Fútbol

Un minuto de silencio por el Real Murcia

Los granas, pese a adelantarse en el marcador de penalti, son humillados por un Málaga muy superior, confirmando lo lejos que están de los equipos que pelean por el ascenso

La plantilla, sin actitud, y Pablo Alfaro, sin soluciones

Paco Pepe M. M.

Dijo Felipe Moreno a finales de agosto, cuando la plantilla ya estaba confeccionada, cuando Munúa ya llevaba un mes y medio trabajando, que el Real Murcianos iba a divertir. También señaló en la misma entrevista que la afición se iba a sentir orgullosa del Real Murcia. Tres meses después, ni el Real Murcia divierte, ni la afición puede sentirse orgullosa del Real Murcia.

Tres meses después, el Real Murcia solo divierte a las aficiones rivales, como sucedió ayer con los aficionados del Málaga que visitaron Nueva Condomina. Tres meses después, el Real Murcia, en vez de hacer sentir orgullosa a su afición, la humilla, la humilla con partidos como el de ayer, con resultados como el de ayer, un 1-4 que hizo que Nueva Condomina se vaciase veinte minutos antes de que el colegiado señalase el final del partido, un 1-4 que permitió a los seguidores malaguistas desplazados agravar la sensación de vergüenza del murcianismo al acabar el encuentro al ritmo de olés.

Lo mejor es que ese 1-4 es que no lo vieron solo unos pocos, como hace años, lo mejor de ese 1-4 es que lo vieron hasta 22.000 personas, y es mejor porque así nadie puede decir que las crónicas engañan o que los periodistas no se suben en el barco o que hay una campaña contra el entrenador o contra el dueño o contra el utillero, lo mejor de que lo vieran 22.000 personas es que ya nadie puede maquillar la realidad, una realidad que va más allá de Munúa, una realidad que lleva la firma directa de Felipe Moreno y de Javier Recio.

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba»  | JUAN CARLOS CAVAL

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba» | JUAN CARLOS CAVAL / Ángela Moreno

Porque el director deportivo, que a esta hora ya debería haber presentado su dimisión, ha confeccionado la peor plantilla que se recuerda. Y no es que me haya olvidado ya de otros Murcia decepcionantes, simplemente es que ninguno de aquellos ‘Murcias’ estaba construido a golpe de talonario, un talonario que solo ha servido al final para llenar los bolsillos de representantes y jugadores, pero no para ponernos sobre el césped un Real Murcia que divierta y que nos haga sentir orgullosos. Tampoco un Real Murcia al que no le tiemblen las piernas ante 20.000 personas, palabras que pronunció Recio en su presentación, palabras que no sabemos si iban dedicadas a Mario Simón, un Mario Simón que, visto lo visto, le daba mil vueltas a Recio, a los entrenadores de Recio y a los fichajes de Recio.

Porque el Real Murcia de Recio, ese al que no le iban a temblar las piernas ante 22.000 personas, ayer fue arrastrado como si de un muñeco de trapo se tratase por un Málaga que ni tuvo que pisar el acelerador, un Málaga que apenas tardó seis minutos en sobreponerse al gol inicial marcado de penalti por Guarrotxena, un Málaga que en la segunda parte puso en el escaparate, por si alguien todavía es de ‘El club de los ilusos’ presidido por Felipe Moreno, a una defensa completamente desastrosa, una defensa en la que no estaba Marc Baró, sentenciado ya a salir el mismo 1 enero, pero en la que sí estaba un Marcos Mauro que debería recibir el finiquito el mismo día que su compañero.

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba»  | JUAN CARLOS CAVAL

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba» | JUAN CARLOS CAVAL / Ángela Moreno

Curiosamente el día que volvía Mauro al centro de la zaga fue el día que volvieron los ridículos, pero es que no se salvó ni un siempre cumplidor Alberto González, un Alberto González que completaba el desastre regalando el cuarto gol a los granas. Un cuarto gol que llegaba en el minuto 66 y que hacía que muchos aficionados se levantaran silenciosamente de sus asientos y humillados, que es lo contrario a orgullosos, tomasen la puerta de salida de Nueva Condomina. Visto cómo se había puesto la tarde, lo único a lo que agarrarse era a ahorrarse el típico atasco.

