Dios salve al rey Carlos Alcaraz

El tenista murciano supera a Novak Djokovic en una final memorable de Wimbledon y conquista el segundo torneo de Gran Slam de su carrera a los 20 años, un triunfo que le consolida como el número 1 y al frente de una nueva era

Jaume Puyol-Galceran

Carlos Alcaraz se lanzó sobre la hierba. Chutó una bola a la grada y después corría a abrazarse emocionado con Juan Carlos Ferrero, su entrenador, y toda su familia. Carlitos ya forma parte de la historia de Wimbledon. Ya es miembro del All England Tennis Club de London. Diez años atrás el tenista murciano soñaba con vivir ese momento en su habitación de El Palmar (Murcia) llena de pósteres de campeones de tenis.

Lo que parecía imposible fue posible. Después de 4 horas y 46 minutos Alcaraz, ganaba el título tras una batalla de cinco sets que hizo suya por 1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4. Su ilusión de infancia se hizo realidad. Y lo consiguió ante un Novak Djokovic que no conocía la derrota en el torneo desde 2017 y que llevaba 45 victorias en la central desde la final que perdió con Andy Murray en 2013. Con 20 años Alcaraz ganaba su segundo Grand Slam (el primero fue en Estados Unidos en 2022) y ya es el tercer tenista más joven en ganar el torneo después de Boris Becker (17 años) y Bjorn Borg (19). Está en el palmarés junto a Manuel Santana (1966), Conchita Martínez (1994), Rafael Nadal (2008 y 2010) y Garbiñe Muguruza (2017).

Djokovic empezó dispuesto a imponer las razones por las que llevaba cinco años seguido entrando en la central para defender su título de campeón que tiene inscrito siete veces en el palmarés del All England Tennis Club de Londres. Alcaraz parecía impresionado por ese entorno especial del Gran Teatro del tenis mundial, aunque dispuso de un primer punto de break. Djokovic lo salvó y tomó el control de la situación rompiendo en dos ocasiones el servicio de Alcaraz y adelantarse con un contundente 4-0 difícil de contrarrestar. Seguro de sus golpes y poderoso con el resto dominó el set (solo 2 errores no forzados) para ceder un solo juego y apuntárselo en 34 minutos.

Despierta Carlos

El viento que soplaba con fuerza en la pista parecía estar a favor del serbio, pero Alcaraz se olvidó del respeto a ese gigante, como le había llamado su entrenador Juan Carlos Ferrero el día anterior. «Tiene dos brazos y dos piernas como todos nosotros», había dicho el exnúmero 1 valenciano. El segundo set fue la batalla anunciada y esperada entre dos tenistas, los dos mejores del circuito y, en ese pulso, Alcaraz se sintió fuerte para plantar cara. Pegó más fuerte. Era más valiente. Hizo su primer break (2-0), con jugadas que levantaron los ¡oh! de admiración de los 15.000 aficionados presentes, entre ellos los actores Brad Pitt y Daniel Craig, cerca del rey Felipe VI, presente en le palco, junto al ministro de cultura Miquel Iceta.

Djokovic aguantó el primer golpe para responder rápidamente con un break y pedir el aplauso de los aficionados levantando sus manos y dispuso de otro punto de ruptura, en el siguiente juego, que se le escapó después de un espectacular intercambio de 27 golpes que fue para Alcaraz. La esperada batalla estaba en marcha. Los dos tenista mantuvieron la igualdad en el marcador hasta llegar al tie break.

Djokovic tomó ventaja de 3-0, pero Alcaraz aguantó. Puso más presión para recuperar hasta el 5-5, cuando a Djokovic le señalaron un warning por perder tiempo con su saque. A pesar de eso tuvo una bola de set con 6-5, contra el servicio de Alcaraz que lo salvó ganando sus dos saques para arrebatar el set a Djokovic con un espectacular resto paralelo de revés que dejó paralizado al serbio. Djokovic cedía el primer tie break de 15 ganados consecutivamente en partidos de Grand Slam.

«¡Vamos!»

En el tercer set, Alcaraz empezó con un break y lo repitió de nuevo (4-1) en un juego que se alargó 27 minutos para devolverle un contundente 6-1 al serbio. Alcaraz gritaba un «¡Vamos!» que resonaba en toda la central. Lo imposible empezaba a hacerse posible. La presión pasaba al campo de Djokovic. El serbio había perdido el mando y se marchaba al vestuario. Alcaraz esperaba jugando a hacer botar la bola con el marco de su raqueta.

Djokovic volvió como recién salido de la ducha. Dispuesto a continuar la batalla. A luchar hasta el último punto. El tenista serbio, con un vendaje tensor en su pierna izquierda, lograba ganar el cuarto set con dos breaks (2-3 y 3-6) para llevar la pelea al quinto y definitivo set.

Evitar ceder el servicio era fundamental. Lo salvó Djokovic en el primer juego y lo dejó escapar en el segundo, en una volea fácil y Alcaraz batido. Se desesperó el serbio y el tenista murciano le hizo el break (2-1) en el siguiente juego. Djokovic rompió su raqueta contra el palo de la red. Recibió un warning del juez de silla. El partido se le escapaba. El serbio no pudo recuperar esa desventaja. El sueño de ganar el octavo Wimbledon y el 24 Grand Slam se desvanecía ante un valiente tenista que ya es el futuro del tenis.