La Opinión de Murcia

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Fútbol

Linares en Los Jerónimos y Reverte en La Condomina

La directiva ha decidido mantener a los dos directores deportivos hasta que acabe junio

Miguel Linares. | UCAM MURCIA

Hace ya dieciséis días que concluyó la liga regular en Primera RFEF, pero el UCAM Murcia sigue sin recuperarse del fracaso vivido tras su descenso a la cuarta categoría. Al silencio absoluto instalado en La Condomina se ha unido una decisión que pocos entienden dentro de la estructura de la entidad y que está afectando al trabajo del día a día para poner cuanto antes en marcha el proyecto de la próxima temporada.

El único movimiento anunciado por la entidad universitaria es la llegada de Miguel Linares. La contratación del andaluz se hizo oficial la pasada semana, sin embargo, en la nota emitida por el UCAM, en ningún momento se informaba de las tareas que ejercerá el exfutbolista.

Aunque llega para sumir la dirección deportiva, los universitarios prefirieron obviar ese dato, posiblemente porque en el organigrama del club sigue trabajando Pedro Reverte, quien ha realizado esas tareas en los últimos ocho años.

Pedro Reverte. | LINARES

Anunció el UCAM a Linares y a los pocos minutos los universitarios hacían oficial la baja de Reverte, pero esa salida en realidad todavía no se ha producido, lo que al final ha provocado una situación inverosímil que tras los dos comunicados parecía que se evitaría.

El lorquino, al que los responsables del club ni llamaron para comunicarle que iban a sacar la mencionada nota, sigue al pie del cañón en La Condomina. Lo ha hecho en los últimos días y, salvo que en el club entren en razón, lo seguirá haciendo hasta el 30 de junio, día en el que acaba su contrato.

Pero no es Pedro Reverte el único que está viviendo unos días complicados. La situación rocambolesca provocada por la directiva del UCAM, ahora mismo encabezada por el vicepresidente, José Luis Mendoza García, ha hecho que Miguel Linares todavía no conozca su nuevo sitio de trabajo.

Y es que, con dos directores deportivos en plantilla, el UCAM se ha visto obligado a poner distancia entre ambos. Así, mientras que Pedro Reverte sigue en el despacho que ha ocupado en los últimos ocho años en La Condomina; Miguel Linares se ha instalado en Los Jerónimos, donde la Universidad Católica tiene su sede.

El jienense, que ha decidido aceptar la oferta universitaria pese a que eso significa dar un paso atrás en su trayectoria -llega de luchar por el ascenso a Segunda con el Linares-, no tiene ahora mismo acceso al estadio, por lo que desde la Universidad está realizando las primeras gestiones con vistas a la construcción de una plantilla que por ahora no tiene ni entrenador.

De hecho, Miguel Linares, cuya llegada se hizo oficial el 8 de junio, todavía ni ha sido presentado ante los medios de comunicación. Otra situación atípica y que también podría estar relacionada con la crisis abierta en el club al continuar Pedro Reverte instalado en La Condomina, donde debería llevarse a cabo la puesta de largo del nuevo director deportivo.

El lorquino, que el pasado verano renovaba su contrato hasta 2023 después de que el UCAM se quedase a un paso del ascenso a Segunda, tenía una cláusula en su contrato por la que en caso de descenso quedaba desvinculado. Ese punto es el que ha ejecutado el club para acabar una relación que duraba ocho años. Sin embargo, el feeling que siempre ha existido entre las partes se ha roto del lado de la entidad, que, además de enseñarle la puerta de salida de la forma más fría posible, le está castigando a cumplir su contrato hasta el último día, pero sin realizar ninguna tarea.

Una situación que está sorprendiendo al ser inhabitual en un club que siempre ha destacado por el buen trato a jugadores y técnicos a la hora de las rescisiones de contratos.

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