Toros

El octavo encierro pone fin a unas fiestas de Moratalla sin incidentes

Enrique Soler

Enrique Soler

Moratalla entonaba su particular ‘Pobre de mí’ en la última jornada de las Fiestas en honor al Cristo del Rayo. La ganadería de los Hermanos Chinchilla, que debutaba en los encierros de Moratalla, dejó buen sabor de boca en un encierro que estuvo escoltado por caballos en los laterales y en el cierre, donde una res se adelantó y originó bellas carreras a lo largo de la carretera de Calasparra. Posteriormente los corredores dieron paso a los amantes de los recortes para disfrutar de las reses en los diferentes cercados del municipio. También se desencajonó un toro donado por la Peña Miuras y la Asociación Taurina Al-Alimón.

Fue otra jornada sin incidentes, cerrando unas fiestas sin tener que lamentar heridos por asta.

Cabe destacar que una res se metió en una de las peñas y los mozos tuvieron que emplearse a fondo para encaminarla hacia la calle.

La mañana estuvo dedicada a los más pequeños con la celebración del encierro infantil, a cargo de la Asociación Taurina Al-Alimón. La música también fue protagonista en el último día de fiestas con los pasacalles de las diferentes charangas de las peñas por el casco antiguo de la ciudad. Otra de las actividades que tuvo gran aceptación fue la exhibición de mansos de la ganadería Hermanos Chinchilla, que tuvo lugar en la calle Mayor.

Por la noche, y tras la traca de fin de fiestas, los moratalleros entonaron su particular ‘Pobre de mí’ con el himno a Moratalla y la despedida de la Mayordomía que ha sido encargada de realizar estas fiestas, así como la presentación de la nueva mayordomía que ya piensa en la organización de las próximas fiestas en honor al Cristo del Rayo 2024.