Ganadería

La sequía obliga a recuperar la práctica de la trasterminancia en Caravaca

Se trata de una variedad menor de la trashumancia caracterizada por movimientos estacionales de corto recorrido, como los que realiza la ganadería de vacas murcianas La Junquera

La finca La Junquera ha recuperado la trasterminancia, una trashumancia de menor recorrido.

La finca La Junquera ha recuperado la trasterminancia, una trashumancia de menor recorrido. / Enrique Soler

Enrique Soler

Enrique Soler

La falta de pastos debido a la sequía está haciendo que algunas ganaderías regresen a la práctica de la trasterminancia, una trashumancia pero de menor recorrido. Es el caso de la ganadería de vacas murcianas La Junquera.

La trasterminancia es una variedad menor de la trashumancia caracterizada por movimientos estacionales de corto recorrido, por lo general inferiores a los 100 kilómetros. Estos desplazamientos de ganado se producen próximos a las explotaciones ganaderas entre las zonas bajas de los valles: en el invierno, a los puertos de montaña; en la temporada estival, donde las reses se alimentan en pastizales de diente y la hierba se mantiene fresca más tiempo.

La Junquera realiza programas didácticos con estudiantes

La Finca La Junquera desarrolla diferentes proyectos. Actualmente están preparando el terreno para la plantación de aromáticas, así como la prueba de varios tipos de olivos y la preparación de un viñedo, además de una pequeña huerta. En la finca también se desarrollan diferentes programas didácticos, recibiendo a estudiantes europeos que están concluyendo el Trabajo Fin de Máster, que estarán hasta finales de junio. Por otro lado, hay otro programa con alumnos de educación primera y secundaria.

A caballo y dirigiendo un rebaño de casi medio centenar de ejemplares, partieron desde la Junquera, utilizando la cañada de Tarrogoya. Una práctica ya perdida y que a falta de pastos en la altiplanicie caravaqueña ha obligado a los propietarios de la ganadería a esta variedad menor de la trashumancia.

Según explica su propietario Alfonso Chico de Guzmán, «realizamos está acción para aprovechar pastos en otros sitios. Ahora mismo en la Junquera no quedan pastos, por lo que vamos a trasladar el ganado a otra, que está a 30 kilómetros, donde hay un trozo de monte y varios barrancos con pasto, donde las vacas pueden aprovecharlos, durante los próximos dos meses». En este sentido destacó que «con los precios tan altos que tienen los piensos no salen las cuentas».

La trashumancia es Patrimonio de la Humanidad

La trashumancia es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en España desde el pasado 6 de diciembre. Ya contaba con este reconocimiento en países como Italia y Grecia, por lo que son diez los países que comparten este patrimonio. España está vertebrado de 125.000 kilómetros de vías pecuarias: cubren península e islas, poniendo de manifiesto que es una práctica que se extiende por todas nuestras comunidades autónomas. Hoy en día el desplazamiento estacional de rebaños se mantiene como un patrimonio vivo.

También ha servido para recuperar viejas tradiciones. Así lo destacaba el concejal de Agricultura en el consistorio caravaqueño, Juan Manuel Navarro: «es una práctica que hace muchos años que no se realizaba y que también vuelve a dar vida a las cañadas y veredas del municipio».

Alfonso Chico de Guzmán introdujo en su finca una ganadería de vacas murcianas con el objetivo de recuperar esta variedad de ganado. Los inicios fueron con la compra de dos ternaras y un ternero hace ocho años. Tras las primeras crías, el proyecto tuvo viabilidad, llegando incluso a la creación de la Asociación de Ganaderos de Vaca murciana-levantina. Posteriormente, se introdejon más variedades, llegando al casi centenar. «la idea es seguir criando las murcianas en pureza, y las otras cruzadas», recordaba Chico de Guzman.