Ahora que la existencia del cine Rex está en el punto de mira, es momento de revisar la relación de este histórico cine con la Universidad de Murcia, un vínculo casi tan longevo como lo son la institución y la sala de cine. El conocimiento de la rica historia de esta sala es algo de sumo valor para la educación sentimental de los murcianos y nuestra memoria histórica, tanto como para que las autoridades regionales y municipales se percaten de lo importante que es mantener la existencia de este cine, que tanto ha significado para los murcianos.

Cuando fue inaugurado el cine Rex –aún con su nombre original, Teatro Ortiz-, allá por octubre de 1914, la sociedad murciana se hallaba en plena lucha por la consecución de una Universidad para la Región.

En aquellos momentos, los estudiantes murcianos encabezaron una manifestación multitudinaria por las calles de la ciudad que incluyó el cierre de los comercios capitalinos. Los ánimos llegaron a alterarse tanto durante la jornada de protesta que el conductor de uno de aquellos tranvías de comienzos del siglo XX se enfrentó a la muchedumbre, amenazándolos con una pistola, lo que provocó que “una nube de estudiantes se lanzara sobre el vehículo, destrozando los cristales y poniendo en fuga al conductor”, según comentaba el diario El Liberal en la época.

La existencia de la Universidad de Murcia se aprobaría exactamente a los cinco meses de comenzar aquel local sus actividades –no sólo proyecciones cinematográficas, sino también funciones de teatro, como evidenciaba su nombre original-. Ateniéndonos a esas fechas, la edad de ambos oscila en estos momentos entre los 107 años y medio y los 107 y once meses, siendo, pues, casi siameses de edad y concentrando ambos en su entorno durante su existencia, posiblemente, dos de las mayores cifras de paisanos en sus respectivas etapas de funcionamiento.