El agua llegará si las políticas hidrológicas dependen de Santiago Abascal, según Vox

«El agua sólo va a venir a Murcia si las políticas hidrológicas nacionales dependen de Santiago Abascal», esta frase pronunciada ayer por el presidente provincial de Vox, José Ángel Antelo, sintetiza bien el mensaje que este partido quiere transmitir en la presente coyuntura política en la Región, a sólo tres días de la segunda investidura fallida del presidente en funciones Fernando López Miras. Por un lado, esa declaración reafirma la voluntad de entrar en todos los gobiernos donde el PP no ha obtenido la mayoría absoluta y por otro lado manifiesta el convencimiento de esta formación de que sólo se podrá garantizar un cambio de rumbo en las políticas que se han desarrollado en los últimos años, más allá de los pactos programáticos y, en el caso de Murcia, con especial interés en el sector agroalimentario, si cogen las riendas de la administración.

En vísperas de la cita electoral del 23J y con la conformación del Gobierno regional todavía en el aire, Vox celebró ayer un acto de campaña en Murcia centrado en las políticas agroalimentarias, que contó con la intervención del secretario general del partido, Ignacio Garriga, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, y José Ángel Antelo. En este encuentro se dejaron ver el presidente de SCRATS, Lucas Jiménez; el presidente de Proexport, Mariano Zapata; el presidente de Ailimpo, José Hernández; el secretario de Fecoam, Francisco Carreño o el presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez.

Garriga espera que pronto pueda conformarse un gobierno «serio y responsable» en la Región. Además, rechazó que su partido no quiera llegar a un acuerdo con el PP en Murcia, que estén proponiendo una «exigencia de máximos» o que se esté «chantajeando» al partido del presidente en funciones Fernando López Miras. «La generosidad de Vox está más que acreditada allá donde han querido recoger nuestra mano tendida», señaló Garriga, que puso de ejemplo los acuerdos alcanzados con el PP en la Comunidad Valenciana, Baleares o Extremadura. Sostiene el líder de Vox que su partido está dispuesto a conformar una alternativa que haga «respetar» sus ideas y votantes. «Y la única manera de hacerlo es entrar en el Gobierno», sentenció. Por ello, añadió, seguirán «con la mano tendida las 24 horas y los 7 días de la semana», aunque advirtió que el «tiempo apremia».

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Tras asegurar que los murcianos dejaron muy claro en las pasadas elecciones que quieren que Vox sea uno de los protagonistas del cambio de rumbo en las políticas autonómicas y nacionales, sostuvo que su partido es «muy consciente» de que la única posibilidad para que Murcia dedique todos sus esfuerzos a defender el pasado y el presente del campo, es que Vox entre en el Gobierno de Murcia, y protagonice ese cambio», aseguró.

Como no podía ser de otra manera, el agua ocupó un lugar destacado en el desarrollo de este acto de Vox dedicado al campo y sus agricultores. Garriga recordó que su partido defiende un Plan Nacional del Agua y las interconexiones de todas las cuencas en España. El secretario general del partido de Abascal sacó pecho de que su partido, al contrario de lo que ocurre con el PP, sí pueda decir lo mismo en Murcia y en Castilla La Mancha o Aragón. «El PP tiene dos discursos, uno el que hacen en Murcia y otro para el resto del país, prometen una cosa aquí y luego se van allá y dicen absolutamente la contraria», sostuvo Garriga, que aseguró que los murcianos «están hartos del trilerismo y de los engaños».

Ignacio Garriga definió como «fanatismo climático» todas aquellas «medidas totalitarias» impuestas por la Agenda 2030 y aplicadas por el resto de formaciones políticas, que obedecen a «creencias que no se corresponden con la realidad» y que dicen «cómo hay que trabajar el campo o tratar a los animales».

Otro punto del programa de Vox que se destacó ayer fue la lucha contra la competencia desleal y la necesidad de «controlar las fronteras» para todos los productos que vengan de terceros países. Para ello, Vox creará una oficina nacional de lucha contra el fraude en el etiquetado y potenciará el producto nacional. «Vamos a volver a hacer que España sea la huerta de Europa y que no lo sea Marruecos, como están permitiendo PP y PSOE», indicó.

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Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León sacó pecho de las políticas que está ejecutando y de las decisiones que está adoptando desde la Consejería de Agricultura de esa comunidad (en manos de Vox). Entre otras cuestiones, remarcó su defensa de los ganaderos ante el Ministerio y Bruselas, que, según García-Gallardo, están imponiendo una «burocracia excesiva» con los saneamientos ganaderos, algo que estaría dificultando la actividad agrícola y ganadera. Además, habló de sus inversiones para la modernización de los regadíos y las concentraciones parcelarias.

También destacó la construcción de la presa al norte de Palencia para gestionar 11 hectómetros cúbicos y habilitar una nueva zona de regadío. «Es la única que se está haciendo en España y eso es sorprendente y deprimente, teniendo en cuenta las necesidades que tenemos», aseguró.

En su intervención, el líder de Vox en la Región, José Ángel Antelo, hizo un gran alegato en defensa del trasvase Tajo-Segura. «Es uno de los grandes éxitos de nuestra Región, algo que ha frenado la desertificación y ha aumentado el PIB», dijo. Según Antelo, Vox apuesta por el trasvase Tajo-segura, «el del Ebro y el que haga falta para que el agua llegue al Levante español». También criticó que se «criminalice» al campo y a toda su industria auxiliar: «Criminalizar al campo en la Región de Murcia es lo mismo que criminalizar a la propia Región de Murcia».

Tras asegurar que sólo con Abascal en el Gobierno de España el agua llegará a Murcia, puso en duda la postura en este tema del PP. «El señor Feijóo no cree en los trasvases y tiene el mismo discurso que el señor Hugo Morán, que sostiene que las cuencas que recibimos agua debemos reducir el consumo», señaló Antelo, que cerró su intervención afirmando que estas Elecciones Generales son muy importantes y que un buen resultado para Vox podría acabar con esas «absurdas» guerras del agua.