Fútbol

El Real Murcia suma su quinto empate y se aleja un poco más del play off (1-1)

Los granas pinchan en Soria ante el Numancia pese a adelantarse en el marcador con un gol de Arnau Ortiz

Pedro León en el Numancia-Real Murcia

Pedro León en el Numancia-Real Murcia / Jugaran

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Sigue el Real Murcia con el freno de mano echado, y lo peor es que la mala racha llega cuando sus rivales por el play off más aprietan. Necesitaba ganar el Real Murcia en Soria ante el Numancia, sin embargo, los granas se vuelven con un empate más, el quinto de forma consecutiva. Un punto insuficiente, un punto que les aleja del play off un poco más en una jornada en la que no fallaron la Real B y el Barcelona B.

Aunque Arnau Ortiz ponía por delante a los granas en el único remate entre los tres palos de la primera parte y tras una buena acción de Pedro León, la historia de siempre se repitió. No cerró el encuentro el cuadro grana y el Numancia resurgió en la segunda parte para poner un empate que no vale para nada. Además de no ganar, el Real Murcia pierde para la siguiente jornada a Alberto González y a Iván Casado al ser ambos expulsados.

Tiene razón Mario Simón en una cosa. Ganar en las segundas vueltas es el doble de complicado. Y más cuando el final ya se empieza a ver en el horizonte. Con las urgencias de la clasificación apretando y con todos los equipos luchando por algo, no hay margen de error. Y este domingo el Real Murcia aterrizaba en Los Pajaritos sin posibilidad de fallo. No solo por los cuatro empates que ha ido acumulando en el último mes, complicándose él solito, sino también por las victorias del sábado de la Real B, el Barça B y la SD Logroñés. Mientras que los dos primeros se afianzaban en play off, esa zona en la que ya no están los de Simón, el tercero metía presión por detrás.

Tenía que ganar el Real Murcia al Numancia sí o sí. Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo. Y más cuando la competición ya entra en sus diez últimas jornadas y todos los equipos quieren echar el resto para lograr los objetivos. Tenía que ganar el Real Murcia, que no podía ceder más respecto al play off, pero también tenía que ganar el Numancia que sueña con engancharse a la pelea. Y en esas, con las espadas en alto por unos y otros, se vio una primera parte igualadísima, de mucha pelea en el centro del campo, de imprecisiones en ataque y sin apenas ocasiones de gol.

De hecho, hasta que Arnau Ortiz puso el 0-1 en el marcador en el minuto 42, el Real Murcia no había disparado ni una sola vez a puerta. Ni la necesidad por ganar había animado a los granas en ataque. Tampoco los cambios de Mario Simón en la alineación. Tampoco la presencia de Dani Romera, que sigue sin enterarse de la película, que confirma que a lo mejor el problema no es del 9, llámese Miku, llámese Toril o llámese Romera, a lo mejor el problema es que nadie es capaz de enviar un balón al 9.

Desaparecen los dos delanteros

Bueno, alguien sí es capaz, pero es difícil estar inspirado las 24 horas del día y los 365 días del año. Ese alguien se llama Pedro León. Y Pedro León tuvo que salir en Los Pajaritos al rescate de un cuadro grana que es totalmente nulo de centro del campo para arriba. Y da igual quién juegue. Porque este domingo Mario Simón volvió a mover el árbol. Dani Vega se quedaba en el banquillo y Alfon tenía su oportunidad. Arnau Ortiz también estaba de inicio, poniendo fin a las primeras de cambio al sistema de dos delanteros y dejando a Toril en el banquillo.

Los cambios no inspiraron al Real Murcia. Con Aguza y Julio Gracia intentando ganar la batalla del centro del campo, los granas se quedaban frenados ahí, como si llegar al área fuese imposible. Solo lo intentó Pedro León y en una de esas jugadas de insistencia salió ganador. Se hizo fuerte en su banda y metió un balón que parecía que quedaría en nada, pero quedó en todo. Porque Arnau Ortiz, de inicio perdedor de la batalla, se antepuso a Román para batir a Ayesa e impulsar al Real Murcia en un partido feo y gris desde el minuto 1.

El 0-1 era lo único importante en ese momento. Daba igual el juego o las sensaciones. Cuando la liga ya entra en su recta final, lo único importante son los resultados para conseguir los objetivos. Y el Real Murcia necesitaba ganar e iba ganando. Al descanso, por lo menos, el objetivo estaba cumplido. Solo faltaba no estropearlo, y nadie podía asegurar que los granas no lo hicieran visto lo visto en tantas situaciones anteriores.

La película de siempre

Y los temores aumentaron cuando la segunda parte comenzaba con un Numancia daba un paso al frente y el Real Murcia se quedaba en tierra de nadie. No asediaban a los granas, pero tampoco eran capaces los de Simón de tomar la iniciativa e ir a por el partido, porque el 0-1 era cortísimo y quedaba mucho por delante.

Solo en las acciones a balón parado respiraban los granas. Los córners siempre son una fuente de inspiración, y en alguna de esas jugadas llegan remates claros pero que no acababan en gol. La tuvo Javi Rueda y también un Alberto González que envió fuera inexplicablemente cuando lo tenía todo a favor.

Y del error de Alberto González se pasó a un jarro de agua fría. En una jugada por la izquierda del Numancia, Valín metía el centro para que Tamayo se impusiese a la defensa y superase a Joao. El 1-1 no podía ser peor noticia para un Real Murcia que se empeña en no cerrar los partidos y lo acaba pagando.

Alberto González e Iván Casado, expulsados

Era el minuto 73 y las cosas siguieron poniéndose feas conforme se acercaba al final. Con Mario Simón haciendo cambios a cuenta gotas, el siguiente golpe para los granas llegó en el 84 cuando Alberto González veía la segunda amarilla. Pese a tener ya una tarjeta, el central se puso a protestar y acabó recibiendo una roja que le mandaba a la caseta.

Todo estaba en contra, sin embargo, el Real Murcia tuvo la más clara del encuentro, y la falló. Fue Alberto Toril, que había saltado al campo por Dani Romera, el que tuvo en sus botas la ocasión que pudo significar la victoria, pero su remate se marchó fuera en el uno contra uno con Ayesa.

No se movió ya el marcador, lo que si me movió es el contador de tarjetas. Acabó el Real Murcia con nueve tras la expulsión de Iván Casado.