Fútbol

Un Real Murcia con síntomas preocupantes

Los granas siguen flaqueando al perder en el campo de la SD Logroñés en un encuentro en el que vuelven a demostrar demasiadas carencias

Samanes intenta frenar a Galindo en el choque de ayer en Las Gaunas. | LOF

Samanes intenta frenar a Galindo en el choque de ayer en Las Gaunas. | LOF / Ángela Moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Cuando el Real Murcia cerró el 2022 goleando al Atlético Baleares, daba la sensación que el equipo grana se había asentado definitivamente en Primera RFEF y que estaba preparado para pelear por retos mayores. Sin embargo, un mes después, los murcianistas vuelven a ser un equipo sin plan ni ideas, un equipo que solo sobrevive a base de algún que otro chispazo, como ocurrió hace una semana en Nueva Condomina cuando Pedro León sacó del apuro a los de Mario Simón. Pero este sábado, en Las Gaunas, el muleño no estaba en la convocatoria por sanción. No estaba presente el capitán, pero tampoco aparecieron jugadores como Zeidane, que desperdició la no sé cuánta ocasión -se perdió hace tiempo la cuenta-, o como Dani Vega, que de ‘falso 9’ desahoga menos que una pared.

Aficionados granas que se desplazaron para seguir en directo el choque entre el Logroñés y el Real Murcia. | LOF

Aficionados granas que se desplazaron para seguir en directo el choque entre el Logroñés y el Real Murcia. | LOF / Ángela Moreno

Y entre la falta de inspiración de los futbolistas granas y la ausencia de plan, especialmente cuando los partidos se ponen en contra, pues ocurrió lo que ocurrió, que el Real Murcia hincó la rodilla ante la SD Logroñés, sumando su segunda derrota consecutiva a domicilio y desaprovechando la oportunidad de despejar fantasmas en un inicio de 2023 en el que solo se han sumado 4 puntos de 12 disputados.

Porque el Real Murcia de ayer fue el Real Murcia que hemos visto demasiadas veces. Un equipo que aguanta lo que quiere el rival. Ocurrió en Castellón, sucedió en Elda y se repitió en Las Gaunas. Dirá Mario Simón que el Real Murcia no ha merecido perder esos partidos, pero no debe esconder el técnico grana que su equipo no ha hecho absolutamente nada para ganarlos. A lo único que ha ido es a por el empate, y cuando vas a empatar, te pasa lo que te pasa.

Un Real Murcia con  síntomas preocupantes

Un Real Murcia con síntomas preocupantes / Ángela Moreno

Ayer, se vio en la primera parte. En la igualdad más absoluta, el Real Murcia parece capaz de aguantar de tú a tú. Pero cuando le pides algo más o cuando las cosas se ponen feas, el Real Murcia es un equipo al que se le ven todas las costuras. Y ayer incluso fue peor, porque en el banquillo no había ni recursos para buscar alternativas. Por no haber no había ni delanteros, porque Alberto Toril, el primer fichaje, no pudo entrar en la convocatoria por falta de documentación, y porque Miku y Andrés Carrasco se habían quedado en casa. El primero por decisión técnica -el club le busca una salida- y el segundo por problemas físicos.

Saltaba el Real Murcia al campo con una sola novedad respecto a la semana anterior. Zeidane entraba en el once y Arnau Ortiz se quedaba en el banquillo. El sueco aportó lo mismo que si los granas hubieran jugado con diez, y es que es incomprensible que un futbolista tan vital el pasado curso se haya convertido en un simple peón, una pieza de la que se puede prescindir en cualquier momento.

Con Zeidane borrado completamente, ni ha aparecido ni se le espera, solo Loren Burón era capaz de subir una marcha, pero está tan solo el atacante, que pocas veces consigue sacar algo positivo de sus carreras. Esos malos síntomas no tardaron en ser descubiertos por la SD Logroñés, que con Samanes y Madrazo fueron ganando metros poco a poco, hasta dar el golpe definitivo.

Apenas había llegado el Real Murcia en la primera parte. La más clara la tuvo Arnau Solá tras un gran pase de Galindo. También pudo Ganet volver a sacar petróleo de una acción de estrategia, pero en esta ocasión el disparo del ecuatoguineano se estrelló en la defensa.

Fue tan poca la aportación ofensiva del Real Murcia que incluso los locales, con apenas dos estiradas, dieron mayor sensación de peligro ante un Joao que no es capaz de atrapar un balón a la primera ni a la de tres.

Llegados al descanso la sensación era la misma, el Real Murcia había cumplido en un tramo igualado, pero nunca había dado la sensación de ganar. Y de eso se aprovecharon los locales, que solo habían necesitado media hora para darse cuenta de que tenían a los granas donde querían.

Solo un arreón necesitó el cuadro riojano para desarbolar al Real Murcia y mandarlo a la lona sin opción de recuperación. Fue en el minuto 60 cuando Córdoba pitó la cara a un Alberto López al que de nuevo le tocaba jugar a banda cambiada. Pese a que Javi Rueda está totalmente disponible, Mario Simón insistió en poner por la derecha al granadino.

Cuando Córdoba superó al andaluz todo parecía ya perdido, porque Unzueta no falló ante Joao. Y la cosa no fue peor porque el meta luso evitaba pocos segundos después el gol de Samanes.

Quedaba media hora por delante pero ya fue todo locura. No locura por irse a por la remontada. Todo lo contrario. Locura de no saber estar, de no tener ideas, de no encontrar fórmulas... Y eso fue incluso peor que la derrota. Porque en esos instantes se vio a un Real Murcia dibujado como un muñeco roto. Solo en el tiempo extra apretó un poco, pero de nuevo la moneda volvió a salir cruz, porque el colegiado mandó levantarse a Arnau Ortiz tras una caída en la que reclamó penalti.

Mario Simón: «El penalti a Arnau Ortiz en la última jugada es claro»

Mario Simón, entrenador del Real Murcia, lamentaba ayer el gol encajado en la segunda parte y que significó la derrota de su equipo en Las Gaunas ante la SD Logroñés. «No podemos encajar un gol que se inicia en un saque de banda tan lejano», decía el técnico murcianista, que considera que a su equipo le faltó decidir mejor en los últimos metros.

Dejando claro que para él el derribo de Arnau Ortiz en los últimos instantes había sido penalti, Simón insistió en que «ha faltado tranquilidad. Hay momentos en los que hemos perdido el control. Tenemos que elegir mejor».

Llegaba el Real Murcia a este partido sin delanteros por las ausencias de Andrés Carrasco y Miku. Tampoco pudo jugar Alberto Toril, que no obtuvo el transfer a tiempo para poder entrar en la convocatoria. Pero el técnico grana no quiso poner excusas. «Sabíamos que teníamos bajas por distintas situaciones y no podemos ahora poner excusas. Han venido chicos que nos han ayudado. No hay que agarrarse a las bajas porque hemos trabajado con lo que teníamos», continuaba el madrileño.

Mario Simón volvió a hablar del mercado invernal, que acabará el próximo martes. El técnico considera que en estos últimos días «no habrá muchos movimientos» dentro de la plantilla del Real Murcia. «Tenemos que aclarar los que hay», dijo, insistiendo en que está deseando que pase este mes de enero. «Quiero que acabe el mercado y que se estabilice todo y que tengamos ya la cabeza aquí, porque enero es un mes difícil», dijo en la rueda de prensa tras el partido disputado en Las Gaunas.