Felipe Moreno con sus cuatro millones representa un 19,28% el total de la deuda y el Ayuntamiento de Murcia apenas un 1,2%, hay un 79% de acreedores -casi la mitad pequeñas empresas- que sentirán el hachazo una vez que el Mercantil homologue el texto elevado a público el pasado 30 de enero. Y es que todo el peso de esta nueva ley concursal recaerá sobre ellos, viéndose condenados a una quita del 95% y a cobrar el 5% restante en varios años.

Esos créditos, que no tienen los privilegios ni de Felipe Moreno ni del Ayuntamiento, han sido divididos en dos clases. Por un lado aparecen las grandes empresas, que representan un 35,8% y a las que se les adeudan 7,5 millones; y por otro, están las Pymes, a las que el club les debe hasta 6,8 millones de euros.

Con el Plan elevado a público el pasado 30 de enero, después de varios fiascos, el Mercantil lo homologará en unos días, y entonces será cuando los acreedores perjudicados, que son casi el 80%, deberán decidir si impugnan alegando, entre otras cosas, que el texto elaborado por Higinio Pérez no respeta el principio de igualdad.