Cómo hemos cambiado: así eran los murcianos hace 40 años

El 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, que se celebró en 2022, sigue dando de sí y esta semana la Universidad de Murcia (UMU) publicó el primer volumen de una serie de libros que recoge los aspectos más significativos de la realidad regional desde 1982.

Quién no ha oído al presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, hablar del «millón y medio de murcianos». Son algunos pocos más, ya que la población de la Región ha crecido un 57,7% en cuarenta años, pasando de 971.262 personas a 1.522.640. Los murcianos representan al 3,2% de los españoles (a fecha de 1 de junio de 2022), cuando no superaba el 2,5% en 1982. Solo las islas, Baleares y Canarias, tienen mayor porcentaje de incremento. «Si la demografía es el destino, parece que el futuro de la Región de Murcia es más prometedor que el de otras autonomías», destaca el profesor de la UMU Juan José García Escribano en el libro.

La explicación del incremento de la población no se entiende sin el saldo migratorio, ya que el número de nacimientos baja del 82 hasta la mitad de los noventa. A partir de ahí no dejan de crecer hasta 2009, uno después de la crisis financiera. Desde entonces, cada vez nacen menos niños.

La generación del Estatuto manda ya en la Región de Murcia

Las murcianas, por otro lado, tenían su primer hijo con 24 años a principios de los 80, mientras que en 2021 ya superan la treintena. La publicación de la UMU también destaca que el número de madres de 40 o más años ha crecido un 380% desde 1996. En ese año fueron 247; en 2021, 1.185.

Menos niños con padres más mayores. Y todo, mientras la esperanza de vida sigue aumentando. De los 75,5 años que vivían los murcianos hace 40 años (78,2 las mujeres y 72,6 los hombres), ahora aguantan hasta los 82,3 (85 las mujeres y 79,7 los hombres). Se han ganado más de 5 años de vida.

Murcia lidera la tasa de abandono escolar con más del 18%, pero hace solo veinte años rozaba el 40%

Si no fuera por la inmigración, la situación sería de lo más preocupante. La Región de Murcia tenía hace cuatro décadas 1.129 residentes extranjeros registrados, según datos del INE. En 2021 superaban los 222.000. En Los Alcázares, Beniel, Fuente Álamo, Mazarrón y Torre Pacheco hay más de un extranjero por cada cuatro españoles. Solo hace falta pasarse por la clase de un colegio para comprobar, además, que son los hijos de la población inmigrante los que llenan las aulas.

Son los extranjeros quienes han respondido la llamada de la agricultura intensiva, desarrollada especialmente en estos municipios. Gracias a ellos, una mano de obra «con menos pretensiones salariales y menos exigente en las condiciones laborales, se ha desarrollado una agricultura más competitiva», explica el profesor.

Los niveles de cualificación de los murcianos también han cambiado en este tiempo. En 1981 eran cerca del 10% los ciudadanos que no sabían ni leer ni escribir, mientras que en 2011 superan por poco el 2%. La población sin estudios también se ha reducido del 29,3% al 11,5%. Más de la mitad de la población tiene actualmente estudios secundarios (no llegaban al 30% hace cuarenta años) y más del 15% contaban en 2011 con estudios superiores (6% cuando se aprobó el Estatuto).

Murcia lidera la tasa de abandono escolar en España. A comienzos de 2023 se situaba en el 18,7%. Aunque, elevada, el porcentaje en 2002 rozaba el 40%, diez puntos por encima de la media española.

La familia murciana

La familia es la institución social de referencia y es lógico que haya ido cambiando conforme lo hacía la sociedad en su conjunto.

Los hombres han pasado de contraer matrimonio con 25 años a hacerlo con 36, mientras que ellas se casaban a los 23 y ahora lo hacen con más de 33. El número de separaciones y divorcios también son mucho mayores. El feminismo y el cambio de rol de las mujeres han impulsado los cambios.

Según la Encuesta Continua de Hogares del INE, en 2020 un 21% de los hogares eran unipersonales (en España son el 26%) frente a un 40% de parejas con hijos que conviven (en España, el 33%) y un 10% de hogares monoparentales. En 1981, según el libro de la UMU, los hogares «solitarios» no llegaban al 9%.

La Región es la comunidad con porcentaje más alto de hogares con más de 5 personas, más del 9%. En 1991, esta cifra rozaba el 25%. Cabe destacar también que los jóvenes murcianos son los que más tardan en abandonar el nido, según Eurostat. La precariedad laboral, los salarios bajos y el precio de los alquileres y de las viviendas mantienen la familia unida más tiempo, aunque sea en contra de su voluntad.