Entrevista | Fernando Rubio Músico

Fernando Rubio: "Cuando eres joven e inseguro hay que dar caña, pero con la edad agradeces y valoras la sinceridad"

El veterano artista cartagenero está de vuelta. Nunca se ha ido del todo –porque ha seguido girando y presentando su anterior trabajo–, pero aún con su ‘20th Century’ (2022) todavía muy vigente, lanza ‘Stay cool’ (2024), un álbum con el que vuelve a demostrar por qué es uno de los artistas más respetados de la Región

Fernando Rubio.

Fernando Rubio. / L. O.

Tras su alabado 20th Century (2022), que transmitía optimismo, positividad y esperanza, Stay cool (2024), cuarta entrega del veterano geniecillo cartagenero Fernando Rubio (Ferroblues, Bantastic Fand), cuya valía crece a cada disco que publica, esgrime el arte del sentimiento como medio de discernir lo falso y lo auténtico. Arropado por The Inner Demons (Joaquín Talismán, Román García, Carlos Campoy y Paco del Cerro), lo anda presentando por salas con #GPS14, y el 27 de junio recala en Cartagena, en Mister Witt Café. 

Stay cool, entre ecos de Dylan, Tom Petty, Neil Young o los Byrds, es un disco esencial, entrañable, trabajado y pulido como todo lo de Fernando Rubio; respira aires cotidianos y contagioso naturalismo. Pop, soul, psicodelia, funk, americana..., hasta un poquito de reggae; una amplia gama de registros con tal dinamismo que hay que rendirse a la evidencia: aquí hay madera, sin diluirse ni perder fuelle. 

«A veces la vida es una negra comedia, depende de ti tomártela en serio. Lo mejor que puedes hacer es reír», canta en la canción titular, lamiendo las heridas del alma con resignación. Reborn again la compuso en la UCI tras una operación que le salvó la vida. La estatura de su música, confesión apasionada de dolor y esperanza traducida en sonidos devastadoramente emocionales, queda expuesta con inteligencia, sin artificios. Vale su minutaje en oro, apunta a clásico incontestable.

Cuando pensaba que 20th Century iba a ser insuperable aparece este Stay cool. ¿El reto de superar tu anterior obra te determinó de alguna manera? ¿En qué momento vital estás?

Muchas gracias por lo que dices. Estoy disfrutando de un momento muy bueno. Después de superar graves problemas de salud, estoy pletórico de ganas de seguir dando guerra, con un disco nuevo que me motiva y que empieza a tener muy buena respuesta. Y una pedazo de banda, los Inner Demons, con quienes lo mejor está por venir.

¿Qué supone haber sido seleccionado para el programa Girando Por Salas (GPS)? 

Ha sido un balón de oxígeno. Nos ha permitido ir a tocar a sitios en los que no habíamos estado, en buenas condiciones, y nos ha servido de rodaje para el grupo y las nuevas canciones. Y además nos ha ayudado a financiar el nuevo disco y algún vídeo, así que no puedo estar más contento. 

La vida en la carretera es todo un cliché en el mundo del rock. ¿Cómo te sientes cuando estás de gira?

Estar de gira me encanta, porque me encanta tocar, sobre todo acompañado por estos músicos, amigos, que lo hacen todo muy fácil. Ha habido grandes momentos musicales y grandes risas también. Eso sí, los riñones duelen en la furgoneta, y nunca hay tiempo para nada, aunque en este caso los conciertos han estado espaciados y ha sido muy llevadero.

El título del nuevo disco se presta a diferentes interpretaciones. ¿Sentiste algo especial mientras lo grababas, durante un periodo duro para ti?

En realidad lo he compuesto y grabado cuando lo malo había pasado ya. Amigos que me conocen bien dicen que la música me ha salvado, y seguramente tienen razón (sin menospreciar nunca a los profesionales de nuestra sanidad pública, sin los que yo no estaría aquí hoy, y que hay que defender a muerte de los zarpazos neoliberales). Cuando le ves las orejas al lobo, tu visión de la vida cambia, y te das cuenta de lo que realmente importa. Tener un proyecto musical por delante ha sido esencial para mí. He disfrutado mucho haciendo este disco, y en cierto modo me ha resultado más fácil que otros; todo el proceso ha sido más rápido. También las letras, que siempre me cuestan más. Esta vez tenía unas cuantas cosas que quería contar...

El amor parece la idea central; en estos tiempos es más necesario que nunca apelar a él. ¿Un acto de resistencia?

