Ministerio y Comunidad rompen los planes de la CHS para Lorca y Puerto Lumbreras

No a los planes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para construir las canalizaciones frente a las inundaciones en las ramblas de Béjar y Biznaga. Un proyecto que está ligado a las presas de desagüe de la rambla de Nogalte a la cuenca del Almanzora, es decir, complementario a la presa de Béjar y vinculado a las presas de la Torrecilla y Nogalte. Y la negativa, publicada en el BOE de este martes, procede de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y de la Dirección General de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Región de Murcia.

El Ministerio archiva la solicitud de la CHS para obtener la evaluación de impacto ambiental de esas canalizaciones en parte motivado por el informe de la administración regional sobre el impacto ambiental en las construcciones de las presas que están directamente ligadas al encauzamiento de las ramblas de Béjar y Bizgana. Una negativa basada en tres puntos fundamentales.

El primero el agua. Según la CHS "no se prevén impactos sobre los humedales 'Saladares de Altobordo' a consecuencia de las actuaciones de encauzamiento" pero, continúa, no han analizado los posibles impactos una vez esté en funcionamiento ese encauzamiento y cuando esos saladares puedan quedarse aislados de los flujos de agua de la zona y del funcionamiento de la rambla.

Respecto al impacto hídrico, también remarcan que las actuaciones contempladas modificarán la recarga del acuífero 'Alto Guadalentín', "ya que las obras de encauzamiento derivarán el cauce por una caja controlada hacia la Rambla de Biznaga". Explica el Ministerio que la CHS no prevé repercusiones para el acuífero y afea que ese documento no defina cuál es la magnitud en la que se modifica la recarga de dicho acuífero.

Red Natura 2000

El segundo aspecto está relacionado con Red Natura 2000 ya que estas obras están cerca de la ZEPA 'Sierras del Gigante-Pericay, Lomas del Buitre-Río Luchena y Sierra de la Torrecilla', y de la ZEC 'Sierra de la Torrecilla'. Y sí es cierto que la Dirección General de Medio Natural de la Región de Murcia afirma que como el proyecto se ubica a una distancia superior a 700 metros del espacio Red Natura 2000 más cercano, no hay efectos adversos por la construcción de las conducciones.

Aunque hay un gran pero. Y es que las canalizaciones están vinculadas a la presa de Béjar y ya se había dicho que ese proyecto sí preveía efectos negativos significativos sobre la Red Natura 2000. Y no es la única, porque las presas de la Torrecilla y Nogalte también tendrían esos efectos adversos significativos sobre espacios de la zona de protección.

El no también se basa en la falta de un cálculo y compensación de emisiones de los gases de efecto invernadero que provocaría la obra para luchar contra el cambio climático: "La Oficina Española del Cambio Climático recomienda que el proyecto de construcción incluya un estudio del impacto del cambio climático en la climatología e hidrología de la cuenca, que considere la variación futura de la distribución estacional de las avenidas".

Por todos estos motivos, el Ministerio concluye que el proyecto de la CHS "presenta carencias relevantes que imposibilitan dictar una resolución fundada sobre los posibles efectos adversos sobre el medio ambiente". Sin olvidar que es "absolutamente dependiente" de los cálculos de las presas de laminación de la Rambla de Nogalte, en concreto de la presa de Béjar y la Dirección General del Medio Natural de la Región de Murcia informa que es incompatible con el Plan de Gestión y con los objetivos de conservación de los Espacios Protegidos Red Natura 2000 del Alto Guadalentín, por lo que se recomienda plantear una adecuada coordinación entre ambos proyectos, en caso de que se replanteen en un futuro, para evitar incongruencias en los correspondientes procedimientos de evaluación ambiental".

Nuevo proceso

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Segura consultadas por La Opinión aseguran que ahora tendrán que comenzar de nuevo el proceso con una declaración de impacto ambiental ordinaria tras el no a la simplificada. Por eso, realizarán un estudio medioambiental más concienzudo, con más "profundidad". Explican desde la CHS que la consecuencia es que el proyecto se retrasará un poco más de lo previsto aunque mantienen la idea de realizar esas obras de mejora para luchar contra las inundaciones en episodios de lluvias torrenciales.