Entrevista | Andi Deris Vocalista y cabeza visible de Helloween

Helloween: "Si con 40 o 50 años tienes problemas de ego, es que no has aprendido nada"

"De no haber sido cantante, habría sido profesor de Historia", dice el vocalista y cabeza visible de la banda, que estará en el Rock Imperium Festival

Asier Ganuza

Asier Ganuza

La jornada inaugural de la segunda edición del Rock Imperium Festival estará dedicada –al menos en lo referente a los grandes nombres del cartel– a uno de los estilos más influyentes del género: el power metal. Ya saben: guitarras afiladas, agudos alaridos, devoción por la melodía y los solos, dragones escupiendo fuego... En definitiva, epicidad desbordante (para lo bueno y para lo malo). Y aunque hoy día muchos heavies renieguen del género, ¿cuántos van a resistirse a desgañitarse cantando «Forever and one, I will miss you. However, I kiss you»? Porque sí, el 23 de junio no solo actuarán en Cartagena los fineses Stratovarius y los alemanes Blind Guardian –dos gigantes–, sino también los padres de este movimiento: los también germanos Helloween, que la próxima semana serán incluidos en el Metal Hall of Fame junto a leyendas como Dio y Lemmy Kilmister o bandas como Judas Priest. Nos visitarán con una formación histórica que incluye al guitarrista Kai Hansen y al vocalista Michael Kiske, claves en la etapa más laureada de la banda, pero sin detrimento de los músicos que la mantuvieron viva en los difíciles años noventa. Entre estos últimos destaca el carismático cantante Andi Deris, con quien hemos tenido la oportunidad de hablar ahora que vuelve a estar al cien por cien.

Hola, Andi. Lo primero de todo: ¿cómo está? Supongo que recuperado de los problemas de salud que les impidieron tocar en Madrid y Barcelona en febrero...

Sí, sí. Pero fue un susto importante. De repente se me aceleró el pulso y pensé que perdía el equilibrio. De hecho pensé que me moría. Pero los médicos me dijeron que todo estaba bien a priori, y que creían que lo que podría haber provocado esa descompensación fueran circunstancias personales. En los últimos meses ha fallecido mucha gente de mi familia y, la verdad, ha sido jodido… Quizá no era consciente de hasta qué punto me estaba afectando a nivel físico. Me recomendaron descansar, y eso hice. Y tenían razón, porque ha pasado el tiempo y cada vez estoy mejor.

Nos alegramos, Andi; por lo personal, pero también en lo profesional. A nadie le gusta tener que cancelar bolos, pero es que para usted nuestro país es especial... Incluso tiene un estudio en Tenerife (Mi Sueño).

Sí. Hay muchos motivos por los que me gusta España, pero, sobre todo, me apasiona su historia y la influencia que ha ejercido en todo el mundo a lo largo de los siglos. Así que siempre que tengo la oportunidad de visitar una de vuestras ciudades me vuelvo un poco como el típico turista loco [Ríe]. Si no hubiera tenido una banda, de no haber sido cantante, habría sido profesor de Historia. Me encanta saber de dónde venimos porque me ayuda a comprender dónde estamos. Aunque la mayoría de mis letras tienen que ver con relatos fantásticos, entre líneas encontrarás siempre algunas referencias históricas. Y, es más:esto es algo que en ocasiones nos pone en situaciones un tanto extrañas. La última vez que tocamos en China, revisaron nuestras canciones para asegurarse de que lo que íbamos a tocar estaba dentro de lo que ellos consideraban ‘correcto’.

Esperemos que aquí no tengan ese problema, ya que, por suerte, pronto les tendremos de nuevo en España. Pero antes de preguntarle por ello quiero felicitarle: esta semana conocíamos que el 20 de mayo Helloween entrará en el Metal Hall of Fame de Nueva York. ¿Cómo han recibido este reconocimiento?

Pues lo cierto es que no recibí la comunicación oficial hasta ayer [el martes]. Había rumores, pero yo procuro no hacer caso de habladurías... Sin embargo, ahora ya es oficial, y es un gran honor. Estoy muy orgulloso e, incluso, debo reconocer que se me saltaron las lágrimas cuando me lo dijeron, porque no es habitual que se reconozca el trabajo de las bandas europeas...

Según Pat Gesualdo, principal responsable, Helloween debían estar entre las bandas más grande de la historia del género como padres del ‘power metal’. 

Sí. Y pensar que estuvimos a punto de tirarlo todo por la borda... La banda estuvo a punto de autodestruirse, pero cuando me uní al grupo tuve claro que para sobrevivir teníamos que mantener el estilo que había hecho grande a Helloween. Tenían canciones en esa línea que fueron un éxito y las habían tirado a la basura. Así que cuando entré dije: «Vale, tenemos que sacar todo esto del contenedor y hacer que vuelva a pasar, que resurja». Y mira dónde estamos ahora...

"Pero es que eso es el rock and roll, ¿no? Seguir al corazón"

undefined

En lo más alto, y no por casualidad. Tengo la sensación de que en los últimos años la banda ha pensado mucho cada uno de sus pasos, que el nivel de autoexigencia en el seno del grupo ha crecido. ¿Es así?

