Fútbol

El Ceuta pone en su sitio a un Real Murcia pésimo (1-0)

Un gol de Cedric en el 26 condena a un equipo grana que pone fin a su buena racha y que nunca tuvo opciones de sacar algo positivo del José Murube, donde el marcador no fue mayor gracias a las paradas de Manu García

Ceuta-Real Murcia

Ceuta-Real Murcia

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Ni tres victorias consecutivas habían servido para que el Real Murcia se ganara la confianza de un murcianismo siempre con la mosca detrás de la oreja después de un mal inicio. Y no estaban mal encaminados los aficionados. Se ha confirmado en Ceuta, donde los granas no han tenido el golpe de suerte de jornadas anteriores, firmando una merecida derrota que vuelve a dirigir todos los dedos y todas las críticas a Gustavo Munúa, un Gustavo Munúa que en dos meses no ha sido capaz de mostrar cuál es su idea de juego con los murcianistas.


Un gol de Cedric en el 26 fue suficiente para que el Real Murcia hincara la rodilla, un Real Murcia pésimo en el juego, un Real Murcia siempre superado, un Real Murcia que no sabe a qué juega y que pierde cualquier batalla en el centro del campo y un Real Murcia donde jugadores como Santos, Pina y Baró volvieron a quedar retratados. Un Real Murcia que apostaba de nuevo por dos delanteros -Carrillo y Ríos- pero que podría jugar sin ninguno ya que nunca miró al área contraria, ya que no es capaz de dar dos pases seguidos en condiciones.

Un pésimo comienzo de liga obliga a no poder permitirte un mal día. Tampoco a tirar de excusas en una semana con Copa del Rey el miércoles. Ni a llorar por el número de jugadores aquejados de lesiones. Cuando no has cumplido desde el inicio, no puedes agarrarte si quiera a que vienes de ganar tres partidos. Porque una derrota te volverá a descolgar de la pelea. En esas se presentaba el Real Murcia en Ceuta. Un Real Murcia perdedor en Copa y debilitado por las bajas, pero un Real Murcia que solo podía pensar en seguir sumando, y si era el cuarto triunfo consecutivo mejor que mejor.

Dominado desde el inicio

Nadie podía descartar una victoria en el Murube, donde se enfrentaba a un Ceuta en crisis, con cinco partidos sin ganar, pero lo que ya nadie parece que espera en el murcianismo es que el Real Murcia juegue a algo llamado fútbol. Esa esperanza cayó hace tiempo en saco roto y ni la reacción gracias a los resultados hace confiar en Munúa y sus jugadores.

Se confirmó en Ceuta. No hizo falta ni ver los primeros diez minutos para comprobar que el Real Murcia es un equipo muy pequeño, un equipo que dos meses después de entrar en acción de la competición, sigue repitiendo los mismos errores. No hay intensidad, no hay centro del campo, no hay dominio y hay una defensa que se hunde al primer apretón.

Se fue viendo desde el principio en el Murube. No tardó el Ceuta en cuidar el balón y en ir poco a poco avanzando metros, hasta sumar varias ocasiones que hacían presagiar lo peor para los granas.

Mientras que Pedro López era un espectador en el otro área, bien respaldado por Danese y Saturday, Tomás Pina deambula por el campo como si llevara una losa a su espalda, e Isi Gómez nada entre tiburones, con rivales que ponen mucha más batalla y más intensidad, que no dan por perdido ningún balón. 

Con la única opción de salir a la contra, buscando a Dani Vega o Carlos Rojas, pronto se comprobó que sea opción apenas daba soluciones, pese a la insistencia de Munúa de no cambiar nada, de no buscar otras opciones para un Real Murcia confeccionado a golpe de talonario.

No se veía la chequera de Recio sobre el césped, donde el Real Murcia era un muñeco de trapo en manos de un Ceuta que solo tenía que insistir para ir ganando metros y generando peligro.

Tanto fue el cántaro a la fuente...

