Infraestructuras

Fomento abrirá al tráfico la carretera que une Lorca con la Sierra de Almenara en los próximos días

Se duplica la capacidad de la RM-D8 y se instalarán barreras protectoras para mejorar la seguridad vial

Carretera RM-D8,  que atraviesa el paraje natural de la Sierra de Almenara.

Carretera RM-D8, que atraviesa el paraje natural de la Sierra de Almenara. / CARM

La Opinión

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La Consejería de Fomento e Infraestructuras abrirá al tráfico en los próximos días la carretera que atraviesa el paraje natural de la Sierra de Almenara (RM-D8), que constituye la principal vía de comunicación con las poblaciones lorquinas de Aguaderas, Campo López y Morata, así como con la costa lorquina, según han informado fuentes de la Comunidad en una nota de prensa. En los próximos días se acometerán los últimos trabajos de seguridad en la vía, con la finalización de la instalación de 2.400 metros de barreras de seguridad y protectores para los conductores, y la mejora y reparación de muros para culminar la obra, según explica el consejero en funciones de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga.

La barrera debe de cumplir con una serie de condicionantes especiales al instalarse en un espacio natural protegido. En primer lugar, deben comportarse como elementos de protección del tráfico rodado y, además, han de favorecer su integración en el paisaje de este entorno natural con un elevado valor paisajístico, con el fin de reducir el impacto visual. Por ello, se están instalado barreras de madera, con marcado CE, para contención de vehículos. Los trabajos se desarrollan siguiendo las medidas fijadas por los agentes medioambientales y teniendo en cuenta la singularidad del entorno y la protección de la zona afectada por la intervención.

Con esta actuación, se completa la obra de ampliación y mejora de la seguridad vial en la carretera regional, que ha supuesto una inversión de más de 1,8 millones de euros, y ha permitido duplicar la capacidad de la vía al permitir la circulación simultánea de dos camiones. Para ello, se realizaron desmontes de tierras de grandes dimensiones para acondicionar y ampliar la plataforma, que pasa de los 4,50 metros a los 7,5 metros en un tramo de cuatro kilómetros, desde el punto kilométrico 8 al 12. También se ha prolongado el drenaje trasversal con el objetivo de minimizar el impacto de las lluvias en caso de fuertes episodios y a la renovación de señalización vertical y horizontal.