El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio al año 2021 ha sido acogido de forma generalizada como la mejor decisión posible ante el agravamiento de la crisis del coronavirus, aunque abre a los dirigentes deportivos y a las autoridades japonesas numerosos frentes que deberán resolver en las próximas semanas.

La propia evolución de la pandemia, las negociaciones con las distintas ramas de la familia olímpica, la conclusión de los torneos de clasificación y las nuevas fechas de los Juegos son algunas de las incógnitas que habrá que despejar en el camino hacia Tokio 2021.

No se ve el fin

Pese a que el COVID-19 parece controlado en su país de origen, China, las cifras en el resto del mundo no hacen sino empeorar. Ya son más de 400.000 los contagiados y los fallecidos superan los 19.000. Las medidas de aislamiento y las restricciones al movimiento son cada vez más extensas. A día de hoy es imposible calcular cuándo podrán retomar su actividad habitual los ciudadanos, y entre ellos los deportistas.

Fechas

Los Juegos Olímpicos no pueden coincidir con ninguna otra competición de importancia. Tendrán que celebrarse, por tanto, antes o después de la Eurocopa y la Copa América de fútbol, que coincidirán del 11 de junio al 11 de julio de 2021. "Más allá de 2020 pero antes del final del verano de 2021", dice el acuerdo alcanzado entre el COI y el Gobierno japonés. El 20 de septiembre, día en que termina el verano en el hemisferio norte, marca el límite posible.

Se han manejado dos fechas: o bien en el mismo periodo previsto para 2020, con la inauguración en torno al 23 de julio, o bien entre marzo y abril, coincidiendo con la floración de los cerezos en Tokio. Un símbolo de renacimiento para unos Juegos marcados por el infortunio.

El presidente del COI, Thomas Bach, dijo hoy que las primeras consultadas serán las 33 federaciones internacionales que participan en los Juegos. Y que el verano es solo una de las opciones.

Nuevo calendario

Solo el 57% de los cerca de 11.000 deportistas que participarán en los Juegos ha asegurado su plaza. El 43% restante está pendiente de hacerlo. Todos los torneos clasificatorios que estaban programados hasta el mes de junio, cancelados debido a la pandemia, deben reubicarse en el calendario. Es posible que algunas federaciones los sitúen ya cerca de los Juegos de 2021, una vez que se conozcan las fechas de la gran cita. Los deportistas que clasifican por marca verán ampliado el periodo para conseguirla.

¿Se guarda la plaza?

Las federaciones internacionales han asegurado que sí. Ningún deportista ya clasificado perderá su plaza. Pero en muchos deportes las plazas no son nominales, sino para el país del deportista que la consigue. Es posible que el mejor gimnasta, regatista, luchador o taekwondista de un país en este 2020 ya no lo sea en 2021 y que la que iba a ser su plaza termine, al final, en manos de otro competidor con más opciones de acercarse al podio.

Muchos países tendrán que decidir sobre el mantenimiento de becas y programas para sus deportistas olímpicos.

Las grandes competiciones de 2021

En julio de 2021 estaban previstos los mundiales de natación en Fukuoka (Japón); en agosto, los de atletismo en Eugene (EE.UU.); en octubre, los de gimnasia en Copenhague. Los I Juegos Panamericanos júnior iban a disputarse en Cali (Colombia) en julio; los XII Juegos Centroamericanos, primera prueba del nuevo ciclo olímpico en América, en noviembre en Santa Tecla (El Salvador). Todos los organizadores han mostrado su buena disposición a adaptar sus planes a las nuevas circunstancias, pero recomponer el puzzle no será sencillo.

Los futbolistas sub 23

Para participar en los Juegos Olímpicos los futbolistas deben haber nacido después del 1 enero de 1997. El torneo masculino está reservado a los jugadores sub-23, con excepción de tres refuerzos. La mayoría de las selecciones ya clasificadas tienen a sus jugadores en el límite de edad. Si cumplen un año más dejarían de ser seleccionables. Solo un permiso especial de la FIFA dejaría ir a los Juegos a los mismos futbolistas que obtuvieron la clasificación.

La Villa Olímpica, vendida

Los pisos de la Villa Olímpica tendrán un uso privado tras los Juegos. En una primera fase ya se habían vendido casi 1.000 de las 5.600 viviendas. La nueva etapa de ventas, prevista para este mes, se ha paralizado.

A los promotores se les plantea la posibilidad de no poder hacer la entrega cuando estaba acordada. A los organizadores de los Juegos, la de tener que buscar una alternativa si no hay acuerdo con los propietarios. Bach expresó hoy su deseo de que Tokio 2020 siga teniendo en 2021 "una Villa Olímpica tradicional", en la que convivan los 11.000 deportistas bajo un mismo techo. "Es lo que hace únicos a los Juegos", destacó.

Sangría económica

El coste de aplazar un año los Juegos Olímpicos será de unos 300.000 millones de yenes (2.490 millones de euros/2.695 millones de dólares), según un cálculo aproximado del diario Nikkei. Los esfuerzos ingentes hechos por los organizadores para ahorrar gastos, empujados por el COI y a costa de emplear instalaciones ya existentes, aunque estuvieran alejadas de la bahía de Tokio, se verán compensados por un desembolso inesperado.

Se estima que los gastos de mantenimiento solo del estadio olímpico, inaugurado en diciembre pasado, ascienden a 2.400 millones de yenes anuales (20 millones de euros/21 millones de dólares). COI, Gobierno y ciudad tendrán que negociar quién pone esas cantidades.

¿Entradas y alojamientos?

Los Juegos pondrán a disposición del público unos 9 millones de entradas, de las cuales 4,5 millones ya están vendidas. De momento, nadie ha hablado de reembolso. "Analizaremos cómo garantizar los derechos de quien ha comprado ya los billetes", dijo el martes el CEO de Tokio 2020, Toshiro Muto.

En cuanto a los hoteles, el sector esperaba ocupar 46.000 habitaciones por día durante los Juegos. "Hay millones de reservas", dijo Bach. Todas serán canceladas para este 2020, al igual que pasajes aéreos y otros paquetes turísticos. Una debacle para uno de los sectores más golpeados por la pandemia.

Un reto para el COI

"Estoy seguro de que tendremos que tomar medidas que afecten a nuestra organización interna", comentó Bach en una conferencia de prensa. El COI debe poner el foco en el aplazamiento de los Juegos, pero sin dejar de prestar la atención que merecen a otras citas, empezando por las de 2022: los Juegos de invierno en Pekín y los de la Juventud en Dakar, en los que está muy volcado por ser la primera competición de carácter olímpico en África.

Y todo ello con las restricciones de movimiento obligatorias para prevenir la propagación del COVID-19.

La 136 Sesión del COI, que debía celebrarse en julio en Tokio, en vísperas de los Juegos, queda ahora en el aire. Los 15 miembros del Ejecutivo pueden reunirse por videoconferencia. Los 100 de la asamblea lo tendrían más difícil.