Fútbol

Víctor Cea se pone a los mandos del UCAM a escondidas

El técnico madrileño dirige hoy su primer entrenamiento pese a que su llegada no es oficial y a que todavía no se ha rescindido el contrato a Jorge Romero

Víctor Cea, en su etapa en el Melilla

Víctor Cea, en su etapa en el Melilla / UD Melilla

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Lleva el UCAM Murcia una temporada para olvidar. No ya solo por los resultados, que le impiden tener asegurada la plaza de play off pese a su proyecto ambicioso. Tampoco porque ya van por tres entrenadores. Últimamente ni el papeleo le sale a la entidad murciana. El club, que con José Luis Mendoza siempre se alejó de las polémicas de los finiquitos y las negociaciones por despido, ha entrado en una nueva época, que no le está dejando bien parado.

Si el pasado verano llegó a tener durante algunos días a dos directores deportivos -se firmó a Miguel Linares mientras Reverte esperaba el pago del finiquito-, ahora tiene a dos entrenadores.

Con Jorge Romero negociando su finiquito, Víctor Cea ya ha liderado su primer entrenamiento. Lo curioso es que el madrileño se ha puesto a las órdenes del equipo antes de que el despido de Romero sea oficial. Por ello, los dirigentes del club han optado por un entrenamiento a escondidas, y es que oficialmente Cea todavía no puede trabajar para el UCAM al no tener firmado el contrato, según fuentes de este diario.

Planes trastocados

Los planes de la directiva se han trastocado. La idea era que este martes quedase todo resuelto y que por la noche pudiese hacerse todo oficial. Con el anuncio, Cea ya podría trabajar este miércoles con los jugadores. Pero todo ha salido del revés. Como el acuerdo con Romero no llega, lo del madrileño anda en standby. Así, desde el propio club indicaron este martes que hoy la plantilla tendría trabajo individual en el gimnasio y ya el jueves entrenarían con el nuevo técnico.

Sin embargo, la versión oficial difiere de la realidad. Cea ya trabaja hoy con sus nuevos jugadores, pero a puerta cerrada y en secreto. Mientras, en las oficinas, Romera, todavía entrenador, negocia su salida.

Es la segunda vez que el UCAM vive una situación rocambolesca. El pasado verano, pese a no contar con Pedro Reverte, se esperó al 30 de junio para confirmar la salida del director deportivo, que acababa contrato por el descenso. Pero mientras que el lorquino seguía en las oficinas de La Condomina, Miguel Linares trabajaba en Los Jerónimos. Durante unos días, los universitarios contaron con dos directores deportivos en contrato.