Doncel, Asier y Ñito eran los primeros en ir probando la consistencia de la defensa grana, sacando varios córners que hacían que el Ceuta prácticamente viviera en las inmediaciones del área grana.

Se iba salvando un Real Murcia en el que tanto Baró como Santos eran incapaces de frenar las llegadas locales, y donde Alberto González y Andrés López despejaban como podían.

El mal hacer del Real Murcia, que no era capaz de dar dos pases seguidos y que solo había podido salir a la contra en una acción en la que Dani Vega pidió falta al ser derribado al borde del área, daba más poder a un Ceuta que al final obtuvo premio en el 26. En una acción por la banda de Marc Baró, que otra vez quedaba retratado, Manu García aparecía para el remate de Dani Romera, sin embargo, en la segunda acción, los granas se condenaron.

Con una defensa incapaz de reaccionar, Cedric aparecía desde atrás para poner el 1-0 en el marcador.

Manu García, salvador

Con el resultado a favor y teniendo en cuenta la necesidad de sumar de los de Romero, que acumulaban cinco jornadas sin ganar, el Ceuta dio un paso atrás, paso atrás que no supo aprovechar el Real Murcia. Con más espacios también fracasó el conjunto grana. Marcó Rodri Ríos, aunque su acción fue anulada por fuera de juego. También estaba más adelantado en otra acción en la que Isi Gómez ponía en juego una falta desde el centro del campo.

Pero de nuevo fue el Ceuta el que más cerca estuvo del gol. En otra segunda acción, tuvo que aparecer Manu García para frenar un tiro muy peligroso de Aisar.

No tardó Munúa en mover el banquillo. A la vuelta de vestuarios, Carrillo no aparecía sobre el terreno de juego. Su lugar lo ocupaba Imanol. El técnico uruguayo decidía reforzar el centro del campo cuando las cosas estaban más que feas.

Parecía que el Real Murcia intentaba despertar. Avanzó metros en ese inicio de la segunda parte y mejoró su imagen, pero fue insuficiente ante un Ceuta sólido en defensa y que también sabía parar el partido a la mínima. Fue un espejismo el intento de reacción de los granas. No tardó mucho el Ceuta en volver a sentirse cómodo, llegando con muchísima facilidad y poniendo cruces a las espaldas de una defensa grana que estaba ansiosa de que terminara el suplicio cuanto antes.

Con llegadas tímidas y alguna buena acción de Manu García, el Ceuta volvía a dejar muy tocado a un mal Real Murcia. Pudo llegar el segundo de no ser por una gran respuesta de Isi Gómez, que aparecía por detrás para robar un balón vital a Pablo, que ya se relamía ante la meta grana.

Iba a ser muy complicado que el Real Murcia volviese de Ceuta con algo positivo en el bolsillo. Solo le quedaba a los granas confiar en algún error muy grave de la defensa local o algún chispazo de Rodri Ríos, pero el delantero grana apenas recibía balones.

Sin respuesta pese a los cambios

Siguió Munúa buscando alternativas. Cambió a ambos extremos y a Isi Gómez para poner en liza a Arturo, Montoro y a Álex Rubio, pero no había manera de que los granas avanzaran. De hecho, ni una sola ocasión clara de gol se vio en todo el partido.

El cambio más esperado fue el de Pablo Larrea. Por fin debutaba el centrocampista grana, que iba a tener unos minutos en un partido que estaba muy feo.

A falta de dos minutos para el final llegó la primera gran ocasión para el Real Murcia. Fue en una falta lanzada por Arturo Molina a la que respondió muy bien Pedro López.

Fue lo único que se vio en el ataque grana, porque incluso con cinco minutos de añadido, fue el Ceuta el que siguió teniendo ocasiones para ampliar ventajas. En el 95 tuvo que volar Manu García para sacar un golpeo de Julio Iglesias que iba a la escuadra.

Al final lo mejor que le pudo pasar al Real Murcia fue que el colegiado pitase el final, porque cada minuto de añadido era un minuto más de vergüenza para los de Munúa.