Real Murcia

Un Real Murcia de muchos ceros, pero con pocos goles

Solo 11 goles han marcado los de Munúa, siendo Rodri Ríos el más eficaz

José Ángel Carrillo se lamenta de una ocasión fallada en el choque ante el Córdoba. | FRANCISCO PEÑARANDA

José Ángel Carrillo se lamenta de una ocasión fallada en el choque ante el Córdoba. | FRANCISCO PEÑARANDA / ángela morenoa.m.

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Solo once goles ha anotado el Real Murcia en los once partidos que ha disputado -diez de liga y uno de Copa del Rey-. Una cifra más bien pobre para un equipo que en verano rompió el mercado, fichando al delantero más deseado, Rodri Ríos, y a un José Ángel Carrillo que venía de Segunda División. Pero ni con dos piezas se conformó Javier Recio. Que ya había apostado por Guarrotxena y que también decidía quedarse con el joven Álex Rubio. A ellos se unía un Pedro León que la temporada anterior había sido el pichichi de los granas con quince tantos.

Pues todos los cheques en blanco que puso sobre la mesa el director deportivo del Real Murcia para ilusionar al murcianismo, que se frotaba las manos hablando de la mejor delantera de la categoría, de momento no le han servido al equipo grana para destacar en el aspecto goleador. De hecho, tras diez jornadas disputadas, los de Munúa están muy por detrás de los dos conjuntos que están marcando el ritmo en el Grupo II. Solo hay que los 25 tantos que suma el líder Castellón y los 22 que ha celebrado el Ibiza. Incluso el Málaga y el Córdoba también tiene mejores estadísticas que los de Nueva Condomina, habiendo anotado 14 y 13, respectivamente.

Aunque las miradas no solo están puestas en la delantera, donde los únicos que están respondiendo son Rodri Ríos y Álex Rubio, las miradas también están en el centro del campo, y es que después de diez jornadas, los granas todavía no han encontrado soluciones a su pobre fútbol, un fútbol escaso que impide que el balón llegue con peligro al área rival. De hecho, teniendo en cuenta las pocas ocasiones que el Real Murcia genera en cada partido, los once goles se podrían considerar hasta una cifra elevada.

Falla el centro del campo, donde no han dado la talla jugadores del caché de Tomás Pina y Montoro, y donde Pablo Larrea todavía ni ha debutado por lesión; tampoco Pedro León está en su mejor momento de forma y Dani Vega pese a su velocidad y su chispa está lejos de ser un futbolista diferencial en la categoría. Algo parecido ocurre con Carlos Rojas, cuyos detalles de calidad a veces quedan enterrados por su egoísmo en el pase y sus errores en la toma de decisiones.

Carrillo, lejos de las expectativas

Así, con los grandes fichajes realizados para el centro del campo reducidos a la nada, el Real Murcia se ahoga en la elaboración de juego, anulando prácticamente sus opciones ofensivas. Pero hasta con esas, en la delantera José Ángel Carrillo, que solo ha anotado un gol, no está cumpliendo con las expectativas, mientras que Guarrotxena, de baja varias semanas por lesión, apenas ha jugado 154 minutos, aunque en ese tiempo le ha dado tiempo para marcar un gol, igualando al murciano, que ha disputado hasta 686 minutos.

La sorpresa, viendo la baja producción de los delanteros titulares, la está dando Álex Rubio, que se ha ganado la titularidad en varias jornadas y que suma dos tantos. Pero el más rentable hasta el momento, y eso que no empezó siendo imprescindible para Munúa, es Rodri Ríos. El pichichi del pasado curso en Primera RFEF sigue confirmando que 2023 es su año, y ya ha celebrado cuatro dianas con la elástica murcianista.

La lucha por el pichichi

Pero de momento esos cuatro goles no le sirven para estar en los puestos más altos de la clasificación de goleadores de la Primera RFEF. No está Ríos ni en el ‘Top 10’ de una lista dominada por Jesús de Miguel (7), del Castellón; Mwepu (6), del Castellón; Pau Víctor (6), del Barça Atletic; y Clau Mendes (6), del Cornellá. El delantero grana aparece en el puesto 13, aunque lo más curioso es que es el único jugador del Real Murcia entre los 60 primeros.

Con un gol aparecen Pedro León, que no ve puerta desde el 2 de septiembre, y Dani Vega, autor del tanto que dio la victoria el pasado sábado ante el Linares, completando la clasificación de goleadores granas el central Alberto González. Ahí se acaba la producción ofensiva de un Real Murcia, que todavía no ha podido contabilizar ningún gol de sus centrocampistas, una segunda línea completamente seca.

Con un gol basta

La suerte para los de Munúa es que hasta el momento le está siendo suficiente con marcar un gol y basta. Se ha visto en los tres partidos ligueros, que han acabado con victoria por la mínima para los granas. También por 0-1 se ganó al Atlético Baleares el 8 de octubre. Y es que para ver un encuentro en el que los murcianistas anotaran más de dos tantos hay que remontarse al 9 de septiembre, cuando perdieron por 2-3 contra el Sanluqueño. Anteriormente en la jornada 1 se ganó al Recreativo Granada por 1-2 con goles de Rodri Ríos y Álex Rubio.

Contrastan los números goleadores del Real Murcia con los de otros equipos potentes de la categoría, como el Castellón o el Ibiza.

En el conjunto orelluts, además de los 7 tantos de Jesús de Miguel, hay que destacar los cuatro que suma el defensa Manu Sánchez o los cuatro que lleva el bosnio Medunjanin, confirmando la importancia de la segunda línea. Por su parte, el gol en los celestes es cosa de tres -Álex Gallar, Soko y Eugeni cuentan con cuatro cada uno-, pero también están a tono jugadores como Escassi y Suleiman, que llevan dos.

Un inicio más goleador con Simón que con Munúa

No tenía el Real Murcia el pasado curso una delantera tan costosa como la de esta campaña, sin embargo, después de diez jornadas disputadas, el equipo de Mario Simón llevaba mejores números en ataque que la plantilla que dirige actualmente Gustavo Munúa. Si en lo que va de curso, los aficionados granas han celebrado once tantos, a esta misma altura del campeonato hace solo un año el Real Murcia sumaba hasta quince dianas. Eso sí, en puntuación, después de las últimas tres victorias, los de Munúa cuentan con 17 puntos por los quince que tenían los de Simón.