Fue Roberto el que cerró la goleada para el Málaga, un Málaga que de haber tenido más energía en sus piernas podría incluso haber hurgado en la herida, porque a falta de media hora el Real Murcia ya era un trapo roto, con un centro del campo que corre como pollos sin cabeza, con bandas sin profundidad, con delanteros que viven en un mundo aparte, y habría que empezar a destacarlo porque no pueden salvarse siempre de la quema con los salarios que tienen.

Y, por si acaso no se acuerda, Gustavo Munúa hace ya dos semanas y media que no se sienta en el banquillo de Nueva Condomina. Ahora el que manda en la caseta grana es Pablo Alfaro, un Pablo Alfaro que, visto lo visto, ha llegado al Real Murcia para confirmarnos la poca idea de fútbol que tienen tanto Felipe Moreno como Javier Recio. Porque si Munúa fue un error de los gordos, Alfaro puede ser el petardazo definitivo.

Porque el Real Murcia de Alfaro juega igual de mal que el Real Murcia de Munúa; porque el Real Murcia de Alfaro, que ayer tuvo la suerte de adelantarse en el marcador gracias a un gol de penalti en el minuto dos, no volvió a tirar entre los tres palos en la media hora siguiente. Porque los delanteros a los que Munúa no activaba, siguen sin activarse con Alfaro. Porque las bandas, sin velocidad ninguna con Munúa, siguen desaparecidas con Alfaro. Porque los goles, que con Munúa llegaban a cuenta gotas, con Alfaro es que ni llegan. Porque aunque el Munúa que no daba ni una con los cambios ya no está, todavía no hemos visto en tres semanas un cambio de Alfaro por el que haya que quitarse el sombrero. Porque parece que todos esos jugadores que decían que se estaban borrando porque no se entendían con Munúa, siguen borrándose con Alfaro. Jugadores hace una semana representados por Baró, jugadores representados ayer por Carrillo, expulsado en el añadido.

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba»

«Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba» / Ángela Moreno

Por no cambiar no cambian ni las excusas. Porque ayer no fue el césped pero fueron los problemas físicos de algunos jugadores. Problemas físicos por los que nadie preguntó en rueda de prensa, pero de los que no dudó en hablar Alfaro porque, por si alguien iba a preguntárselo, ya se adelantaba él. Qué pena que los partidos se jueguen en el césped y no en la sala de prensa, porque si se jugaran en la rueda de prensa, el Real Murcia de Alfaro ya llevaría nueve de nueve.

Pero el Real Murcia de Alfaro, y de Recio, y de Felipe Moreno, y del hijo de Felipe Moreno, esa persona a la que nadie pone cara ni nombre pero de la que se debería empezar a hablar y mucho, fue vapuleado por un Málaga con importantes bajas y fue humillado por un equipo que le dejó claro que no está en la liga de los que pelearán por el play off. Y, mientras tantos, a los aficionados granas no les quedó otra que guardar un minuto de silencio.

"Nos han mostrado el nivel que se necesita para pelear por estar arriba"

El Real Murcia tuvo una importante cita ayer en su vuelta a Nueva Condomina, pero no supo estar a la altura. El conjunto grana que se medía al Málaga, se fue desinflando hasta tal punto de ponerse a tres goles de diferencia. Pablo Alfaro cuando acabó el partido compadeció ante los medios para dar las explicaciones de la dura derrota.

«Es uno de esos días en los que el entrenador no viene a poner excusas, el diagnóstico hay que hacerlo siendo sincero, y el rival hoy nos ha enseñado el nivel al que hay que estar para poder estar arriba en la tabla», comentó Pablo Alfaro, refiriéndose al poderío del Málaga, y que si el Murcia quiere comer en la misma mesa que los líderes, tiene que estar al mismo nivel de competición.

Dos goles a balón parado recibió el Real Murcia, y jugadas prácticamente similares, dejando a un hombre solo dentro del área, que les costó el empate y después ponerse por detrás en el marcador. «Hemos tenido situaciones en las que estábamos compitiendo bien, pero hemos tenido concesiones que se pagan muy caras», añadió el entrenador del Real Murcia, además también el equipo no supo responder cuando el Málaga se le echó encima después del descanso. «El rival empezó la segunda mitad como nosotros hicimos en la primera parte, marcando un gol en los primeros minutos y te empiezan a complicar todo el partido», dijo Pablo Alfaro.