No sabría decirte... No somos una banda que medite mucho las cosas; por lo general, nos dejamos llevar [Ríe]. Pensamos más con el estómago que con la lógica o el cerebro. El que utiliza la cabeza es nuestro manager y quienes se encargan de crear el ‘producto’. De hecho, te diría que el mayor enemigo de nuestro manager es... ¡la propia banda! ¡Nosotros! [Risas]. Pero es que eso es el rock and roll, ¿no? Seguir al corazón, y Helloween tiene mucho más de rock and roll de lo que la gente se piensa. Creo que si hubiéramos hecho lo que nuestros representantes querían que hiciésemos, no habrían salido canciones como Dr. Stein o Forever & One, que es una balada, y las bandas de metal no hacen baladas... Pero, mira, tiene sesenta millones de visitas.

Dos grandes clásicos. Hablemos de su último disco, Helloween (2021), que es uno de los mejores del grupo desde su entrada en la banda (y no soy el único que lo piensa). ¿Esperaban la gran recepción que tuvo entre el público? Supongo que sabían que tenían algo grande entre manos...

Sí, lo intuíamos. A la gente le encantó lo que hicimos en Pumpkins United, así que sabíamos que tenía potencial. Pero eso no es garantía de nada... Tú puedes querer escribir la mejor canción de la historia, pero nunca sabes cuál será el resultado. Al final, depende mucho de la química que haya durante el proceso. Si odias al productor con el que trabajas, tendrás un álbum de mierda; eso es así [Risas]. Así que se tienen que alinear los astros para que todo funcione. Y, además:¿quién sabe exactamente lo que es un hit? Si echas un vistazo a las cien canciones más escuchadas ahora mismo, estoy seguro de que hay muchísimas que nadie esperaba que fueran a ser un éxito. Así que, como nadie está en posesión de la verdad ni conoce el futuro, sigue a tu estómago, sigue a tu corazón y sé feliz, y agradece que se te permita hacer la música que haces.

Este disco también supone, más allá de lo musical, un hito en los cuarenta años de historia de Helloween, ya que, por primera vez, la banda ha contado con más de un cantante. ¿Cómo ha sido compartir micro con Kai Hansen y, sobre todo, Michael Kiske?

Al principio fue raro me daba un poco de miedo, pero al final ha resultado ser un acierto. Nos asuntaba un poco que esta situación nueva pudiera dar lugar a una lucha de egos, pero muy pronto nos dimos cuenta de que facilitaba las cosas. Si hay algo con lo que yo no me siento cómodo o que me obliga a forzar la voz, lo canta él [Michael Kiske], y ya está, y viceversa. Ha habido veces en las que, estando en el backstage, he recibido un mensaje de Michael por el pinganillo diciendo: «Tío, tengo un problema, ¿me echas un cable?». Y ahí aparecía yo cantando algo para él porque lo necesitaba. Qué lujo, ¿verdad? La gente ni siquiera se da cuenta, se quedan como: «Oh, mira, ahí está Andi cantando» [Risas]. Me sé las letras, así que no es problema. Por tanto, estoy más tranquilo:es una descarga de responsabilidades y un soporte emocional, porque sé que si pasa algo tengo quien puede cubrirme.

Para los fans del grupo debió ser algo así como la reunión de los tres Spider-man del cine...

[Ríe] Una vez lo hemos probado, para nosotros la pregunta es: ¿por qué no lo hace todo el mundo? ¿Por qué las bandas no tienen dos cantantes? Hemos tenido conversación al respecto y la conclusión a la que llegamos es que todo es una cuestión de egos. Pero, joder, si tienes 40 o 50 años y todavía estás con esa mierda es que no has aprendido nada.

En una entrevista reciente, Michael Kiske hablaba sobre su relación con cada uno de los miembros de estos nuevos Helloween, y decía que lo más importante para él era llevarse bien con usted, algo que, decía, no solo había conseguido sobre el escenario, sino también fuera. ¿Cómo valora –a nivel personal– su relación con él?

Es genial. Hablamos un montón y sobre temas muy diversos. Tiene una mentalidad y unas teorías filosóficas muy interesantes y que me encanta escuchar; sobre todo porque yo también tengo mis propias ideas, y muchas veces nos damos cuenta de que más o menos pensamos lo mismo, pero desde un punto de vista diferente. Diría que estamos de acuerdo en la mayoría de las cosas, incluso cuando se trata de pensamientos más profundos (como si hay un Dios o lo que hay después de la vida). Es un tipo realmente inteligente y me alegra poder decir que ni siquiera necesito una botella de vino para hablar con él; solo nos sentamos, empezamos a charlar e intentamos perseguir la verdad (aunque ambos sabemos que nunca la alcanzaremos) [Risas].

Por cierto, ¿cómo surgió lo de Pumpkins United? ¿Fue difícil convencerles de que se unieran al grupo tanto tiempo después?

