Patronal | José Rosique Secretario general de la Croem

"Quiero ser una persona de enlace entre el Ejército y la sociedad"

Después de haber sido un paracaidista que hizo la mili en la Bripac, quiere colaborar con las Fuerzas Armadas cuando se jubile. Se considera a sí mismo más "una reliquia" que una institución

José Rosique, secretario general de la Croem hasta finales de este año. | JUAN CARLOS CAVAL

José Rosique, secretario general de la Croem hasta finales de este año. | JUAN CARLOS CAVAL / M.J.GIL

María José Gil

María José Gil

José Rosique ha sido un apasionado del paracaidismo y de las Fuerzas Armadas que se ha caracterizado por su discreción y no ha presumido de sus habilidades para saltar al vacío, aunque niega que su prudencia le haya obligado a morderse la lengua. «He estado donde tenía que estar», asegura. Afirma que todos los presidentes de la Croem han sido buenos, aunque cree que el actual, José María Albarracín, «ha hecho una labor inmensa por la unidad empresarial».

Es usted una institución.

Más que una institución yo empiezo a ser una reliquia, pero hasta hoy soy secretario general.

¿Qué hará a partir de ahora?

Me han preguntado si me he programado la jubilación, porque es importante para que no se produzca un vacío. Respondí que llevo toda la vida programándome. El domingo por la tarde ya empezaba a programarme. Ese es un momento que no me gusta nada, porque tengo que empezar a ver qué hay que hacer, lo que tengo que decir y lo que no puedo decir. Quiero sentir la sensación de no programarme. Como cuanto eres cazador y sales con la escopeta a lo que salga.

Algo tendrá en mente.

Siempre he tenido un cariño especial hacia las Fuerzas Armadas. Yo estuve en la Bripac en 1977, cuando terminé mis estudios de Derecho. Era paracaidista deportivo y pensé que, ya que iba a estar en el Ejército, quería hacer algo que me gustara y que tuviera marcha. Firmé como profesional 20 meses y le tengo un cariño muy especial a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Desde esta casa mantenemos una relación muy estrecha y voy a todas las celebraciones militares habidas y por haber, porque me trae muchos recuerdos. Cuando algo se siente, se lleva en el corazón toda la vida.

¿Piensa volver a tirarse en paracaídas?

No estoy para saltar. Además, a mi mujer ya le hice pasarlo mal entonces. Cuando iba a saltar yo la veía abajo esperando, ella decía que rezando. Ahora voy a ver cómo salta la gente joven y a mi Brigada Paracaidista. Posiblemente sea una persona de enlace con la sociedad civil. El Ejército tiene la voluntad de estar cerca de la sociedad y yo voy a aprovechar para ser un elemento de conexión.

¿Hay cosas que no ha dicho y que ahora podrá decir?

Lo que no sé es cómo seré cuando hable sin representar a una organización y a unos intereses determinados y me sienta libre, pero no porque no haya dicho lo que he querido, puesto que todo el mundo tiene sus límites. Yo, que lo aprendí todo de Clemente García (primer secretario general de la Croem), que siempre tuvo una mente privilegiada, he tenido la costumbre de estar siempre dos pasos atrás del mando superior y de hacer mi trabajo con discreción, dándole el protagonismo a quien es presidente de esta casa y está al frente de una empresa que tiene 170 años. Yo soy un abogado, no soy empresario.

Sustituir a Clemente debió ser casi como saltar en paracaídas.

Fue una gran responsabilidad y un gran reto, porque era una persona que había estado en esta casa desde el minuto cero, que llevaba a la Región en la cabeza y que amaba profundamente a su Murcia. Estuve con él casi desde el principio y eso fue un máster, una escuela de ver, escuchar y observar, pero tuve muy claro que si había algún error que evitar era intentar imitar a Clemente, porque hubiese fracasado. Entonces fui Pepe Rosique, con mis costumbres y mis maneras. He querido ser líder y no ser el jefe. He tenido la suerte de tener un equipo de profesionales muy cualificados. Si uno tiene éxito en algo, el 80% del éxito les corresponde a ellos. Tener un equipo conjuntado es la mejor herencia que le puedo dejar a mi sucesor, a Ramón Avilés. Por cierto, más del 60% de la plantilla son mujeres; y lo dice alguien que no cree en las cuotas, solo en el trabajo, la preparación y la capacidad.

CC OO asegura que las empresas de la Región aún se resisten a contratar a las mujeres en edad de quedarse embarazadas.

No digo que eso no pase en alguna empresa, pero pienso que no se pueden usar los casos que ellos conocen y generalizar. Es verdad que ser madre y trabajar tiene sus complicaciones por la conciliación. Creo que se han dado avances en la buena dirección para que la mujer trabajadora pueda desarrollar su actividad profesional y compaginarla con el deseo normal y natural de tener unos hijos y tener una familia. Muchísimas empresas que conozco yo facilitan esa tarea, al margen de las normas y de las semanas de permiso establecidas o de la lactancia. Yo tuvo una madre, una mujer, una hija y tengo una nieta. Vengo de un mundo de mujeres y me gustaría que mi hija tuviera facilidades para crear una familia. Pero los sindicatos tienen el defecto de generalizar. Si hay empresas que lo hacen, mal hecho, igual que hay otras en la economía sumergida, pero estoy convencido de que la mayoría no son así.

Vox ya ha logrado reducir las ayudas de la Comunidad a la Croem y a los sindicatos.

Algún actor político se empeña en discutir la representación empresarial, que está contemplada en la Ley de Participación Institucional, que no ha sido bien entendida. No entro en el derecho que tienen a pedir lo que consideren conveniente, pero sí discuto la mayor. Había 13 comunidades autónomas que habían aprobado ya una Ley de Participación, muchas de las cuales iban mucho más allá que la nuestra, en la que se establece que recibimos un dinero, pero no una subvención, que es una palabra que está maldita. Nosotros recibimos, porque lo dice una ley, una compensación económica al año por la participación institucional que está reconocida en la Constitución, en la Ley de Libertad Sindical y en el Estatuto de los Trabajadores. Recibimos una compensación económica UGT, Croem y CC OO porque somos las organizaciones más representativas en la Región, aunque para nada compensa el gasto. Ahora estamos negociando la Estrategia de Seguridad en el Trabajo, el nuevo Plan de Calidad del Empleo y el Plan Estratégico y vamos a empezar a trabajar en un plan contra la economía sumergida. Todo eso no puede ser gratis. Me parece bien que un partido diga que todo eso tiene que ser gratis, pero yo podría pensar que también el trabajo que hace en la Asamblea Regional debería ser gratis. Creo que es un error, porque la cantidad total rondará el millón de euros de un presupuesto de 6.500. Nosotros somos una organización que tiene autonomía financiera, pero sí queremos que se nos compense.

¿Qué le parece que se destinen 100.000 euros a defender la unidad nacional?

La unidad nacional no se defiende con un cheque ni con dinero. Se defiende con la Constitución.