No es un truco. Tampoco es trampa. Es simplemente lo que hay que hacer. Comenzar fuerte, sin mirar atrás y sin miedo a lo que te puedas encontrar más adelante. Todas las fichas sobre el tapete. En la mano un buen puñado de cartas con las que resultaría difícil perder. Rock Imperium nace con actitud ‘alfa’ y vocación de permanencia. Como apuesta, un cartel bien balanceado entre lo local y lo vanguardista, lo clásico y lo extremo y, entre medias, incluso lugar para el culto musical. Cuarenta y una bandas de distinta condición y pelaje componen una oferta heterogénea, una muestra diversa que ejemplifica la variedad de un género que, bien entendido, se extiende a través de difusas fronteras. Tres escenarios para disfrutar. Coge tu protector solar, que nos vamos de festival. Estos serán sus protagonistas:

No tan solos

Son solistas, o por lo menos eso reza el cartel, pero seguro que vienen bien acompañados. Eric Martin y Oliver Hartmann (escenario Heretic, sábado, 23.45 horas) suelen aparecer en festivales como parte del casting de participantes del espectáculo de Avantasia. Luego se quedan solos, en formato acústico, para interpretar principalmente canciones de la banda que hizo que Martin llegase al estrellato, Mr. Big. Son canciones redondas, tanto que lucen perfectamente en su representación minimalista.

Jorn (escenario Estrella de Levante, sábado, 17.10) es otro colaborador habitual de Avantasia. Lo es porque lleva desde mitad de los noventa editando discos bajo su nombre (el último acaba de publicarse) o siendo partícipe de numerosos y dispares proyectos. Más de sesenta obras cuentan con la presencia del vocalista noruego, esa mezcla de Ronnie James Dio y David Coverdale que, por familiar, ya nos resulta única.

Hay tronos que vienen atribuidos por línea de consanguinidad. Hay otros que alguien los conquista, o mejor, el pueblo los otorga. Doro (escenario Imperium, sábado, 18.00 horas) es la reina del metal. No lo decidió ella, sino por aclamación popular lo hizo el mundo del heavy metal. Se lo ganó a pulso desde que en 1984 editara su primer disco con la banda que la vio nacer, Warlock. Nunca poseyó una gran voz, y tampoco un talento musical sobresaliente, pero Doro Pesch ha acreditado su posición a base de constancia, cercanía y una tremenda honestidad.

Blaze Bayley

Metal de culto

La definición de ‘banda de culto’ puede que sea una de las más ansiadas artísticamente, y una de las más denostadas comercialmente, también. Resulta difícil pensar en un nombre de culto en la cima del estrellato. A cambio, una guardia pretoriana de fieles seguidores te adoran incondicionalmente por lo que eres, y por lo que no llegaste a ser. Los bávaros Sodom (escenario Estrella de Levante, viernes, 16.00 horas) encabezaron la respuesta europea que respondía a la avalancha de thrash metal surgida en Estados Unidos a principios de los ochenta y encabezados por Metallica. Ellos no quisieron estilizarse, permanecieron crudos y primitivos. Ahora son nombrados como influencia por no pocos grupos de death y black metal. Negro culto.  

Todo el que forma parte del árbol genealógico de Iron Maiden pasa casi sin quererlo a la categoría que nos ocupa. Blaze Bayley (escenario Estrella de Levante, sábado, 15.40 horas) fue el vocalista de ‘La Dama de Hierro’ entre 1994 y 1999. El periodo de menor éxito de la banda británica, es cierto. Pero también lo es que aquellos no eran buenos tiempos para nadie que practicara metal tradicional... A su salida, Blaze retomó su carrera, haciéndolo en solitario, adaptándose a los nuevos tiempos, y volviendo a la talla de popularidad con la que probablemente se sienta más cómodo. En su actuación no faltarán cortes pertenecientes a aquellos dos álbumes con Maiden.

¿Qué hace una banda como tú...

…en un sitio como éste? Pues mucho. Porque de los que se trata es de diversificar. Es obvio considerar que Bush (escenario Estrella Imperium, viernes, 16.55 horas) conocieron tiempos más populares. Puede que jamás vuelvan a ser una banda con ventas multiplatino, pero su rock alternativo de raíces grunge se ha acomodado a los tiempos, como prueban en su último The Kingdom (2020). De aquellos inicios pletóricos sólo queda el vocalista Gavin Rossdale, pero su motivación parece gozar de buena salud.

