Protestas agricultores

Las cabras que soltaron los ganaderos en la protesta de Murcia acaban en la perrera

El Centro Municipal de Zoonosis recibió a los animales, que soltaron en la Delegación de Gobierno y que recogió la Policía Local

Una de las cabras abandonadas por los ganaderos

Una de las cabras abandonadas por los ganaderos / Israel Sánchez

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

El Centro Municipal de Control de Zoonosis del Ayuntamiento de Murcia, conocido comúnmente como la perrera de Murcia, ha sido el destino de las dos cabras que los ganaderos abandonaron durante la protesta que este miércoles colapsó la capital de la Región y todas las autovías de la provincia.

Fueron los ganaderos del Campo de Cartagena los que aparecieron en las puertas de la Consejería de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca con dos cabras de nombre Sara y Mariola, como Sara Rubira, la consejera, y Mariola Guevara, la Delegada del Gobierno.

Cuando la tractorada pasó por la puerta de la Consejería de Agricultura en Juan XXIII, los ganaderos se detuvieron y Vicente Carrión cogió a Sara, a la que intentó dejar dentro de las dependencias gubernativas. Acto que no fue posible porque no le abrieron las puertas.

Siguieron su camino y cuando la manifestación llegó a las puertas de Delegación del Gobierno, en Teniente Flomesta, ni intentaron dejar las cabras dentro. Directamente las soltaron a las puertas de Delegación.

Las dos cabras, visiblemente asustadas, huyeron despavoridas. La primera de ellas corrió siguiendo el curso del río con dirección al Hospital Reina Sofía. La segunda, buscando una salida, entró en el edificio de Convalecencia de la Universidad de Murcia y, cuando se sintió atrapada, volvió sobre sus pasos hasta cruzar el cordón policial y perderse por la calle Ceballos, entre los furgones de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional.

Finalmente fue la Policía Local la que recogió a los animales y los llevó al Centro Municipal de Control de Zoonosis del Ayuntamiento de Murcia, donde permanecen las cabras, según ha podido saber La Opinión.