El marchador Miguel Ángel López Nicolás ha vivido una jornada especial, en la que ha vivido el cariño y el reconocimiento de sus vecinos. El campeón de Europa ha sido agasajado como merece, como un héroe deportivo que se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones. 

Aunque López ya está acostuAtmbrado y ha vivido en su pueblo, Llano de Brujas, varios recibimientos populares por sus numerosos éxitos, el día de hoy ha sido día especial para él. Desde el pasado jueves se encontraba en Murcia, pero el acto se retrasó hasta que estuviera también en la Región su entrenador, José Antonio Carrillo, quien puede presumir de tener bajo su tutela a dos campeones continentales en Múnich y a Manu Bermúdez, quien fue cuarto en la misma prueba y que también ha estado presente en la pedanía de Murcia para agasajar a su compañero de entrenamientos.

En un acto que ha contado con la asistencia de gran parte de la corporación municipal, con el alcalde José Antonio Serrano a la cabeza, Miguel Ángel López ha estado arropado por toda su familia, con su mujer, Daniela, y su hija. Allí ha dejado claro que el título continental, el segundo de su carrera deportiva, le sirve como acicate para nuevos objetivos, ahora centrados en los Juegos Olímpicos, donde tiene una asignatura pendiente: «El atletismo no para y el año que viene tenemos otro Mundial, que es muy importante porque es el paso previo a los Juegos Olímpicos, que para mí es la tarea que tengo pendiente porque quiero ganar una medalla en París», ha afirmado el marchador, que ha encontrado en la nueva distancia que se estrenó el pasado año, los 35 kilómetros, su reencuentro con los éxitos: «Es una distancia nueva, solo llevamos un año, pero se adapta muy bien a las cualidades de la gente que venimos de los 20. Tenía esperanzas de que este año saliera bien y después del Mundial, que nos dejó un sabor agridulce, mi entrenador tenía casi más fe en mí que yo de que iba a salir tan bien el Europeo».