Otros británicos, The Dust Coda (escenario Heretic, sábado, 01.05 horas), proclaman que hacen rock and roll del pasado de camino hacia el futuro. Si ellos lo dicen poco más se puede añadir, sólo que seguramente estén en lo cierto y que su vocalista, John Drake, es tan australiano como AC/DC.

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Las imágenes del primer día del Rock Imperium: ambiente, recogida de pulseras y primeras actuaciones Iván Urquízar

Poderoso metal

El metal más tradicional tendrá también su cita ineludible sobre los escenarios del Rock Imperium. Rhapsody of Fire (escenario Imperium, viernes, 15.15 horas) se forjaron en un momento en el que propuestas como la suya sembraban muchas dudas y, en algunos casos, hasta cierta jocosidad. Cuando en el planeta tierra estaban en boga estilos como el grunge o el metal industrial, estos italianos decidieron responder a base de metal sinfónico y de historias de dragones, caballeros y tierras encantadas. Le echaron valor. Muchos se agarraron a bandas como ellos como tabla de salvación de un género que, a pesar de los dictados de la industria discográfica, aún contaba con muchos adeptos indagando en los suburbios de la escena musical. Ellos siguen aquí, la mayoría de aquellos otros grupos de moda, no. 

Night Demon

Los daneses Manticora (escenario Heretic, sábado, 18.20 horas) aparecieron también por aquella época. Nunca han sido un grupo de primer nivel, pero su discografía, sin apenas paréntesis temporales, muestra el combo de coherente power metal que son, aunque no desde un punto de vista convencional, sino aderezado con riffs de guitarra de contundencia extra y estética de ciencia ficción.  

Tipos como los componentes de Night Demon (escenario Heretic, viernes, 19.50 horas) seguramente fueron de los que, en los tiempos más débiles del classic metal, imploraban a los dioses para que su estirpe no se extinguiera. Cuando tuvieron la oportunidad se pusieron manos a la obra y se convirtieron en activistas. Se sienten cómodos siendo considerados parte de la ‘nueva ola de heavy metal tradicional’ (N.W.O.T.H.M.), esa escena underground que comenzó hace más de quince años reivindicando el renacimiento del sonido del metal más clásico de las décadas de los setenta y los ochenta. 

Neonfly (escenario Heretic, viernes, 17.30 horas) también pueden considerarse uno de los valores actuales del metal tradicional, aunque en su caso intentando dar un giro más actual a su propuesta y, sobre todo, abriendo ligeramente su paleta de estilos para coquetear con el power y abandonarlo después persiguiendo melodías que llegan a ser accesibles. Vienen desde Londres, aunque suenan irremediablemente escandinavos, y eso no es precisamente malo.

Extremos

Si alguien se ha hecho la idea de que el Rock Imperium ofrece solo rock para las masas, está muy alejado de la realidad. Incrustados en el cartel, con toda la intención, nos topamos con nombres que podrían escribir la banda sonora de la peor de tus pesadillas. El black y el death metal son subgéneros distintos, en muchos casos antagónicos, pero que tienen como denominador común la pasión por voces del averno y un inquietante e intenso envoltorio instrumental. La oscuridad musical que en ocasiones se torna en filosofía de vida. Ingested (escenario Heretic, viernes, 16.30 horas) serán los primeros en cubrir de sombras la tarde cartagenera. Los tres de Manchester se bastan para poner en marcha su avasalladora máquina. De Austria llegan los retorcidos Belphegor (escenario Heretic, sábado, 20.55 horas), desde 1992 inventando claustrofóbicos himnos blasfemos perpetrados por rostros pintados con los colores de la muerte. Coetáneos suyos son Dying Fetus (escenario Heretic, viernes, 22.30 horas). Si te llamas así queda claro que tu intención no es la de agradar a todo el mundo, pero los que te aman lo hacen a muerte (nunca mejor dicho) y por eso ellos son uno de los grupos de brutal death más aclamados desde hace tres décadas. Las mismas que contemplan a At the Gates (escenario Heretic, sábado, 22.20 horas), uno de los combos seminales de la llamada escena de Gotemburgo. Puede que no todos puedan apreciar la clase en su propuesta musical, pero a fe que la tienen, y mucha.

Lo de Midnight (escenario Heretic, viernes, 21.05 horas) también es duro. Vale, no tanto. Lo suyo se encamina más por los derroteros del thrash metal con el cazallero espíritu de rock and roll de Motorhead escupiendo balas de nueve milímetros.