Agricultura

El 6% de las fincas agrarias concentra el 58% de las tierras de cultivo de la Región

El 59% de explotaciones tiene una superficie reducida, pero la venta de sus productos genera una facturación más alta, según un estudio de CaixaBank

Plantaciones agrarias junto al Mar Menor.

Plantaciones agrarias junto al Mar Menor. / Iván Urquízar

María José Gil

María José Gil

La agricultura regional sigue marcada por el minifundio, aunque en los últimos años se está produciendo una concentración de la tierra en manos de grandes propietarios. Los agricultores murcianos cultivan una superficie más reducida que la de la mayoría de las comunidades autónomas, pero consiguen un rendimiento muy superior, según los datos recogidos en el informe del Servicio de Estudios de CaixaBank. De acuerdo con el censo de 2020, las grandes plantaciones que llegan a superar las 100 hectáreas solo suponen el 6%, pero concentran casi el 60% de la superficie de cultivo de la Región y el 30% de la producción. En 1989 las grandes explotaciones concentraban el 47% de las tierras de cultivo.

El estudio sobre el sector agroalimentario de España que la Croem ha incluido en su último Boletín de Coyuntura Económica destaca que el elevado rendimiento de las plantaciones de la Región alcanza unas cifras superiores a la media debido a la producción de frutas y hortalizas, que ha hecho posible la llegada de los caudales del Trasvase a partir de la década de los años 80 del siglo pasado, y también a la aportación de la ganadería porcina.

Los autores del informe destacan que el 59% de las parcelas destinadas a los cultivos no llegan a las cinco hectáreas de superficie, pero el 46% de las fincas consigue una facturación superior a los 15.000 euros, que es la quinta más alta de todas las comunidades. Sólo Canarias, Aragón, Castilla y León y La Rioja consiguen un rendimiento superior en sus plantaciones cultivadas.

Además, el 14% del total supera los 100.000 euros, «un hito que solo mejoran Cataluña (16%) y Aragón (15%)». Por provincias, Murcia es la octava con mayor productividad por explotación.

«Murcia, Cataluña o Aragón cuentan con explotaciones con una producción elevada, superior a 80.000 euros por instalación, una cifra que se acerca a la de otras economías europeas», concluye el informe.

Pese al reducido tamaño de las fincas agrarias de la Región, con seis de cada diez con una superficie inferior a las cinco hectáreas, el estudio llama la atención también sobre la concentración que se ha producido en las últimas décadas, «en aras de hacerlas cada vez más grandes y productivas».

Así, «según el censo de 2020, las explotaciones de 100 o más hectáreas, aunque apenas suponen el 6% del total, concentran el 58% de la superficie agraria útil y el 30% de la producción». Sin embargo, en 1989 las propiedades de más de 100 hectáreas «acumulaban el 47% en el censo de exploraciones.

El estudio de CaixaBank Research precisa que, «entre otros factores, hay dos que han tenido una incidencia fundamental para situar a las explotaciones murcianas de pequeño y tamaño medio entre las que mueven un mayor volumen de cifra de negocio». 

La primera es «la marcada especialización en dos tipos de producción, la hortícola-frutal (a la que se dedican el 62% de las explotaciones) y la porcina, que se encuentran entre las de mayor producción media por hectárea». 

La segunda es que «la elevada cifra de negocio de las parcelas destinadas a la agricultura y la ganadería también se ve reforzada por el fuerte incremento de la productividad en los últimos años: entre 2009 y 2020 la producción por explotación ha experimentado un crecimiento cercano al 80%, el cuarto mayor de las distintas comunidades (tras País Vasco, Castilla-La Mancha y Canarias)». 

 Por otra parte, el informe de CaixaBank apunta la necesidad de establecer «políticas orientadas a mejorar las oportunidades, las condiciones laborales y la empleabilidad de los colectivos más vulnerables» con el objetivo de mejorar la situación del campo. «Por el lado de la tributación ayudaría revisar el complejo sistema de deducciones de la base imponible, la cuota tributaria del IRPF y las cotizaciones sociales con el fin de acentuar su potencialidad para la redistribución de la renta».

Las exportaciones han aumentado el 144% entre 2010 y 2021

La producción agraria de la Región ha acusado este año el impacto de la sequía, las tormentas y las altas temperaturas que se han registrado desde la primavera hasta el otoño, según el estudio realizado por el Servicio de Estudios de CaixaBank. Sin embargo, las exportaciones del sector agrario han mantenido un crecimiento desde 2010 que resulta muy superior al de otras zonas productoras de la Unión Europea. 

El estudio resalta que «las exportaciones de la Región de Murcia representan un meritorio 10% en términos de valor y el 11,2% en volumen, con datos de 2022».  

Las ventas al exterior del sector primario regional solo se ven superadas por las de Andalucía, Cataluña, y Comunidad Valenciana, «cuyo tamaño poblacional y de extensión son muy superiores a las de la Región. De hecho, ambos porcentajes resultan muy superiores a los que alcanza Murcia en los principales agregados socioeconómicos. A modo ilustrativo, en población se alcanza el 3,2% y en PIB, el 2,7%».

Desde 2010 hasta junio de este año «la facturación de las ventas exteriores presenta un crecimiento sostenido, que en términos agregados se cifra en el 144,5% (146,2% en España). En términos de volumen (toneladas), aunque la variación no es tan elevada (35,9%, frente al 31,6% nacional), vuelve a superar a la media de la Unión Europea».

El Servicio de Estudios de CaixaBank indica que la Región muestra «un perfil casi idéntico al del conjunto del país: fuerte expansión desde 2010 hasta 2021, que resulta ligeramente más intensa que la española, seguida de una caída de magnitud similar hasta mediados de este año».

Este descenso se debe a que «las temperaturas más cálidas de lo habitual y el carácter torrencial de las escasas precipitaciones (en ocasiones justo antes de la recolecta) han condicionado enormemente la campaña. Así, las estimaciones apuntan a caídas de dos dígitos en melón, sandía, nectarina o uva para vino, entre otros».  

La actividad agraria también se ha visto condicionada por «el aumento de los costes de producción. En este frente, las perspectivas son algo más favorables gracias al notable descenso de las cotizaciones de las materias primas agrícolas (cereales, fertilizantes y energía)», de la energía y de otros suministros.