La depuradora de Torre Pacheco: a por la contaminación cero del agua

En los años noventa había una pregunta del Trivial sobre el río más contaminado de España. La respuesta era el Segura. Contaminación, una visual pésima y un olor terrible que obligó a la Región de Murcia a ponerse unas pilas que hoy la han convertido en un referente en depuración de aguas residuales y en su reutilización.

La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Torre Pacheco es una de las 100 estaciones que hay en la Región de Murcia y que depuran el 99% del agua que, en su práctica totalidad, se reutiliza para fines agrícolas.

Pedro Simón, el director técnico de la empresa pública regional encargada del saneamiento, Esamur, recibe a La Opinión para mostrarnos el proceso de depuración desde la entrada de las aguas, pasando por el proceso biológico y la separación de sólidos y líquidos hasta el proceso terciario que deja la calidad del agua cerca de la potable.

Este ingeniero industrial, que lleva más de 30 años dedicado al agua y a su gestión, explica cómo se tratan las aguas residuales desde que llegan con la mezcla de heces con toallitas y colillas hasta que salen transparentes.

Y el mensaje es igual de cristalino: «Lo que sale al Mar Menor es agua bien depurada y estamos viendo si podemos mejorar ese valor porque así lo ha pedido el Gobierno regional. Para que los ciudadanos estén tranquilos: no está saliendo agua residual a la laguna, está saliendo agua y bien depurada».

«Al Mar Menor no sale agua residual. Para que los ciudadanos estén tranquilos, sale agua bien depurada»

Pedro Simón

— Director técnico de Esamur

Tanto como que Murcia es la comunidad con mayor porcentaje de reutilización de España con un 98%, frente al 9% nacional y el 5% europeo. Tanto como que el 15% de los recursos hídricos con los que cuentan los agricultores son procedentes de la depuración.

Aunque precisamente los agricultores no se quedan con el agua limpia de la EDAR de Torre Pacheco por su alta «conductividad», término técnico para hablar de salinidad. El motivo es que el aumento del nivel freático del acuífero cuaternario que está por debajo del Campo de Cartagena ha provocado que produzcan infiltraciones de ese agua salina -y con nitratos- a la red de alcantarillado.

Proceso que ocurre de fuera adentro, pero que, asegura José Sandoval, director general del Agua, no sucede a la inversa. Es decir, asegura, las aguas residuales no llegan ni al acuífero ni al Mar Menor: «Hay una línea informativa que dice que el problema del Mar Menor puede estar vinculado con la red de saneamiento.

Cualquiera que sepa un poco de hidráulica muy básica sabe que eso es mentira: el agua no sale de la tubería, cuando sube el nivel freático el agua se cuela en las tuberías. Es justo al revés». Estas tuberías forman parte de una red de alcantarillado que es competencia de los ayuntamientos, que son los que tienen que mejorar esas redes para arreglar roturas y evitar las filtraciones. Pese a eso, el Ejecutivo autonómico les ayuda a impermeabilizar las tuberías desde dentro con una inversión de 400.000 este 2024 y hasta dos millones en los próximos años.

«Murcia es un absoluto referente en reutilización y el que diga otra cosa miente como un bellaco»

José Sandoval

— Director general del Agua

Supera la normativa

La necesidad hizo virtud en la Región. Porque la lucha contra la contaminación del Segura y los déficits hídricos estructurales hacen que la Región no tenga que adaptarse a las nuevas exigencias comunitarias porque se cumplen desde antes de su establecimiento.

En este momento, la normativa dice que para poder regar hortalizas como la lechuga con agua depurada, esta tiene que tener un índice de e. coli (Escherichia coli) de menos de 100. El e. coli es el indicador de este tipo de bacterias intestinales que apuntan a la contaminación fecal.

La nueva norma dice que ese indicador tiene que ser menor de 10. Y no hace falta adaptación porque la EDAR de Torre Pacheco saca su agua con un índice medio de cinco, incluso con menos de uno: indetectable. En el río Segura, lo normal es encontrar entre 7.000 y 8.000 de este indicador, según Simón.

