Dieciséis «zorros», apunta en el texto que acompaña a la muestra Pedro Alberto Cruz; dieciséis artistas que figuran en lo que el exconsejero define como una «pléyade dorada y múltiple que fue previa y después contribuyó al desarrollo de la 'movida' murciana». Sixteen G-Old Foxes; 'dieciséis viejos zorros de oro'. Creatividad, oportunidad y, casi, comunidad. «La mayoría somos de la misma generación, pero hay algunos que son mayores. O más jóvenes, como Marcial (Guillén). Pero todos somos amigos», explica Marian Calero, una de las protagonistas de la muestra y directora del espacio murciano Loft 113, que acoge -a partir de las siete de esta tarde- esta «variada» colección.

Calero participa con una fotografía realizada el mes pasado en el Centro Párraga durante un desfile de la diseñadora murciana Constanza Mas; Guillén, fotoperiodista -actualmente en la agencia Efe-, con una imagen hipnótica titulada Magic Mirror y tomada hace ya diez años, en 2008. Pero entre estos dieciséis genios no solo hay fotógrafos. Tras el objetivo se ocultan, además de los ya citados, Manuel Portillo, Ángel Fernández Saura, Paco Salinas, Joaquín Zamora y Teresa Arnal, e incluso el polifacético Tomy Ceballos -al que, en cualquier caso, la denominación 'fotógrafo' se le queda un poco corta-, pero en Sixteen G-Old Foxes también hay pintores como Antonio Ballester, Pepe Cacho y Juanma Puche, un maestro de la escultura como Flippy Cerezo y otros artistas, también de naturaleza multidisciplinar, como Perico Gálvez, Juan Ros, Paco Martínez Almagro y Chopper J. Rosales.

Y cada uno ha elegido una obra, reciente o pasada, de sus particulares universos personales. «Como son muy buenos, no he querido decirles nada más», explica la directora de Loft 113, cuyo objetivo era -y lo ha conseguido- que «cada foto transportase al espectador a un lugar diferente». «Cada foto es un mundo, y eso es lo bueno de esta exposición. Porque normalmente un fotógrafo lleva un guion, un tema; las muestras suelen ser monotemáticas. Pero aquí la gente puede ver a Joaquín Zamora, puede ver a Salinas, a Saura, a Marcial..., a cada artista tal y como es a través la obra que ha elegido», explica. «Aunque alguno como Tomy me ha 'decorado' el estudio'», advierte, con humor Calero sobre quienes no han podido decantarse por una única pieza para Sixteen G-Old Foxes.

No obstante, si algo pretende dejar claro esta exposición -que podrá verse en la galería hasta final de mes- es que, aunque el tiempo pase, aquí siguen ellos «dando caña y luchando por sobrevivir». Y es que, de una manera o de otra, todos los 'firmantes' de Sixteen G-Old Foxes siguen en activo. Pues, como apunta Cruz en su texto, estos dieciséis zorros «han sido reunidos, no para reivindicar su recuerdo, sino para dejar constancia de su actualidad»: «El tiempo pasa, sí; pero las obras surgidas en él quedan, permanecen y lo superan, y lo superan al 'hacer-presente-el pasado' en el que surgieron y a los que las 'hicieron' surgir».

Reunión de amigos

Además, nunca es mal momento para reunirse con los amigos, y menos en estas fechas, tan próximas a las Navidad. Perdón, con viejos amigos. Y es que estamos ante una 'generación' clave para entender el avance del arte regional en aquellos años convulsos que coincidieron con el final de la dictadura. «Al finalizar la década de los setenta, y al principio de la siguiente, la actividad artística se revitaliza», explica Pedro Alberto Cruz. Algo parece cambiar: «No es otra cosa que la ilusión transformada en realidad: se podía ser libre y no ocultarlo, es más, se debía manifestar a los cuatro vientos».

Y aquí entra en juego este grupo de «amigos». «La oscuridad en la pintura desaparece; la escultura, aunque tímida, comienza a alejarse de la referencia de la forma reconocible; la fotografía demanda el puesto que le corresponde en el arte; la rigidez de las disciplinas se rompe, y es la intención del autor la que encuadra la obra en una u otra, o en varias al unísono; salir para ver y conocer se convierte en necesidad, en obligación, eso sí, con la mirada puesta en lo que se dejaba atrás y con la intención de volver. Nuevos tiempos y nuevos modos€, y nuevos medios y espacios para darse a conocer», recuerda Cruz.

De hecho, explica Marian Calero que, en pos de aquel recuerdo, de aquellos años, solicitó a los artistas una foto «de jovenzuelos» para elaborar el cartel de esta exposición, que cuenta con el apoyo de Estrella de Levante, Juan Gil Vinos y Acho Que Bueno. Eso sí, les pidió a todos que asistieran esta tarde a la inauguración, para comprobar como han cambiado y por aquello de reunirse de nuevo; y, cómo no, por «reivindicar» a estos 'dieciséis viejos zorros de oro', que todavía tienen mucho que decir.