Miguel Ángel López lo volvió a hacer. El marchador murciano regresó a lo más alto del podio continental ocho años después del Europeo de Zúrich (2014) y amplía un palmarés que también incluye un oro en el Mundial de Pekín (2015), así como un diploma olímpico en Londres 2012 y un título de campeón del mundo por equipos este año en Omán.

«Supone mucho ganar esta medalla siete años después de Pekín. En este tiempo ha habido compañeros que lo han hecho muy bien y ser campeón de Europa de nuevo es algo muy grande. Sabía que tenía cosas buenas que ofrecer y, aunque ha pasado tiempo, siempre he mantenido la fe, la esperanza y sabía que en algún momento podía salir algo así», dijo Miguel Ángel López tras concluir su carrera.

López, que llegó a la marcha por casualidad, porque faltaba un atleta para esta especialidad en el equipo de su colegio, brilló desde bien joven. Con una técnica depurada por Carrillo, su presentación ante el gran público llegó en los Juegos Olímpicos de Londres, donde en 2012 ya avisó de su potencial con un quinto puesto en 20 kilómetros. Entonces tenía 24 años de edad y solo un año después, en el Campeonato del Mundo de 2013 en Moscú, alcanzó su primer gran éxito con una medalla de plata, colocándose en la ‘pole’ para el Europeo de 2014 de Zúrich, donde ofreció una gran exhibición para alcanzar la medalla de oro.

Su segunda medalla internacional fue la confirmación de que algo más grande estaba por venir. Y así ocurrió en 2015, en Pekín, donde ‘Super López’ se proclamó campeón del mundo. Siete años después y tras las decepciones sufridas en los dos últimos Juegos Olímpicos, su única asignatura pendiente, ha vuelto a la primera escena internacional. Ya avisó de sus posibilidades en los pasados Mundiales de Eugene, hace solo un mes, cuando fue décimo y el tercer europeo, batiendo además el récord de España.

A los cinco kilómetros, cuando aún quedaba una eternidad, lanzó un ataque que le dejó solo en cabeza. Cinco después ya había adquirido una renta de 17 segundos sobre el sueco Karlstrom que fue creciendo paulatinamente hasta pasar por el kilómetro 20 con 1:32. Miguel Ángel López mantuvo en todo momento un ritmo muy constante que le permitió mantener esa distancia que incluso se fue incrementado. Tan confortable fue su ventaja que en la recta final se permitió parar a abrazar a su entrenador, el ciezano José Antonio Carrillo, en una imagen emotiva.

«Estaba convencido desde el principio, sabía lo que tenía que hacer y creo que ha sido una de mis mejores carreras. He arriesgado mucho al ir tanto tiempo en solitario, pero lo he gestionado bien. He tenido momentos duros pero lo he disfrutado. Me he encontrado muy bien de sensaciones», concluyó el murciano, que fue felicitado, como sucede en estos casos, hasta por el presidente del Gobierno español, aunque el primero que puso un mensaje en Twitter fue otro campeón del mundo murciano, el ciclista Alejandro Valverde.