Tribunales

La Fiscalía pide dos años y seis meses de cárcel para Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso

El Ministerio Público también solicita penas de prisión, en concreto un año y seis meses, para el exseleccionador Jorge Vilda y los exempleados de la Federación Rubén Rivera Teijido y Albert Luque

El expresidente de la RFEF Luis Rubiales.

El expresidente de la RFEF Luis Rubiales. / EP

Tono Calleja Flórez, Cristina Gallardo, Alberto Muñoz

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado dos años y seis meses de cárcel para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por un delito de agresión sexual y otro de coacciones contra la jugadora de la selección española de fútbol Jennifer Hermoso por el beso no consentido que le dio tras la final del Campeonato del Mundo en Sídney (Australia), según consta en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario. Estos hechos crearon en la futbolista "una situación de ansiedad e intenso estrés", que se prolongó durante varios meses, resalta el documento.

El Ministerio Público también solicita penas de prisión, en concreto un año y seis meses, para el exseleccionador Jorge Vilda y los exempleados de la Federación Rubén Rivera Teijido y Albert Luque por un delito de coacciones. Además, el Ministerio Público reclama que el expresidente de la RFEF indemnice con 50.000 euros a Jennifer Hermoso por la agresión sexual. Una segunda indemnización, también de 50.000 euros, deberán afrontarla de forma solidaria los cuatro acusados por el delito de coacciones, según esta petición.

Según el relato de la Fiscalía, en el momento en el que Hermoso recibía el saludo protocolario y la felicitación de Rubiales, este "sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios".

Presión a la jugadora

Y ante las consecuencias personales y profesionales que esta actuación le podía acarrear, prosigue el documento, el expresidente de la RFEF, "en connivencia con el resto de los acusados, comenzaron a ejercer actos constantes y reiterados de presión directamente sobre la jugadora y a través de su familia y amistades con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara el beso que contra su voluntad le dio Luis Rubiales, sufriendo Hermoso una situación de hostigamiento que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente", destaca el escrito de acusación.

En concreto, Rubiales requirió a la directora de fútbol femenino de la RFEF, Ana Álvarez Mesas, que entrase a los vestuarios y mandara salir a Hermoso porque quería hablar con ella: "En este primer momento Luis Rubiales ya instó a la jugadora para que llevara a cabo una declaración pública acerca de la aceptación por su parte del beso recibido, con la que ella no estaba de acuerdo y que no tenía obligación alguna de hacer", explica el Ministerio Fiscal.

Y en el viaje en autobús camino del aeropuerto de vuelta a España, los acusados le obligaron "a bajar precipitadamente del mismo para que suscribiera una nota de prensa redactada por el equipo de comunicación de la RFEF por orden de Luis Rubiales y en la que Jennifer Hermoso no había tenido ninguna intervención y cuyo contenido no compartía, a pesar de lo cual, fue remitida a los medios de comunicación".

"Hartazgo" de Hermoso

En la escala que realizaron en Doha (Qatar), Rubiales se dirigió de nuevo a Hermoso para que accediese a hacer una manifestación pública conjunta, en la que tenía que afirmar que el beso había sido consentido, "a lo que la jugadora se negó una vez más, expresando su hartazgo y malestar al acusado por las presiones ejercidas por este", destaca la Fiscalía, que sostiene que ante la negativa reiterada de Hermoso, el expresidente de la Federación y su equipo decidieron utilizar "otra vía para conseguir lo pretendido, consistente en seguir presionando a Jennifer Hermoso, esta vez utilizando a los familiares de esta que viajaban en el mismo vuelo".

"Así, Jorge Vilda se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que consiguió hablar con Rafael Hermoso Fuentes, hermano de Jennifer, y tras intentar ganarse su confianza alabando las virtudes deportivas de la jugadora, con el único fin de que Rafael convenciera a su hermana para que realizara la manifestación pública pretendida por los acusados, y ante la reticencia de este de ceder a su petición, le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, ello tendría consecuencias negativas para ella, tanto en lo personal como en su carrera profesional como futbolista", prosigue el escrito.

Y los días 22 a 25 de agosto de 2023, con ocasión de un viaje que realizaron a Ibiza las integrantes de la selección femenina de fútbol, el exdirector de Márketing Rubén Rivera Teijido acudió a la isla e insistió, "de manera reiterada y persistente a Jennifer Hermoso para que hablase por teléfono con el responsable de integridad de la RFEF", pues este departamento había abierto un expediente respecto a los hechos acontecidos en Sídney, "en el que se pretendía, por orden del acusado Luis Rubiales, su exculpación de cualquier responsabilidad en dicho ámbito, obligando a cambiar declaraciones de intervinientes y aportando periciales parciales en su favor", destaca el Ministerio Público.

"Que la dejaran en paz"

Hermoso no accedió a las pretensiones Rivera Teijido, y pidió "que la dejaran en paz". Sin embargo, este acusado insistió en que debía participar en un vídeo "exculpando a Luis Rubiales, haciendo extensivo el hostigamiento a Jennifer a través de su amiga y acompañante durante la estancia en Ibiza, Ana Ecube Doss".

Y ante la negativa, el ex director deportivo de la Selección Albert Luque Martos se desplazó a Ibiza, "para conseguir con su presencia que participara en el pretendido vídeo, personándose en el hotel donde se alojaba la jugadora y su amiga e intentando obligar a Jennifer a hablar con él, a lo que ella se negó".

"Ante la rotunda negativa recibida, Albert Luque envió varios mensajes de WhatsApp a la amiga de Jennifer, insistiendo en su petición de ayuda para justificar la conducta de Luis Rubiales expresando su enfado, haciendo alusión a que la jugadora, por su edad, le quedaban dos años de carrera y que si en este momento le ayudaba seguramente le podría conseguir un puesto en la Federación, acusando a Jennifer Hermoso de mala persona, deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegraría si eso sucediera", argumenta el escrito de acusación, que concluye que el hostigamiento solo acabó cuando Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto de 2023.