El amor en todas sus formas es lo que hace que la vida merezca la pena. El amor por tu pareja, por tus amigos, por lo que te gusta hacer, por los lugares que quieres... Ya sé que suena a tópico, pero realmente lo siento así. Hay muchas cosas que nos distraen de eso, y, como decía George Harrison, este es un mundo materialista. Lo único que puede proporcionar alguna felicidad es el amor.

En tu carrera has combinado imparables ritmos funk con tórrido soul sureño. «Canciones duras como clavos y dulces como la miel». A todo el mundo le gusta una buena melodía. ¿Tienen más importancia ahora para ti?

Quizás sí. Con Ferroblues le dábamos mucha importancia al componente ‘físico’ de las canciones, a que tuvieran un ritmo bailable y que el tono general del concierto fuera alto (aunque siempre hubo baladas igualmente intensas). La música negra, a fin de cuentas, es música de baile, y afecta al alma y al cuerpo. Supongo que cuando eres joven, inseguro y no quieres mostrarte vulnerable, hay que dar caña. Con la edad eso deja de importarte; agradeces y valoras la sinceridad. En solitario, intento mantener la potencia en los conciertos, y que haya momentos para el baile y la excitación, pero también momentos más íntimos y reflexivos, como los hay en los discos.

El disco arranca, a modo de declaración de principios, con Stay cool, y cierra con un gospel que se va diluyendo.

Stay cool habla de la importancia de mantener el tipo cuando las cosas se ponen feas. Tiene varias traducciones, todas válidas: ‘Mantén la calma’, ‘Cuídate’, ‘Sigue bien’... No siempre es fácil, pero es lo único que sirve: aguantar y ser positivo. Y mantener el sentido del humor a toda costa. Por otro lado, Sun’s gonna shine surgió mientras estábamos grabando los coros de otra canción, You know, I know. Fue un momento mágico al final de una sesión con Paloma y Paco Del Cerro, que han hecho un trabajo de voces magnífico en este disco, y me pareció una forma estupenda de cerrar el álbum, con un mensaje esperanzador que abre las ganas de volver a empezar desde el principio.

¿Ha cambiado tu forma de componer? ¿Exploras nuevas texturas? ¿Ser previsible es lo peor? ¿Has temido alguna vez quedarte sin ideas?

En Stay cool me meto en terrenos que no había visitado mucho anteriormente, en canciones como Dead streets y 12 strings poems, que conforman una parte central del disco más ambiental y psicodélica, con sintetizadores y solos de guitarra acústica. Me lo he pasado muy bien haciéndolo, pero no fue algo intencionado. Yo siempre digo que me dejo llevar por las canciones, y eso ha pasado aquí. En cuanto a ser predecible..., no me preocupa mucho si tengo una buena melodía.

¿Cómo ha sido la conjunción con los Inner Demons? Todo habrá fluido naturalmente.

Así es. Nos conocemos de toda la vida y ya llevamos unos años con esta formación, así que la cosa va sola. La gira nos ha servido para compenetrarnos aún más.

Las caricias reggae de Give what u don’t have me recuerdan a Cat Stevens (The first cut is the deepest). Y en Reborn again, otra joya, siento la guitarra de Neil Young. ¿Te inspiran los clásicos?

Claro. Me gusta mucho el reggae, especialmente las canciones de Bob Marley. Es un género que siento como mío, por el que pasaban todos los artistas que yo escuchaba de adolescente (Dylan, Clapton, los Stones...), y esta canción surgió buscando una versión reggae para hacer con el grupo, hasta que decidí hacer mi propio tema. El público la agradece mucho en los conciertos, y la letra me lleva otra vez al amor: en esta vida misteriosa puedes dar lo que no tienes, pero no puedes tener lo que no das. Y Reborn again es muy especial para mí, porque la compuse literalmente en la UCI del Hospital Santa Lucía, después de una operación que casi acaba conmigo, pero me salvó la vida. La grabé con el móvil, canturreándola como pude, y la letra habla de lo que hicieron por mí algunas amigas muy queridas mientras estaba allí. Desde el primer momento la oía en mi imaginación con esa vestimenta tan Crazy Horse, y esas melodías de guitarra eléctrica que no tienen prisa por terminar.

Después de tantos años de carrera. ¿Crees que estás viviendo tu mejor momento o cualquier tiempo pasado fue mejor?

Estoy muy bien, y más con la que está cayendo en este mundillo. Esto nunca ha sido fácil, pero yo sigo aquí haciendo mis canciones, grabando en mi estudio casero, publicando discos y tocando con mis amigos, así que no me quejo en absoluto. n