Protesta del campo

Antes del amanecer, jamón en mano y cargados de reivindicaciones

Cientos de agricultores parten desde distintos puntos de la Región, haciendo sonar sus bocinas y portando féretros simbolizando la «muerte» del sector

"Sin la gente del campo, no se come en las ciudades", gritaban

Los agricultores cortan
jamón encima de uno de
de los tractores.  Iván Urquízar

Los agricultores cortan jamón encima de uno de de los tractores. Iván Urquízar / J.D.G./S.G./D.N./E.S./M.F./A.M.

Redacción

No había siquiera amanecido, pero cientos de agricultores, madrugadores, se subieron a sus tractores, dispuestos a defender sus derechos. Salieron desde distintos puntos de la Región, como Murcia, Cartagena, Lorca, las comarcas del Noroeste y la del Río Mula, e incluso de la Vega Baja de Alicante.

Muchos de ellos, fruto de los cortes de tráfico preventivos que hicieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no pudieron cumplir con su objetivo de llegar hasta la capital. Fue el caso de unos cien agricultores de la ciudad portuaria, que debido al bloqueo decidieron ‘tomar’ el Valle de Escombreras. Como consecuencia, impidieron la entrada y salida de los camiones de mayor porte a la refinería de Repsol y otras empresas.

Sobre las 10.00 de la mañana aprovecharon para hacer un alto en el camino y almorzar, dando una de las imágenes, quizás más icónicas del día. Encima del tractor y cuchillo en mano, sacaron todo el avituallamiento que llevaban: panes, tomates, queso, aceite de oliva, companaje e incluso una pata de jamón.

Tractores concentrados
en las calles
de Caravaca.  enrique soler

Tractores concentrados en las calles de Caravaca. enrique soler / J.D.G./S.G./D.N./E.S./M.F./A.M.

En Lorca, los agricultores se concentraron a primera hora de la mañana en la zona del centro comercial para esperar a los compañeros de Águilas. Ante la imposibilidad de circular por el centro de la ciudad, unos 50 vehículos recorrieron la ronda central de evacuación hasta la zona de Las Palmeras, circulando por el mismo camino de vuelta mientras hacían sonar las bocinas de los vehículos. Después se incorporaron a la autovía desde San Antonio, bloqueándola a la altura del túnel bajo el Castillo de Lorca.

Más de medio centenar de tractores participaron en la comarca del Noroeste. El primer bloque se concentró, a primera hora de la mañana, en el polígono industrial de Cavila en Caravaca y posteriormente se fueron incorporando más vehículos. La marcha recorrió los núcleos urbanos de Caravaca y Calasparra, generando varios kilómetros de retenciones a su paso por las carreteras de la comarca. Mucha gente salió a las puertas de sus trabajos para animar a los agricultores y ganaderos, especialmente en las puertas de cooperativas y fábricas de la conserva de la zona.

Los agricultores manifestaron estar «hartos de trabajar a pérdidas» y «tras varias campañas sin apenas cosecha», como es el caso de José López, agricultor de cereal: «Tienen que darse cuenta de que, sin la gente del campo, no se come en las ciudades, y estamos en una situación muy complicada, cerramos cada campaña en pérdidas y la situación es insostenible».

Un ataúd simula «el funeral
en el que se encuentra la
la agricultura».  l.o.

Un ataúd simula «el funeral en el que se encuentra la la agricultura». l.o. / J.D.G./S.G./D.N./E.S./M.F./A.M.

«Tengo que mantener una hija, pero con el dinero que nos pagan actualmente por los productos no podemos sobrevivir», lamentaba Mari Carmen, quien se manifestó en Murcia y se dedica al cultivo de limones. Algo con lo que coincide Juan Antonio, quien también trabaja como agricultor en Campos del Río: «Vendemos por diez céntimos y en los supermercados está diecisiete veces más caro», crticaba.

En Cehegín, BullasPliego, Mula y sus pedanías fueron unos 40 los tractores que se dieron cita a las seis de la mañana, junto al Tanatorio de Mula, para iniciar la marcha hasta la capital murciana, objetivo que también se vio truncado. El primer obstáculo lo encontraron justo a la salida. Un fuerte dispositivo de Guardia Civil retrasaba la salida, aun así, la marcha acabó saliendo formada por una caravana de más de 50 vehículos de varios kilómetros de largo. Durante todo el recorrido se produjeron varios incidentes, debido a que las fuerzas de seguridad impedían a los vehículos ocupar el carril izquierdo, produciéndose sanciones a aquellos tractores que sobrepasaban el carril derecho, lo que obligaba a detener el ritmo.

El alcalde de Murcia, José
Ballesta, reunido con su
equipo de Gobierno.  L.O.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, reunido con su equipo de Gobierno. L.O. / J.D.G./S.G./D.N./E.S./M.F./A.M.

«No tenemos prisa», afirmaba una afectada llegada desde Casas Nuevas. «Los tractores estarán en Murcia los días que hagan falta», explicaba Encarna Guillén, una muleña del sector ganadero, que confirmaba que «la agricultura no puede subsistir con los precios que han alcanzado el gasóleo y los suministros, a lo que se une la inexistencia de márgenes de beneficio para los trabajadores del campo».

Uno de los participantes del sector de la flor portaba un ataúd con un ramo encima, simulando «el gran funeral en el que se encuentra actualmente la agricultura». Muchos lemas reclamando soluciones para un sector que «está acostumbrado a la dureza del día a día», pero que «ya no puede sostenerse más».