Entrevista | Miguel García Hernández Nuevo presidente de CEUM

"Hay que hacer una Universidad pensando en un estudiantado formado por personas muy diversas"

"Queremos avanzar en procesos de escucha y crear grupos focales en la UMU para abordar la situación de en qué punto estamos en materia de bienestar y en desigualdad", asegura

El nuevo presidente del CEUM, Miguel García Hernández, en las instalaciones de La Opinión.

El nuevo presidente del CEUM, Miguel García Hernández, en las instalaciones de La Opinión. / Juan Carlos Caval

Adrián González

Adrián González

Miguel García Hernández, graduado en Enfermería y máster en Salud, Mujer y Cuidados, es la nueva voz de los estudiantes de la Universidad de Murcia. Entre los principales retos del actual presidente del Consejo de Estudiantes (CEUM) están fomentar el bienestar del estudiantado, una mayor transparencia y sacar adelante un plan de conciliación e igualdad para los alumnos de la UMU.

¿Cómo afronta su nuevo cargo?

Con muchas ganas. Es una decisión que empecé a valorarla hace unos meses porque en principio no iba a seguir en la representación estudiantil ni iba a hacer un máster. Tenía pensado prepararme las pruebas del EIR. Pero tenía claro que, si me presentaba, era con el equipo que quería que me acompañara. Somos un grupo de personas comprometidas con sacar adelante muchas cuestiones a nivel de política universitaria y recuperar un poco también la vida universitaria que quizás hemos perdido a raíz de la pandemia. Era un momento en el que había que ser valiente, había que dar un paso al frente, y, por eso, al final decidí presentarme.

¿Cuáles son los principales objetivos y retos que se marca?

En primer lugar, fomentar el bienestar del estudiantado. Uno de mis compromisos es hacer un análisis del grado de pertenencia del estudiantado con la Universidad, es decir, hasta qué punto el estudiantado percibe que las medidas que se implementan desde la Universidad van enfocadas en fomentar su bienestar. Otra de las líneas estratégicas es la transparencia: quizás por la propia concepción que tiene la representación estudiantil más ligada a la política, muchas veces nos alejamos del grueso del estudiantado, y eso es peligroso. Queremos avanzar en procesos de escucha y crear grupos focales para abordar la situación de en qué punto estamos en materia de bienestar y en desigualdad. Uno de los grandes retos que tenemos este año es sacar adelante un plan de conciliación e igualdad porque sí que existe uno para el personal docente e investigador, pero no para el estudiantado.

¿En qué consistiría exactamente este plan que menciona?

Queremos partir de un proceso de escucha. El Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo ya impulsó la creación de unas encuestas para ver en qué situación estaban los alumnos en materia de discriminación para conocer los obstáculos que estaban sufriendo todos estos colectivos de género, de orientación sexual, de raza o etnia y que son más vulnerables. A partir de esas encuestas se van a crear unos grupos focales y nuestra idea es estar presentes en ellos, recoger todas esas inquietudes y elaborar este plan de conciliación e igualdad que parta también del marco normativo con la aprobación de la ‘ley del solo sí es sí’, fomentando también la corresponsabilidad y teniendo de base que hay que hacer una Universidad pensando en un estudiantado formado por personas muy diversas. También incidiendo mucho en que una de cada tres personas que estudian en la UMU son becarias por su situación socioeconómica. Muchas de ellas tienen que hacer frente a los grandes retos o a las grandes dificultades que suponen conciliar o compatibilizar los estudios que hacen con su vida.

"Uno de los grandes retos que tenemos es sacar adelante un plan de conciliación e igualdad"

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¿Qué papel va a jugar la salud mental del estudiantado? En verano salía un estudio realizado por el servicio de Psicología Aplicada de la UMU en el que se exponía que alrededor del 20% de los estudiantes sufren problemas depresivos y entre un 5 y 10% han tenido ideas suicidas...

Quizá uno de los problemas que hay es que no nos centramos tanto en la prevención y nos alarmamos cuando vemos los datos, que son el resultado de no haber prevenido, de no dotar al estudiantado y a toda la comunidad universitaria de las herramientas necesarias para la gestión del fracaso cuando se suspende un examen, cuando no sale bien una práctica y se viven periodo de estrés y de ansiedad. No nos podemos olvidar que el estudiantado no es únicamente las personas que van a estudiar a la Universidad; también hay que pensar en su contexto y en su determinante social, que es muy importante y que condiciona mucho la experiencia universitaria.

"Uno de cada tres alumnos de la UMU están becados por su situación socioeconómica"

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¿De qué forma se va a hacer efectivo?

Se va a crear un protocolo para la prevención de la conducta suicida. De hecho, tenemos una reunión la próxima semana para ver cómo lo gestionamos. Se va a hacer formación para profesorado, personal técnico de gestión, administración, servicios y estudiantado para que conozcan el protocolo, los servicios que ofrece y qué pasos hay que dar cuando te encuentras ante una situación de un compañero que tiene ideación suicida. Los alumnos somos quienes más cerca estamos y los que vivimos desde dentro y en primera persona casos así.

Llega justo en un momento de polémica por cómo se va a poder llevar a cabo la cotización de las prácticas formativas de los estudiantes

Estamos contentos con la gestión que ha hecho la vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Alicia Rubio. Ella tenía muy claro que una de las líneas rojas de la Universidad era que no se iban a perder ninguna práctica y que se iba a asegurar la cotización. Esperábamos también desde la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) ese estatuto de las personas en formación práctica en el ámbito del estudiantado universitario y formación profesional, que quedó paralizado con la convocatoria de elecciones generales y que sí que se prevé que salga más adelante.

Pero hay que ir un paso más allá y hablar de la bonificación de todos los gastos que supone estar en prácticas. Ya no es sólo que estar en prácticas suponga dificultades o incluso la imposibilidad de realizar una jornada laboral paralela a los estudios, sino que es que también lleva consigo un gran gasto a nivel de manutención, transporte, alimentación... Desde el CEUM sí que apostamos por la creación de bolsas específicas para gestionar o sufragar estos gastos que surgen de la relación de las prácticas.