No fue difícil convencerles de que al menos lo intentaran, pero antes había que tratar ciertos temas. Tuvimos una gran reunión en la que todo el mundo se mostró bastante escéptico a principio; era inevitable pensar en todo lo que pasó en el pasado (con las salidas de Kai y Michael). Después de todos estos años, la pregunta era: ¿podemos hablar de ello? ¿Está perdonado? Yo, personalmente, estaba allí sentado escuchando porque eran ellos los que tenían que resolver sus diferencias, y lo hicieron. Fue como: «Hey, lo siento, era joven y estúpido». Y, al final, después de seis horas hablando de Helloween y de nuestros planes de gira, la parte emocional volvió a brotar y todo el mundo estaba diciendo que ninguno de ellos habría llegado a donde estábamos si no fuera por cada uno de los demás. Fue muy emotivo.

"Todos teníamos claro cuando empezamos que la prioridad era la banda; ni secretos ni gilipolleces ni nada por estilo"

undefined

He leído que tenían contratos solo para esos conciertos, pero que decidieron quedarse y eso acabó dando lugar a este álbum. ¿Se ha consolidado la formación de Helloween como septeto o sigue siendo algo temporal?

Diría que sí. Todos teníamos claro cuando empezamos que la prioridad era la banda; ni secretos, ni gilipolleces, ni egos, ni nada por estilo. Si no, el grupo se iría a la mierda. Aunque el espíritu sea el mismo, ha cambiado nuestra forma de trabajar, de componer..., pero parece que las cosas están funcionando bien. Así que sí, podríamos decir que la formación se ha consolidado y que vamos a seguir así todo el tiempo que podamos.

Sabemos que ya están trabajando en un nuevo álbum. ¿Qué nos puede contar? 

Todavía está en el aire, pero te puedo contar que tuvimos una pequeña sesión con seis canciones, que escuchamos tres que parecían prometedoras, pero que hubo una en concreto que nos hizo pensar a todos que podría ser un hit. Estamos realmente sorprendidos del potencial que tienen estos temas, así que... se podría decir que la mitad del álbum ya está ahí.

¿Es consciente del peso de la marca ‘Helloween’ cuando se sienta a escribir? ¿Le condiciona?

Cuando pienso que lo que escribo va a sonar delante de 50.000 personas, sí, me obliga a pensar mucho las cosas [Risas]. Siempre intento hacer algo grande;melodías que me hagan sentir a toda esa gente ahí abajo cantando. Primero tiene que funcionar en mi imaginación; si no, pruebo con otra cosa.

"Cuando pienso que lo que escribo va a sonar delante de 50.000 personas, sí, me obliga a pensar mucho las cosas"

undefined

 Además, los conciertos de Helloween son singulares. Siempre lo han sido, pero mucho más ahora, con siete tipos sobre el escenario. No es el típico show de una banda metal; no todo es intensidad, también hay momentos para la diversión, para la emoción...

Claro. Estamos abiertos a lo que pueda pasar sobre el escenario. En ocasiones son shows más intensos;otros, más locos, y, a veces, más emocionales e íntimos. Lo importante es conectar con la gente. Cierto es que solo puedes interactuar de manera cercana con la gente de las primeras filas, pero, cuando algo está pasando entre banda y público, también los que están al final lo notan; al menos esa es mi experiencia también como aficionado.

Y ya que estamos hablando de cómo se comportan en vivo, cuénteme: ¿qué pueden esperar los fans de su paso por el Rock Imperium? ¿Qué tienen preparado? 

Intentamos ofrecer un poco de todo, aunque esta vez solo tendremos dos horas. No es cosa nuestra, sino de la organización; las cosas funcionan así. Pero la gente puede estar tranquila: siempre intentamos incluir en el set list las diez mejores canciones del grupo;así debemos hacerlo si queremos salir vivos del escenario... [Risas]. La gente espera ciertos temas y nosotros tenemos que dárselos; sobre todo, por lo que te decía: es importante conectar con el público. Y, al margen de eso, ya veremos a qué más nos da tiempo... 

"Todavía recuerdo cuando tenía 12 o 13 años y lo emocionado que estaba por ver a Kiss en directo"

undefined

 No sé si ha podido ver algo del recinto, del festival...

Nos han dicho que tendremos un escenario y un entorno preciosos, y estamos deseando tocar allí lo mejor de nuestro repertorio. Seguro que va a ser especial. Nos vamos a esforzar para que la gente disfrute tanto como nosotros. 

En una entrevista reciente mencionó a Scorpions y Kiss como sus grandes influencias. Los primeros fueron headliners del Rock Imperium el año pasado, mientras que con Kiss van a compartir cartel este año.

Intento no pensar mucho en eso porque me pongo nervioso [Ríe]. Todavía recuerdo cuando tenía 12 o 13 años y lo emocionado que estaba por ver a Kiss en directo... Fue entonces cuando empezó todo, cuando empecé a conocer el rock and roll. Así que tocar ahora en los mismos escenarios que mis ídolos es..., bueno, es una sensación extraña: me siento honrado, orgulloso y, a la vez, me cago de miedo [Risas].