El tenista murciano Carlos Alcaraz, de 17 años y número 217 de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), ya está en semifinales del torneo Challenger de Cordenons (Italia) tras superar ayer en cuartos al argentino Facundo Bagnis, 13 años mayor que él y 134 del mundo, en tres sets por 7-6 (7), 4-6 y 6-2 en 2 horas y 33 minutos. Diez victorias seguidas acumula el pupilo de Juan Carlos Ferrero y la última tuvo un inicio atípico, pues los dos jugadores perdieron sus dos primeros saques.

La igualdad ha sido la nota predominante en este primer set hasta el punto de que se han sucedido los empates (1-1, 2-2, 3-3, 4-4 , 5-5 y 6-6), por lo que el parcial se decidiría en la muerte súbita que forzó Alcaraz conservando su saque en el duodécimo juego.

En el desempate de este set, Bagnis cobró ventaja con un 0-3, pero Alcaraz ha reaccionado para establecer el 3-3 y luego, con 3-5 otra vez en contra, ha sorprendido al argentino con cuatro puntos seguidos que le han servido para anotarse un 'tie break' vibrante por 7-5 después de una hora y 10 minutos.

El segundo set comenzó mal para el de El Palmar, que se vio 0-3 abajo, pero reaccionó para poner el 2-3, el 3-4 y el 4-5, pero su rival cabó igualando la contienda y llevando el partido al tercer set con un 4-6 en 44 minutos. En ese último parcial Alcaraz ganó sus dos primeros saques y entre medias rompió el de Bagnis para situarse 3-0. Asegurando su servicio sumó el 4-1 y luego el 5-2, tras lo que ha sellado su pase a semifinales en 39 minutos. Su rival de hoy será el ganador del duelo entre el italiano Lorenzo Musetti, al que Alcaraz ganó en Trieste, y el alemán Daniel Altmaier.

Sería la segunda ocasión, en su recién iniciada carrera deportiva, en la que Carlos Alcaraz se clasifica para la final de un ATP Challenger. Pero es que, además, llegaría una semana después tras levantar el trofeo de Trieste el pasado domingo. Hace apenas dos semanas, cuando cayó en la primera ronda del torneo de Todi, cogió un cabreo monumental. Su entorno tuvo que hacerle ver que a su edad se podía permitir el lujo de caer tan pronto en un torneo del circuito Challenger y que era más normal la derrota que la victoria. Pero durante todos esos días sin jugar, solo entrenando a las órdenes de Juan Carlos Ferrero, Alcaraz cargó pilas y alimentó un poco más su sed de victoria. Y tal ha sido ese hambre que el joven murciano se encuentra a un paso de volver a hacer historia. Además, el triunfo logrado en Trieste le ha colocado por primera vez a las puertas del top2000 de la ATP a su corta edad y con el billete para disputar la fase previa del Grand Slam Roland Garros. Durante el torneo de Venecia, que se ha retrasado en sus fechas por la lluvia caída el pasado martes, ha derrotado al francés Benjamin Bonzi por 6-3 y 7-6; y al argentino Juan Pablo Ficovic, donde logró la victoria en tres sets (4-6, 6-3 y 7-5) tras más de dos horas y media de partido.