Medio Ambiente

Cruzada de vecinos y ayuntamientos contra las reuniones de barcos en la costa de la Región

San Javier impone 28 multas por fondear cerca de la orilla en La Manga y distintos colectivos protestan por las fiestas en Veneziola

Águilas consulta a Capitanía Marítima si estas concentraciones son legales

Barcos a menos de 200 metros de la orilla de Calblanque, situación denunciada por los vecinos. | @SCALBLANQUE

Barcos a menos de 200 metros de la orilla de Calblanque, situación denunciada por los vecinos. | @SCALBLANQUE / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La fiesta ilegal de barcos en la isla del Ciervo del año pasado abrió un debate, y a la vez una guerra, por la presencia de embarcaciones de recreo en áreas naturales sensibles sobre las que pesan distintas figuras de protección. Este verano, ese debate se ha agrandado, convirtiéndose las concentraciones de barcos en distintas zonas de la costa regional en foco de críticas de vecinos y organizaciones ecologistas, pero también de ayuntamientos.

Sin ir más lejos, el pasado fin de semana las playas de Veneziola, en La Manga del Mar Menor, sirvieron de punto de fondeo para decenas de embarcaciones. Una reunión no programada, supuestamente, en la que más de un centenar de personas celebraron con música, bebidas y en el agua los últimos días de agosto. La asociación de vecinos del norte de La Manga denunció estos hechos, protesta a la que se sumó ANSE, que criticó el daño que estas fiestas están haciendo a un entorno protegido por la Red Natura 2000.

El capitán marítimo de Cartagena, Óscar Villar, deja claro que estos fondeos fuera de las zonas de baño son legales a no ser que existe una convocatoria oficial, para lo que se necesitaría un permiso, y que estos barcos estuvieran en movimiento en vez de parados cerca de la orilla.

El responsable en la Región de la navegación marítima, haciendo balance de los problemas detectados con los barcos, apunta a que este verano ha sido «normal» en cuanto a incidencias. Reconoce las aglomeraciones de barcos en Veneziola, llamados por el resguardo que ofrece la zona por los vientos que han soplado en los últimos días.

Villar entiende las denuncias vecinales, pero aclara que el fondeo de barcos cerca de la costa está permitido salvo que este dure más de 24 horas o empleen ‘muertos’ o bloques de hormigón. «Los ciudadanos pueden ver estas aglomeraciones de barcos como una presión sobre las costas, pero no están prohibidas», subraya.

El capitán marítimo admite, también, quejas como las del Ayuntamiento de Águilas, que consultó sobre la legalidad de las concentraciones de barcos cerca de la costa, algo que ha ocurrido, por ejemplo, en el entorno de la Isla del Fraile.

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Sin ningún tipo de titulación ni preparación, y cada vez más inexpertos. Este es el perfil del conductor de motos de agua que está causando serios problemas en el control de la navegación en las costas murcianas.

Capitanía Marítima confirma el aumento de incidencias relacionadas con estos vehículos, que son conducidos por jóvenes que, en su mayoría, carecen de formación y conducen motos con mucha más potencia.

El número de matriculaciones de estos aparatos ha crecido en España, por lo que el capitán marítimo Óscar Villar cree conveniente impulsar una regulación específica para la conducción de estas motos.

Sanciones

La Policía Local de San Javier, en todo el verano, ha impuesto 28 denuncias contra patrones que han fondeado a menos de 200 metros de la orilla en las playas de este término municipal. Está prohibido. En la zona de Cartagena, las quejas también se han extendido hasta sus costas.

Un ejemplo son las denuncias de los vecinos del parque regional de Calblanque, que alertaron de la proximidad de varios barcos en algunas playas de este entorno protegido durante los últimos días.

A la Consejería de Medio Ambiente no le consta denuncias por fondeos ilegales en este tramo de costa, ni los agentes medioambientales han localizado barcos a menos de 500 metros de la orilla.

Capitanía Marítima también ha sancionado este verano, pero recuerda que el uso del barco continúa siendo «minoritario». Villar espera la aprobación del nuevo reglamento de navegación marítima en el Mar Menor, que prohibiría el fondeo de embarcaciones en determinadas zonas por su alto valor ecológico.