El Inter saca los colores al Jimbee Cartagena en el Palacio

Contundente derrota de Jimbee Cartagena ante un Inter Movistar que goleó y de qué forma al conjunto de Duda en una segunda parte para el olvido para los cartageneros. Tras competir una muy buena primera mitad, en ocho minutos de segundo acto los cartageneristas se vieron con un (1-8) más que doloroso, demoledor. Los trece minutos restantes

El Jimbee Cartagena volvía a la pista del Palacio de los Deportes tras su tempranera eliminación en Copa de España, una nueva oportunidad para volverse a encontrar y redimirse de aquel oscuro capítulo. El partido que tendría por delante no sería para nada fácil, enfrente un Inter Movistar que de igual forma se despedía en primera ronda de Copa y que llegaba más que enrachado en la competición liguera. Con cinco victorias y un empate en las últimas seis jornadas, los de Alberto Ríquer llegaban a Cartagena sexto con tan solo dos puntos de distancia con los de Duda, que eran quintos, por lo que de seguir con esa racha, podría incluso adelantar al conjunto cartagenero en la tabla LNFS. Por su parte, una victoria local supondría además de poner más tierra de por medio en esos puestos play off, escalar una posición más dada la derrota de Palma ante un colista Noia.

El encuentro comenzó con un Jimbee arrollador, que apretó y mucho arriba. Waltinho avisó hasta en dos ocasiones en los segundos de partido, con disparos de chilena y al segundo poste, pero no sería hasta el segundo minuto cuando el propio pívot brasileño daría la única alegría para los aficionados cartageneristas. Tras un saque al segundo palo desde la esquina, hubo un remate de volea que paró Jesús Herrero a la frontal del área, donde Waltinho esperaba para terminar de empalar la jugada. Un espejismo, una ilusión óptica. Por desgracia el (1-0) de Waltinho solo fue eso para los intereses de los locales en una noche negra para el equipo liderado por Duda. La primera mitad funcionó la maquinaria del cuadro cartagenero, que prácticamente doblegó y mandó en todos los aspectos del juego sobre un apagado Inter Movistar que defendía como podía las embestidas de Jimbee Cartagena.

Con una sensación de gobierno por parte de los locales, pero sin ninguna efectividad sobre la portería defendida por Jesús Herrero, se llegaría al 19 de partido, cuando Cecilio empataba la contienda para los madrileños. Un slalom desde la izquierda del autor del gol, terminó con recorte hacia adentro y un golpeo potentísimo que hundió a Chemi en su puerta (1-1). Algo desolador el final de primera parte para los rojiblancos, aunque más lo sería el arranque de la segunda.

El segundo acto, fue una auténtica tragedia para Jimbee Cartagena, de comienzo a fin. En tan solo ocho minutos de juego, el marcador pasó de empate a uno, a verse el cuadro de la trimilenaria con un (1-7) sobre sus cabezas. Un vendaval de goles interistas barrieron de pista a un Jimbee que no mostraba signo ninguno de recuperación. Fits con dos goles seguidos en el 22’, Terry y Cecilio en el 25’ y por último Pablo Ordoñez dejaron sin respuesta alguna a un Cartagena que no sabía muy bien que pasaba sobre el cuarenta por veinte.

Aturdidos, y recibiendo infinidad de golpes, Inter se cebó con un Jimbee Cartagena que salió ya con el (1-6) con juego de cinco, y para rematar, en la primera acción de cinco en pista, Jesús Herrero marcó de portería a portería haciendo el sétimo en la cuenta de Inter. La vergüenza era mayúscula, y casi no había lugar donde meterse en el Palacio de los Deportes. Sin nada que perder ni que ganar tras esos minutos fatídicos, Jimbee aguantó como pudo hasta el final, aunque no se libró de que los colegiados le señalaran un riguroso penalti en contra, que supondría el marcador definitivo (1-8).

«Los diez primeros minutos de la segunda parte fueron vergonzosos, un desastre, una calamidad (...) Tanto el primer gol de Inter como el cuarto llegan de una falta de carácter e intensidad muy grande, que entristece mucho. A veces cinco minutos hacen más daño que seis o siete partidos jugando bien», se sinceraba un Duda muy contrariado tras el término del choque.