Jorge Juan Olmos: «Es vital salir del agua ante el mínimo síntoma de que algo no va bien»

El enfermero nos recuerda la importancia de la hidratación y el cuidado de la piel ante la acción del sol, ya sea en la playa o la piscina, y cómo actuar en caso de sufrir picaduras o el mal llamado «corte de digestión»

Jorge Juan Olmos Escalona, enfermero y socorrista.

Jorge Juan Olmos Escalona, enfermero y socorrista.

La Opinión

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En estos días en los que las playas de nuestra región están llenas de gente disfrutándolas, es importante atender los consejos de los profesionales que velan por nuestra seguridad. Es el caso de Jorge Juan Olmos Escalona, enfermero de profesión y socorrista con experiencia de diez años, es voluntario en Cruz Roja en Salvamento Marítimo y actualmente es coordinador de socorristas en las playas de San Javier.

¿Hay enfermeras en todos los puestos de socorrismo?

Depende de la empresa que gestione el servicio. Hay algunas que sí cuentan entre sus trabajadores con enfermera y técnico. Otras directamente dejan ese servicio a los equipos de emergencia sanitaria públicos. Depende del criterio interno, aunque tener una enfermera en el equipo de socorristas supone que la situación de emergencia que se pueda dar pueda estar mucho más avanzada para cuando lleguen los compañeros de urgencias.

Lo que sí suele pasar es que muchos estudiantes de enfermería trabajen de socorristas los veranos hasta acabar la carrera.

¿Cómo es el día a día de un socorrista?

Yo he tenido la suerte de trabajar en piscinas y playas. La piscina es más tranquila respecto a peligros de corrientes, picaduras, etc. Tienes que abrir y cerrar la instalación y controlar el vaso (la piscina) por si hubiera algún suceso.

En la playa el día empieza recogiendo el material del servicio formado por el DESA (desfibrilador) y los walkies para comunicarnos entre el equipo y dirigiéndote al puesto de socorro que te corresponde ese día de turno. Informas en la apertura del estado de la mar, el color de la bandera y el número de socorristas en esa playa. El trabajo consiste en prevenir a los bañistas de los posibles riesgos e informar al final del día de todo lo sucedido al coordinador.

¿El socorrista decide el color de la bandera cada día?

Sí, las banderas tienen tres colores y significados distintos que casi todo el mundo conoce: verde, baño permitido; amarillo, precaución en el baño y rojo, prohibición del baño. Las banderas verdes y amarillas se colocan bajo nuestro criterio. En el caso de considerar que el mar está muy peligroso, la colocación de la bandera roja tiene que ir precedida de la autorización del concejal responsable.

¿Qué tipo de problemas son más comunes?

Hay días que no pasa nada y días que pasa de todo. Lo más común en nuestras costas son las picaduras de pez araña o de medusa. Ambas pueden ser muy dolorosas y hay que tratarlas con rapidez. También suele darse el caso de algún niño perdido, pero estas situaciones se resuelven rápido y suelen quedarse en un susto.

«Las banderas se ponen según nuestro criterio, aunque la roja la tiene que autorizar el concejal responsable»

¿Qué no debemos olvidar nunca si vamos a la playa?

Pues hay que empezar por una buena sombrilla y crema para protegerse del sol. La piel es el órgano más grande del cuerpo y hay que protegerlo bien. También es muy importante beber agua para evitar la deshidratación y llevar una crema para las picaduras (aplicar una loción de calamina, una crema antihistamínica de venta libre o una crema corticoide puede ayudar).

En caso de no tener esta crema, si sufrimos alguna picadura, el hielo que podamos llevar en la nevera puede servir para bajar la inflamación, pero nunca en contacto directo con la piel para que no produzca quemadura. Muy importante, intentar acudir al puesto de los socorristas o ponerse en contacto con nosotros; estamos para ayudar también en estos casos.

¿Qué hay de cierto en eso que nos contaban de pequeños de que hay que esperar dos horas para bañarse después de comer?

El corte de digestión no existe como tal, lo que sucede en realidad es un shock periférico por dificultades en la vasculación y las personas que lo sufren mueren ahogadas por inmersión si están en una piscina o una playa, pero no por problemas en la digestión.

El culpable de este tipo de muertes es el fuerte impacto con el agua fría cuando te metes de forma muy rápida y brusca, y no el haber comido recientemente, como siempre nos han dicho. A una persona le puede suceder esto cuando se ducha en casa con agua muy fría, pero ahí no suele pasar nada grave, como mucho una caída. El problema viene cuando sucede en la piscina o en el mar, que pierdes la consciencia y te ahogas por inmersión.

Los síntomas que tiene un principio de shock es que entramos en un estado de obnubilación, dolor de cabeza, visión borrosa, somnolencia, zumbidos en los oídos y algunas personas pierden incluso el conocimiento. Por eso es muy importante entrar despacio al agua y salirse ante el mínimo síntoma de que algo no va bien.

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