Aquí os dejo la receta de un postre que me fascina, por lo rico que está, lo mucho que gusta a todos y a todas y lo fácil y rápido que lo preparamos. Las cosas más intensas y que nos producen más placer gastronómico a menudo son las más sencillas y las que nos evocan recuerdos y transportan a la niñez. Qué delicia esas copas de chocolate y nata que disfrutamos.
Ingredientes
1/2 l. de leche, 4 yemas de huevo, 45 g. de Maizena, 120 g. de azúcar y 120 g. de chocolate negro para repostería.
150 ml. de nata para montar y 3 cucharadas soperas de azúcar glas.
Elaboración
1. Ponemos en un cazo las yemas, el azúcar y la Maizena.
2. Movemos con unas varillas hasta obtener una crema lisa.
3. Añadimos la leche y mezclamos bien.
4. Ponemos el cazo al fuego y cocinamos a fuego lento sin dejar de mover con las varillas, hasta que la crema espese. Luego retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado mezclando bien hasta que se integre.
5. La vertemos con una cuchara de servir sopa en tarritos de cristal (o en lo que más nos guste: cuenquitos, vasos, etc.) y dejamos que se templen antes de meterlos al frigorífico durante 1 hora al menos.
6. Una vez fríos, montamos la nata (que debe estar muy fría) con unas varillas eléctricas a velocidad máxima.
7. Una vez montada, le añadimos el azúcar glas y mezclamos suavemente (con 3 pasadas de varillas estará lista).
8. Ponemos la nata sobre la crema de chocolate ( con una cuchara o con una manga pastelera ) y mantenemos en frío hasta el momento de servir.