Inversión, tecnología y trabajo para convertir el agua en la piedra angular de la economía circular de la Región. Porque no solo es el agua. También son los lodos que producen 140.000 toneladas al año con un alto porcentaje de materia orgánica para las plantaciones. O el biogás, con un volumen superior a los 5,2 millones de metros cúbicos al año que equivalen al consumo de 2.500 viviendas en todo un año.

Aunque la Unión Europea solo exige la depuración secundaria, todas las plantas de la cuenca vertiente del Mar Menor disponen de una depuración terciaria para su reutilización. Estos son los procesos en la EDAR de Torre Pacheco:

El agua llega a la estación y tiene una primera parada en la zona de pretratamiento. Ahí se retiran los sólidos como las miles de toatillas, bastoncillos o colillas que se tiran al váter, que es la basura más común que se encuentra en la Región. Tras los sólidos, también hay una separación de la arena y la grasa.

El tratamiento biológico es el corazón de cualquier depuradora. También se le conoce como la fábrica de bacterias, ya que estos microorganismos, en su justa medida, eliminan la materia orgánica y los nutrientes: nitrógeno y fósforo.

El agua está 18 horas en el tanque para que las bacterias metabolicen esa materia con procesos de oxigenación y anoxia combinados. De ahí se separa la materia sólida de la líquida mediante la decantación, momento en el que también sale la materia que se usará para generar los lodos para la agricultura.

Después del tratamiento secundario, ya se puede verter el agua a los ríos o mares, pero para poder reutilizar el agua para riego, todavía hay que realizar un último paso que es la desinfección con luz ultravioleta, hipoclorito sódico, membranas u ozono, que son los cuatro sistemas que hay en la Región. En Torre Pacheco se usa, como se ve en la imagen, el tratamiento por luz ultravioleta.

El Gobierno regional invierte hasta dos millones de euros para impermeabilizar los alcantarillados

Los ciudadanos asumen la factura en favor de la agricultura

Cada factura del agua en la Región de Murcia tiene un apartado para el saneamiento, es decir, para la depuración de las aguas residuales. En una vivienda tipo se pagan dos conceptos: la cuota del servicio, que se trata de un pago anual de 36 euros, y la cuota por consumo, que supone 0,30 céntimos por cada metro cúbico. Esto supone, en una familia de tres persona que utilice 150m3 al año, un coste de 81 euros ese ejercicio. 

Esas aguas residuales se someten al tratamiento y prácticamente en toda la provincia se reutilizan para la agricultura. Más de 115 millones de m3 de agua al año que el Gobierno regional pone, a través de Esamur, a disposición de los regantes de forma totalmente gratuita. A coste cero para ellos. Para José Sandoval, director general del Agua, es una apuesta del ejecutivo murciano: «Se decide apostar, para apoyar el desarrollo económico y social de la Región, darle un recurso adicional con el que puedan ganarse la vida». «¿Cuánto paga un regante por el agua desalada? Unos 40 céntimos. ¿Cuánto cuesta producirla? 1,14 euros. Será porque el Ministerio habrá decidido promover el agua desalada. ¿Qué hacemos en la Región? El Gobierno regional decide que los costes se repercuten al canon y como el canon los cubre, no ha habido necesidad de cargarle ese coste al usuario del regadío. Las inversiones se asumieron así desde el principio y se entendió que ese era el modelo de gobernanza», concluye Sandoval.

Visión opuesta a la del director técnico de Esamur, Pedro Simón, que considera que el coste debería ser compartido: «La normativa dice que la responsabilidad de regar con agua en las condiciones correctas es del usuario, del que riega. El ciudadano tiene que pagar parte de esos costes porque la UE dice que quien contamina paga y el que ha puesto esos patógenos en el agua es el ciudadano. Pero los agricultores también tienen que pagar porque les estamos dando un agua casi potable. Si los regantes debieran de pagar o no es un tema político. Yo, personalmente, pienso que deberíamos de hacerlo entre los dos». Y una tercera vía: que los ciudadanos sigan pagando, que los agricultores paguen y así crezcan los recursos económicos para la mejora medioambiental de la Región de Murcia.